La Unión calcula un consumo añadido de 750.000 litros de glifosato
La Unión calcula un consumo añadido de 750.000 litros de glifosato y de 250.000 litros de Mcpa para controlar las malas hierbas como consecuencia de la aplicación de la BCAM 6 de la PAC.
Tanto el Reglamento (UE) 2021/2115, como el Real Decreto 1049/2022 de 27 de diciembre establecen las normas para la aplicación de la condicionalidad que deben cumplir los agricultores y ganaderos para ser beneficiarios de las ayudas de la PAC.
Estas normas de obligado cumplimiento se establecen en las denominadas “Buenas condiciones agrarias y medioambientales de la tierra (BCAM) y que en teoría pretenden compaginar la producción agraria con el mantenimiento del medio rural. El problema radica en que estas 10 BCAM se han aprobado en despachos de la Comisión y del Ministerio por funcionarios que muchos de ellos no han pisado el campo por lo que las consecuencias de las mismas en muchas ocasiones están provocando el efecto contrario al que se pretende conseguir.
Como ejemplo podemos poner lo que está sucediendo con la BCAM 6 que pretende que los suelos mantengan una cubierta mínima para evitar los suelos desnudos y por este motivo no permiten el labrar los suelos entre la recolección de la cosecha y el 1 de septiembre. Lógicamente si una vez cosechado el cereal no se labra la tierra, está se cubrirá de malas hierbas lo que se traducirá en un mayor consumo a la campaña siguiente de herbicidas.
Tampoco se permite la realización de tratamientos agrícolas en las tierras de barbecho entre los meses de abril y junio, lo que ha provocado el mismo mal denunciado anteriormente.
O el tener que dejar una franja sin labrar en los cultivos permanentes cuando la pendiente sea superior al 10%, lo que está provocando la acumulación de malas hierbas que una vez se sequen fomentarán la propagación de los incendios.
O sea que una medida acordada para mantener el medio ambiente va a provocar un aumento de los incendios y una mayor utilización de fitosanitarios para poder controlar las malas hiervas.
El Ministerio de Agricultura ha aprobado esta medidas para todo el territorio español sin tener en cuanta la distinta climatología dependiendo de las regiones, y lo que en Asturias puede ser una medida válida para el medio ambiente en Extremadura puede ser catastrófica para este medio.
Solo en cultivos de invierno con una superficie aproximada de 250.000 ha, el aumento de herbicida causado por la proliferación de malas hierbas como consecuencia de no poder laborear los campos hasta el 1 de septiembre se calcula en un tratamiento adicional a base de 3 litros glifosato y 1 litro Mcpa por hectárea, lo que supondría un consumo adicional de 750.000 litros de glifosato y de 250.000 litris de Mcpa.
Si al mayor consumo de fitosanitarios añadimos el gasto adicional de gasóleo para poder triturar estas malas hierbas, el gasto adicional por hectárea de cultivo de secano aumenta alrededor de los 100 €/ha.
La Unión insta tanto al Ministerio como a la Junta de Extremadura a solicitar la modificación de estas normas que están causando un importante daño económico y medio ambiental en Extremadura.