«Los modelos ganaderos futuros se deben basar en explotaciones familiares, bien dimensionadas»
El ministro Luis Planas señala que los nuevos modelos ganaderos se deben basar en explotaciones familiares, bien dimensionadas, que incorporen nuevas tecnologías y presenten al mercado una oferta más organizada.
Luis Planas ha participado en la inauguración del Día Internacional Lácteo, organizado por la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FENIL), un encuentro de referencia para el intercambio de conocimientos, que en esta 65º edición centró sus debates en los futuros modelos de producción y transformación y los nuevos patrones del consumo de productos lácteos.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha animado al sector ganadero y a la industria láctea a progresar hacía modelos de producción más sostenibles, competitivos y rentables. Además, ha elogiado la buena labor de los ganaderos, que cada vez aplican mayores niveles de bienestar animal para ofrecer a la ciudadanía alimentos más nutritivos y variados.
Para el ministro, “los modelos futuros se deben basar en explotaciones familiares, bien dimensionadas, tecnificadas y orientadas al mercado, así como por una oferta más organizada, principalmente a través de empresas de economía social y de Organizaciones de Productores”.
En su intervención, el ministro ha señalado que el lácteo es un sector de referencia para amplias zonas del territorio nacional. En concreto, España contaba en 2023 con alrededor de 21.000 explotaciones lácteas, a las que se suman unas 18.200 de ovino y caprino mixtas de leche y carne, que en su conjunto aportaron 5.300 millones de euros a la producción final agraria. Asimismo, las 1.620 industrias de transformación facturaron 13.300 millones de euros y generaron más de 31.700 empleos (datos de 2022), en su mayoría en el medio rural. Según ha indicado, “tanto la ganadería como la industria láctea suponen una aportación fundamental para el medio rural español”.
Ha recalcado el “firme compromiso del Gobierno con el sector ganadero”, que ha contado con importantes apoyos públicos para paliar los problemas derivados de la sequía, el incremento de los costes de los insumos y los problemas sanitarios, “un contexto nada fácil, con muchos retos a los que nos hemos tenido que enfrentar”.
Un ejemplo de este compromiso se encuentra en la Política Agraria Común 2023-2027, que reserva el 80 % de las ayudas asociadas a la ganadería, de las que 167 millones de euros anuales se destinan al sector lácteo. También se ha creado un ecorrégimen específico para los pastos.
Además, la ganadería ha recibido la mitad de las ayudas directas extraordinarias que se han aplicado desde 2022, es decir, 680 millones de euros de los que 207 millones se han dirigido al sector lácteo. Y 10 de las 43 medidas acordadas para dar respuesta a las inquietudes del sector agrario benefician específicamente a la ganadería, como la reducción de cargas ganaderas, la simplificación de requisitos de sanidad animal o la creación del Foro de la Ganadería Extensiva, entre otras.
Planas ha indicado que en los últimos años se observa un descenso progresivo del número de ganaderos, al tiempo que las explotaciones ganan en dimensión, por lo que la producción no experimenta grandes fluctuaciones. Hecho indicativo de una “reestructuración progresiva del sector gracias a su profesionalización y adaptación, que ha sabido responder a esos retos”.
Ha recordado que la ley de la cadena es “un instrumento muy positivo para la creación de valor y poder distribuirlo de manera equitativa a lo largo de todos sus componentes”. El ministro se ha mostrado convencido de que el desarrollo de la directiva comunitaria relativa a las prácticas comerciales desleales y las novedades introducidas siguiendo el ejemplo de la legislación española van a constituir, de cara al futuro, el tercer pilar de la próxima Política Agraria Común.
Productos con mayor valor añadido
Ha valorado “la apuesta clara de la industria láctea por adaptarse, de forma continuada, a los retos del mercado”, tanto en lo que se refiere a la volatilidad de los precios como al desarrollo de nuevos productos. La innovación y las nuevas tecnologías son herramientas imprescindibles para que la industria pueda ofrecer elaboraciones con mayor valor añadido, ha remarcado.
También ha destacado el esfuerzo de este sector por reducir su huella ambiental y climática, mediante el consumo responsable de agua, energía y envases, y la incorporación de la digitalización en los procesos productivos. Para llevar a cabo esta tarea, el sector cuenta con importante financiación procedente del Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader) o del Plan de Recuperación.