Las DDOO solicitan a la CE que excluya el vino y al Bourbon de las medidas de represalias a EEUU
EFOW y CECRV, las organizaciones representativas de las denominaciones de origen de vino a nivel europeo y a nivel nacional, respectivamente, han participado en la consulta pública lanzada por la Comisión Europea sobre la lista de productos estadounidenses que podrían ser objeto de medidas de represalia en respuesta a los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio. Ambas organizaciones abogan por una solución negociada que ponga fin a las tensiones comerciales, sin que para ello se tenga que afectar la economía de sectores concretos, empresas y ciudadanía en general.
La European Federation of Origin Wines (EFOW), la organización que representa a las denominaciones de origen europeas ante las instituciones de la UE, y la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV), que representa a las DDOO de vino a nivel nacional, han participado en la consulta pública abierta por la Comisión Europea el pasado 12 de marzo sobre las posibles contramedidas a productos norteamericanos en represalia por los aranceles impuestos por Estados Unidos al aluminio y al acero. Con ambas respuestas, de forma coordinada, las denominaciones de origen han querido reiterarle a la Comisión, como también han hecho por carta a las direcciones generales de Agricultura y de Comercio del Ejecutivo Comunitario en los últimos días, la necesidad de que abran una negociación para solucionar esta disputa comercial y que el vino no se incluya en la disputa comercial en curso entre la UE y los Estados Unidos.
Las denominaciones de origen se oponen firmemente a que tanto los vinos de EE.UU. como el Bourbon se incluyan en la lista de productos objeto de contramedidas de la UE y así lo han hecho constar en su aportación a la consulta pública abierta por la Comisión. Los Estados Unidos son uno de los mayores mercados de exportación de los vinos con DOP europeos y particularmente de los españoles, y el vino con denominación de origen es un motor económico clave para la agricultura europea y para la española. La viticultura desempeña un papel crucial en el desarrollo y la vitalidad de las zonas rurales de numerosas zonas de nuestro continente, también en la península ibérica, apoyando el empleo, el patrimonio cultural y las economías locales.
La imposición de aranceles de represalia sobre el vino tendría consecuencias dramáticas para el sector, ya que aumentaría la incertidumbre económica, provocaría pérdidas significativas de ingresos y de puestos de trabajo y pondría freno a la inversión dentro del sector.
Por eso, ambas organizaciones consideran un signo positivo que la Comisión Europea haya decidido retrasar la fecha de la imposición de las primeras contramedidas, que hasta hoy estaba previsto que entraran en vigor el 1 de abril −las que están en fase de consulta son la segunda oleada de posibles aranceles, prevista para el 15 de abril- y que se van a aplazar durante 15 días, haciéndola coincidir con la fecha prevista para la entrada de las contramedidas adicionales.
«El vino no debe ser moneda de cambio en conflictos ajenos a nuestro sector», protesta Riccardo Ricci Curbastro, presidente de EFOW. «Hacemos un llamamiento a la Comisión Europea para que no sacrifique a los vinos europeos con IG adoptando una decisión necesaria, en este caso: excluir al vino y al Bourbon del listado final de productos que estarían sujetos a medidas de represalia». Por su parte, David Palacios Algarra, presidente de CECRV, se ha mostrado confiado en que «finalmente impere la sensatez y que las Administraciones europea y estadounidense busquen una solución negociada para evitar unos aranceles cruzados que perjudicarían las economías y sectores de las dos zonas, reduciendo los ingresos de nuestras empresas y mermando la capacidad de compra y el poder adquisitivo de la ciudadanía».
Tanto EFOW como CECRV mantienen su pleno compromiso de trabajar con las instituciones europeas y españolas para defender los intereses de las denominaciones de origen y garantizar la prosperidad del sector vitivinícola.