La aplicación de neonicoticoides y sus efectos sobre las abejas melíferas
Bayer acogió el pasado día 8 de mayo en su sede de Bayer Cropscience en Monnheim, un viaje de prensa centrado en la principal temática de los insectos polinizadores. En esta jornada, se llevó a cabo la presentación de un estudio sobre la aplicación de los neonicotinoides, realizado por las universidades españolas de Córdoba y Almería, en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, que demuestra que no se han encontrado diferencias significativas entre colonias de abejas expuestas a girasoles tratados con neonicotinoides y aquellas no expuestas a estos tratamientos.
El estudio titulado “Viabilidad de colonias de abejas melíferas expuestas a girasoles nacidos de semillas tratadas con los neonicotinoides tiametoxam y clotianidina”, se llevo a cabo sobre una muestra de 72 colmenas que fueron evaluadas en cuatro regiones españolas (Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid) durante un año.
Los resultados de este estudio, publicado recientemente en la revista científica Chemosphere, demuestran que los girasoles procedentes de semillas tratadas con neonicotinoides no tienen efectos sobre las abejas melíferas.
Los insecticidas prohibidos y utilizados en este estudio son muy habituales en la agricultura intensiva y su principal función es proteger los cultivos de las plagas. Esta investigación que se realizará durante los próximos tres años, y que ya ha cumplido su primer año, “se realiza con el fin de ampliar los conocimientos sobre la exposición de las abejas melíferas que
están expuestas a girasoles procedentes de semillas tratadas con los neonicotinoides tiametoxam y clotianidina” y de poner en juicio la decisión tomada hace un mes por la Unión Europea.
La clase de sustancias conocidas como neonicotinoides incluye varios insecticidas, entre los más conocido están el imidacloprid, tiametoxam, clotianidina…etc, La utilización de estos insecticidas está prohibida por la Unión Europea desde 2013 y respaldada por la Comisión Europea desde finales de abril de este año por el peligro que representan para los insectos polinizadores, entre los que se encuentran las abejas de la miel.
Es de los pocos estudios de campo que existen que cumple con la metodología rigurosa que exige la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria).
El estudio de campo fue presentado de la mano de la mano de José Manuel Flores investigador de laEscuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (ETSIAM) de la Universidad de Córdoba, quien explicó en su ponencia, que para en el proceso de estudio eligieron “colmenas aisladas de otros cultivos, de otras especies vegetales que pudieran atraer a las abejas y de los diversos grupos de tratamiento de cada réplica, situadas a dos kilómetros una de otra”.
Así, como conclusión, esta investigación refleja que “no se han encontrado diferencias significativas entre colmenas situadas en parcelas tratadas con neonicotinoides y las que estaban en parcelas sin tratamientos”.
En la segunda parte de la jornada que celebró Bayer, los periodistas agroalimentarios asistentes continuaron con la adquisición de conocimientos a cerca de los insectos polinizadores y su relación con los productos fitosanitarios. En esta cita, además de los invitados, también participaron periodistas de medios generalistas y especializados que mostraron su interés y sus dudas en relación a estos temas tan controvertidos y de actualidad.
Tras finalizar la ponencia de Jose Manuel Flores, fue el turno de Mª Dolores Hernando, del INIA (Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria), quien dio a conocer el proyecto “Evaluación holística de factores de riesgo en abejas melíferas y polinizadores silvestres. Situación en España”, en el que el INIA se encarga de los estudios de campo del impacto de insecticidas y plaguicidas sobre las abejas y que se desarrollan en la Estación Experimental del Ebro y en la Fundación Mas Badia, en España.
Esta investigación se centra principalmente en dos cultivos: el manzano, dado que precisa de abejas melíferas para su polinización; y los cítricos, porque sus flores son muy apreciadas tanto por los apicultores como por las propias abejas.
Este estudio, que tiene, igualmente que el anterior estudio presentado en estas jornadas, una duración de 3 años, surge ante el excesivo descenso de las poblaciones de abejas.
Finalizada la exposición de Mª Dolores Hernando, ya por la tarde, los periodistas pudieron visitar los laboratorios de BayerBeeCare y conocer de la mano de los propios trabajadores la investigación que desarrollan. Finalmente y tras visitar los laboratorios, los asistentes acudieron al apiario antes de concluir la jornada.