Francisco Martínez Arroyo: “En el debate de la PAC hay que poner el foco en los consumidores”
Por Juan Herrera
Francisco Martínez Arroyo, consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha repasa en esta entrevista para ECA AGRI las cuestiones más importantes de sus dos años de gestión. Entre ellas destacan la apuesta de su Departamento por el relevo generacional, una mayor visibilidad de la mujer en la agricultura, y los proyectos cooperativos, sin olvidar las políticas de desarrollo rural y de medio ambiente.
ECA AGRI: tras dos años en el cargo como consejero, ¿qué balance hace de este periodo?
Francisco Martínez: el balance es positivo porque hemos conseguido poner a los agricultores en el foco de la política de la Consejería, en el foco de la política del Gobierno de Castilla-La Mancha. Los agricultores son imprescindibles en la región porque generan una parte muy importante de nuestra actividad y mantienen en medio rural. Hemos apostado por los jóvenes, por los profesionales, por los proyectos de titularidad compartida, por los proyectos de las cooperativas que se han integrado comercialmente y que han construido grupos más grandes para competir mejor en la cadena agroalimentaria, y hemos cambiado las líneas de funcionamiento de los grupos de desarrollo rural para hacerlos más flexibles y ambiciosos, puedan hacer más cosas y puedan apostar más por la diversificación de la actividad económica del medio rural. Y todo esto lo hemos hecho también impulsando las políticas de medio ambiente, que habían estado muchos años abandonadas.
ECA: siempre ha dicho que sin agua, la agricultura desaparece. ¿Por dónde pasa la solución para evitar problemas de escasez hídrica en la región?
F.M.: lo primero que hay que hacer es plantearse la problemática del agua a nivel nacional porque no es un problema exclusivo de Castilla-La Mancha, afecta a todas las regiones del país. Hay que hacer un planteamiento ambicioso, llegar a consensos entre las diferentes administraciones y contar con las comunidades autónomas en la toma de decisiones; esto es absolutamente prioritario. En segundo lugar, en Castilla-La Mancha es necesario utilizar más el agua que pasa por nuestra comunidad autónoma. Esto es posible y compatible con el mantenimiento de los caudales mínimos ecológicos en mejores condiciones de las que están hoy en día. El Tajo es un excelente ejemplo para observar que los caudales ecológicos de algunos de nuestros ríos no son los adecuados. Y no lo son porque se sigue una política de trasvases que no es una política del siglo XXI que deberíamos estar haciendo en España. Los agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha y la industria agroalimentaria dependen del agua y tienen posibilidades si se hace una planificación de verdad a nivel estatal con el objetivo de mejorar la rentabilidad de sus cultivos, de sus explotaciones, de sus industrias y empresas, accediendo a una mayor cantidad de agua. Ello es posible y espero que el Ministerio de Agricultura sea receptivo a este ofrecimiento que realizamos desde Castilla-La Mancha.
ECA: mucho se está hablando de la futura PAC. ¿Qué espera de la Política Agraria Común a partir del 2020?
F.M.: que siga siendo importante, comunitaria, con fondos europeos; que se preocupe de los agricultores, de los ganaderos, de la industria, del medio rural; y que siga haciendo posible que el medio rural esté vivo y tenga futuro. Para ello es necesario poner en el foco del debate a los consumidores, que en definitiva es a los que hay que convencer de que esta política es necesaria. Son los consumidores los que la financian, y también son los que se benefician de ella fundamentalmente por dos cuestiones. La primera, al obtener los mejores alimentos del mundo, con la mayor garantía de seguridad alimentaria y la mayor calidad; y segunda, porque mantiene el territorio, el medio rural y el medio ambiente. Son cuestiones tan importantes que deben ser motivo de una política ambiciosa como debe ser la PAC a partir de 2020.
ECA: ¿qué peso tiene y debe tener el cooperativismo en la región?
F.M.: las cooperativas tienen un peso muy grande, sobre todo en productos muy significativos y representativos en Castilla-La Mancha, como el vino, el aceite o las frutas y hortalizas.
«No se puede entender el sector agroalimentario sin las cooperativas. Hay sectores como el vino en el que las cooperativas representan el 70% del producto que se elabora en la región y ello hace que los viticultores sean los dueños de las empresas y, por lo tanto, tomen decisiones desde una perspectiva empresarial para dar valor añadido a sus productos»
«Las cooperativas deben ser más grandes desde el punto de vista económico; tenemos que apostar porque sean más potentes, más fuertes, y lo estamos haciendo priorizando los procesos de integración comercial de las empresas cooperativas que alcanzan un mínimo de facturación en todas las líneas en las que sea posible. Lo hacemos principalmente en la línea que apoya las inversiones de la industria agroalimentaria, y lo vamos a hacer en el resto de líneas de ayuda en las que sea posible, porque es necesario que las cooperativas sean capaces de competir en los mercados a nivel nacional, en la relación con la distribución, y a nivel internacional, en su relación con los importadores. De esta manera fortalecemos al eslabón más débil de la cadena agroalimentaria».
ECA: ¿se apuesta desde su comunidad por el desarrollo de alimentos de calidad diferenciada, a través de D.O.Ps e I.G.Ps?
F.M.: para nosotros es absolutamente prioritario poner en valor nuestras denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas, y que además sean nuestra punta de lanza en el sector agroalimentario.
Tenemos 47 denominaciones de calidad en la región, 9 de ellas vitivinícolas, y estamos trabajando con todas para tener presencia en las ferias de ámbito regional, nacional e internacional con una marca propia, con la marca de Castilla-La Mancha
En el caso de las nueve denominaciones del vino lo hemos hecho. Hemos creado una asociación con el sector, ADOVIN, que las presenta a todas y con la que estamos acudiendo a las ferias más importantes, como FENAVIN. Esto lo queremos ampliar al resto de denominaciones de origen, y tenemos una línea específica en el programa de desarrollo rural para apoyar todas las inversiones que en materia de calidad diferenciada están haciendo nuestras empresas y figuras de calidad. Hemos condicionado desde el primer momento a que toda la promoción que se haga con fondos públicos de la región sea a través de las denominaciones de origen. Y creo que de eso nos beneficiamos todo el sector.