Más ensaladas y verduras y menos sandía en un verano frío en Europa Central
Las meteorología no ha invitado este verano al consumo masivo de sandía y melón en los países del centro de Europa, donde la demanda de lechuga y de otras verduras como el brócoli o la coliflor ha hecho subir los precios en origen de estas hortalizas en España a niveles muy superiores a los últimos años.
En julio, las trombas de agua dejaban un triste balance de pérdidas humanas y también productivas en Alemania y Bélgica, países en los que ahora las temperaturas máximas no llegan a los 20 grados.
“Este verano ha hecho frío en Europa, y cuando esto ocurre, no se consume fruta de verano como en los países con dieta mediterránea”, ha apuntado en declaraciones el responsable de fruta de la asociación agraria UPA, Antonio Moreno.
“Cuando el calor no acompaña, los europeos prefieren una ensalada o brócoli a la plancha en vez de sandía, cuyo consumo lo marca el clima“, ha puesto como ejemplo.
Moreno ha calificado de “desastre” el desarrollo de la campaña de sandía desde primeros de julio, cuando comenzaron las salidas en Almería de las piezas cultivadas al aire libre, hasta el día de hoy.
Ahora están acabando los cortes en la Región de Murcia, donde ha habido momentos en que se ha pagado al agricultor por debajo de coste, a solo cinco o seis céntimos el kilo, ha lamentado antes de apuntar que todavía es pronto para el balance final sobre la campaña en Castilla-La Mancha, que está en pleno desarrollo.
De las más de 35.000 hectáreas dedicadas a la producción de lechuga en España, en torno a 16.000 hectáreas se sitúan en la Región de Murcia.
La lechuga duplica su precio
Su precio en origen ha marcado máximos estivales y no ha bajado de los 42 céntimos/100 unidades en agosto, el doble que hace un año, según los precios medios nacionales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que fija la cotización de la sandía en unos 12 céntimos/kg, casi siete céntimos menos que el verano pasado.
A su juicio, una de las causas es la primavera y el inicio atípico del verano en el centro de Europa, donde se han perdido cosechas de verduras que, aunque son muy pequeñas en comparación con las de la huerta española, ha provocado que aumente fuertemente los pedidos nacionales de lechuga, coliflor o brócoli.
Al ser producciones programadas, este aumento de la demanda puntual este verano, ha sido la causante del incremento de las hortalizas.
Gómez ha resaltado el destacado papel de España como “huerta de Europa”, que ha conseguido, al igual que en los meses más duros de confinamiento por la covid-19, mantener sin rupturas el suministro de frutas y hortalizas a todos los puntos de Europa.
Fuentes del departamento comercial de la cooperativa Anecoop han precisado que esta subida es muy puntual, “no sabemos lo que durará”, y la han achacado tanto a la escasez de oferta por causas meteorológicas junto al aumento de la demanda.
En la firma murciana Myrtea Export, su directora comercial, Elena Segura, ha explicado que las fuertes tormentas, lluvias torrenciales y granizo que han golpeado a Suiza, Francia, Alemania, Holanda y el norte de Europa este verano han causado daños en la agricultura local.
“En los meses estivales, Europa normalmente se autoabastece de productos como la lechuga, pero las condiciones climatológicas han tenido como consecuencia que este año sea distinto y esta escasez de oferta ha aumentado los precios considerablemente”.
“No ha sido algo sencillo gestionar los pedidos, ya que basamos nuestra producción en los contratos previamente acordados”, ha señalado.