Baeza, emblema de la cultura y la producción de AOVE de la provincia de Jaén
El nombre de Baeza lleva consigo ligada la esencia de la tradición, la cultura, y como no la del olivar y el tesoro que de él emana, su aceite de oliva virgen extra.
Por José Esteban Ruiz Álvarez, periodista agroalimentario
Este municipio, diría mundialmente conocido por su riqueza arquitectónica, su embrujo que aguarda de antepasados y su atractivo turístico, es sin duda un balarte en la agricultura jiennense por ser el mayor productor de aceite de toda la provincia. No en vano, baraja cifras que rondan el 20% del total de Jaén (mayor productor mundial) tan solo siendo una localidad que cuenta con una población aproximada de 15.500 habitantes.
En los últimos años esta zona como gran parte del territorio andaluz (ha variado según zona) el volumen de aceituna para molturación se ha visto reducido de manera notable. No en vano, su producción ha mermado alrededor de un 50% en comparación con un año normal, en el que puede superar los 100 millones de kilogramos de aceituna, que pueden generar alrededor de 20 millones de kilogramos de aceite de oliva.
El grueso de la economía de Baeza parte del turismo y la agricultura. Y en esta parte que nos ocupa, dentro del sector primario, podrías ajustar que casi el 99 % de la actividad agraria corresponde a la producción de aceite de oliva. Prima el olivar y al 90%, aproximadamente, en marco tradicional.
En eComercio Agrario y su marca ECA Olive, nos hemos desplazado hasta Baeza para adentrarnos en sus campos, donde predominan los olivos; compartido gratos momentos con sus cooperativistas, responsables de almazaras, agricultores del municipio, con su Concejal de Agricultura, Festejos, Mantenimiento e Infraestructuras Locales del Ayuntamiento de Baeza, y a la vez empresario en la producción de AOVE, Antonio Javier Perales Galiano y gentes del lugar; también conocimos y degustamos los Virolos, unos dulces típicos a los que dedicaremos un capitulo en este especial ECA Olive sobre el AOVE de Baeza que hoy damos comienzo.
Cooperativas y almazaras
En Baeza, como en el resto de rincones del olivar andaluza, conviven los sistemas empresariales de cooperativa y almazaras, entidades de economía social y también privadas, al 50%, calculan desde su Ayuntamiento. Alrededor de 2.000 socios cooperativistas integran las tres cooperativas que hay en este municipio, la grande, por su dimensión, a la que nos referimos con el nombre de Cooperativa El Alcázar, y su marca Olibaeza; la llamada en el entorno del pueblo ‘chica’, que no es otra que SCA Oleícola Baeza, también conocida como Campos de Biatia, marca que abandera en uno de sus AOVEs; y la que se encuentra entre ambas, SCA San Felipe Apóstol, y su seña de identidad Balcón del Guadalquivir.
También pudimos visitar almazaras como Hacienda La Laguna; Castillo de Canena; Oleícola Jaén; y pequeñas firmas productoras de aceite de oliva virgen extra como Pradolivo. En cada una de ellas hicimos una parada para conocer más afondo el oro liquido que ofrece el lugar, sus campos y también la diversificación que se está llevando a cabo en base a su esencia olivarera y productora como gran reclamo para el turista, la gastronomía y el ocio.
De todas ellas, del trabajo que realizan y su oferta, hablaremos largo y tendido a lo largo del próximo mes en nuestra web. Centrándonos, claro está, en la calidad de sus aceites, aspecto en el que están proyectando actualmente un gran mimo, acaparando numerosos premios, reconocimientos y galardones, situando algunos de ellos entre los mejores del mundo. Hace algo más de una década, los productores de este municipio apenas centraban su mirada en la calidad de la producción de sus aceites. La dedicación estaba enfocada a la cantidad. No era habitual diferenciar la molturación del vuelo y del suelo (hoy en día es indispensable para obtener una gran calidad, tal y como lo hacen). En la última década todo va virando, con cambios constantes hacía el premium.
Agricultores profesionales
Como nos comentó el concejal de Agricultura de Baeza, una de las grandes bazas, quizá la más grande, del olivar de Baeza, es el conjunto de sus agricultores, su profesionalidad y entrega a lo que ha vivido desde pequeño. Compartió con nosotros alguna frase que dejó el ex ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete a su paso por la localidad. “Me quedé con una frase que dijo: ‘la productividad del olivar de Baeza, además de contar con buenas tierras y avanzar en factores como el regadío, logra gran parte de su éxito por el buen hacer de sus agricultores, que el jamón que no se comen se lo echan al olivar’. Y es así, lo primero es cuidar su olivar, que no le falte abonado, etcétera, y si les queda para ellos, pero imperan las necesidades de sus olivos”, explicó Antonio Javier Perales Galiano.
Tradición
El relevo en la actividad y seno familiar está muy arraigado. Los olivares pasan de generación en generación, con un sistema muy tradicional, que poco a poco va cambiando, como así lo hace en el resto de las principales zonas productoras. Se venía trabajando con marcos de plantación 10-12 metros, ahora 7 -7 y también se ven algunas explotaciones incluso en super intensivo.
En los años 60 apenas había olivar en regadío. Hoy en día, el municipio podría rondar el 80% de su superficie dedicada al cultivo del olivo, con sistemas de riego, gracias a los sondeos y la cuenca del Guadalquivir.