“Sin jóvenes no hay futuro para el sector agroalimentario»
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha asegurado que “sin jóvenes y sin cooperativas no hay futuro para el sector agroalimentario” y ha mostrado el apoyo del Gobierno al modelo cooperativo ya que constituye un elemento vertebrador de los territorios rurales.
Según ha recalcado, el modelo cooperativo contribuye al progreso de los pueblos y al futuro de los jóvenes.
Luis Planas ha participado en la inauguración del Foro Empresarial de la Presidencia de la Confederación General de Cooperativas Agrícolas (COGECA) “Potenciando el futuro de la agricultura. La importancia de las cooperativas agroalimentarias para impulsar el relevo generacional”, que tiene lugar en Tarragona los días 9 y 10 de noviembre. Este acto, que se enmarca en las actividades de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea (UE), reúne estos días a un total de 250 cooperativistas, la mayoría jóvenes.
En su intervención, Planas ha indicado que una de las prioridades de las políticas del ministerio consiste en impulsar el relevo generacional ya que, junto con la igualdad de género, la digitalización e innovación y la modernización del regadío, son pilares fundamentales para revitalizar el medio rural.
El ministro en funciones se ha mostrado convencido de que el sistema agroalimentario ofrece muchas oportunidades de futuro a los jóvenes europeos, ya que se trata de un sector muy competitivo, que tiene vocación de vanguardia a la hora de incorporar innovaciones en sus procesos productivos, una gran vinculación con aspectos medioambientales y de estilo de vida saludable, y contribuye a la seguridad alimentaria mundial.
Para fomentar el relevo generacional, el ministro ha subrayado la necesidad de que los jóvenes reciban una renta justa y digna por su trabajo. Con este objetivo, el Gobierno de España impulsó la modificación de la ley de la cadena alimentaria, para mejorar la posición negociadora de los productores, evitar la venta a pérdidas y las prácticas comerciales desleales.
Según ha recalcado, las cooperativas agroalimentarias son un elemento clave para el desarrollo rural y pueden desempeñar un papel fundamental para mejorar la rentabilidad de las explotaciones, ayudando a los productores a mejorar la transformación y comercialización para obtener mayor valor añadido y a optimizar los procesos para ganar eficiencia.
En España, las entidades cooperativas facturan más de 38.000 millones de euros, lo que equivale al 68 % de la producción final agraria y al 28 % de las ventas netas de la industria alimentaria. Además, su capacidad exportadora ha aumentado un 90 % desde 2011 a 2021 y supone más del 14 % de las exportaciones del conjunto del sector agroalimentario español.
RELEVO GENERACIONAL
Por otro lado, Luis Planas ha insistido en la necesidad de seguir promoviendo el relevo generacional en el sector agrario, uno de los aspectos prioritarios de la nueva Política Agraria Común, porque “ante problemas europeos, debemos dar una respuesta europea”. Por ello, en España se va a destinar a este objetivo unos 220 millones de euros al año, un 57 % más que en el periodo anterior y la mayor cifra destinada a apoyar a los jóvenes en los 60 años de historia de la PAC.
En este marco, además de las ayudas complementarias para jóvenes y las de desarrollo rural para su incorporación, la nueva PAC contempla otras intervenciones como las reservas de derechos de pago, una mayor intensidad en las ayudas a inversiones productivas, prioridad en las ayudas de cooperación Leader y ayudas para incentivar el relevo en las explotaciones.
A estos apoyos se añaden otras actuaciones que se financian directamente con los presupuestos generales del Estado, entre las que el ministro ha destacado el Programa Cultiva de estancias formativas en explotaciones modelo.
El ministro también se ha referido a la importancia del regadío sostenible, como motor de desarrollo en el medio rural, por ello el Gobierno está acometiendo importantes obras de modernización de regadíos, con una inversión de unos 2.200 millones de euros hasta 2026, en el convencimiento, además, de que un regadío eficiente y sostenible es el mejor aliado para hacer frente a los retos del cambio climático.