Florette, sostenibilidad y frescura para llevar salud a la mesa del consumidor
Alimentar mejor al consumidor es el principal objetivo de Florette y para ello la marca establece un sistema de producción y comercialización en el que prima la calidad, con un producto con la máxima frescura, mimando cada uno de los procesos que se desarrollan desde el campo a la mesa, con valores en los que la sostenibilidad juega un papel determinante desde el punto de vista económico, social y medioambiental.
Por Gissèle Falcón Haro, directora general de Siete Agromarketing
Recientemente un grupo de periodistas, en un viaje a uno de los centros de producción en Navarra, de los seis que tiene en todo el territorio nacional, tuvimos la oportunidad de conocer cómo Florette cuida la calidad a través de toda la cadena alimentaria, desde la semilla al cliente final.
Una firma, Florette, perteneciente al Grupo Agrial, que acumula 35 años de experiencia en producción de IV Gama, llevando durante estas más de tres décadas, alimentos saludables a las mesas de los consumidores. Y lo hace en base a la sostenibilidad; a las personas que forman parte de la gran familia Florette, con más de 2.000 empleados y donde cada uno de ellos es ‘pieza’ indispensable, por lo que el capital humano es muy importante para la empresa; y también apostando por la innovación y la transformación digital. Todo ello forma parte del conjunto de valores estratégicos de la entidad.
Además de sostenibilidad, sabor, calidad y frescura, conceptos como reciclaje, economía circular, residuo cero, compromiso social o responsabilidad, también están presentes en el trabajo de esta marca, como pudimos comprobar en nuestro paso pro los centros de producción y campo, acompañados por Javier Les, director de Calidad, Sostenibilidad e Innovación de Florette. Una compañía que lidera el mercado en su segmento, y así lo avalan sus clientes con su confianza, que como aseguran, es un orgullo, pero también supone estar alineados y comprometidos con la demanda del mercado, con la alimentación saludable que suponen las ensaladas y demás productos frescos que ofrece.
En 24 horas del campo a la mesa
En sus procesos, como hemos mencionado, la frescura es piedra angular. Hasta el punto de que la recolección de las diferentes variedades de lechugas y brotes tiernos se lleva a cabo de madrugada, cuidando ese plus que le otorga ese momento del día. Desde ese instante hasta que el cliente final recibe el producto para su consumo, se garantiza la cadena de frío. Desde que sale del campo hasta que llega al punto de venta, pasan menos de 24 horas. Un factor determinante para que esta máxima se cumpla es la cercanía de sus centros de producción y fincas a los puntos finales de distribución. Por ello, cuenta con hasta seis centros de producción en zonas geográficas diferentes en el territorio nacional (todo el producto se cultiva en la Península Ibérica), en las que, además consigue ofrecer un servicio continuado durante los 365 días del año.
Producción propia
Actualmente cuenta con más de 2.000 hectáreas en producción propia, tanto al aire libre como protegidas, repartidas por Navarra, Castilla y León (Soria), País Vasco (Álava), Castilla La Mancha (Albacete, Toledo y Ciudad Real), Andalucía (Almería y Granada), Región de Murcia, Comunidad Valenciana (Alicante) e Islas Canarias (Gran Canaria y Tenerife). En ellas produce más de 60 variedades de lechugas y brotes tiernos, además de otros productos hortícolas. En total, alcanza un volumen anual de 40.000 toneladas. En cada una de las explotaciones se llegan a realizar hasta cuatro ciclos de cultivos diferentes cada campaña.
Esta capacidad le atribuye la posibilidad de suministrar hasta 750.000 ensaladas al día. Con este volumen de negocio, principalmente centrado en retail, con más de 14.000 puntos de venta, hace que supere una facturación de 215 millones de euros al año, según las últimas cifras facilitadas por la empresa.
Para evitar cualquier residuo en los alimentos que producen la compañía están concienciada en la utilización de abonos orgánicos, pero también los fitosanitarios más naturales. Asimismo, parte de su cultivo se desarrolla en producción integrada, en la que métodos naturales adquieren protagonismo en la lucha contra las posibles plagas que puedan afectar a sus plantaciones.
Desde origen a destino cumple rigurosamente con la trazabilidad del producto. Además de contar con certificaciones de calidad más rigurosas, tanto para el alimento como para su método de cultivo, y desde el punto de vista social, la compañía incorpora tecnología, a través de un ERPAgro, con la que determina y ubica todo el proceso de cada uno de los alimentos que llegan al consumidor.
Para obtener la máxima aportación en la calidad adapta sus producciones a las diferentes zonas de cultivo, teniendo en cuenta las condiciones que precisan los mismos desde el punto de vista climático.
Economía Circular
Uno de los aspectos sostenibles de su método de producción que reflejan la sostenibilidad y su cuidado del entorno, es la reutilización y aprovechamiento de los recursos disponibles. Entre los ejemplos que podemos citar, en el marco del uso eficiente del agua para regadío, además de contar con un sistema motorizado en su cometido de ahorrar y optimizar hasta la última gota de agua, figura el sistema de recogida de aguas pluviales en la estructura de sus fincas. Asimismo, por otra parte, los restos vegetales desechados en los procesos de producción y comercialización se utilizan para el alimento del ganado.
Avanzando
La innovación tiene relevancia en todo el trabajo que realiza Florette. Por ello, entre las cuestiones primordiales que forman parte de su filosofía entra en juego la implementación y participación en proyectos I+D. Actualmente, lleva a cabo diferentes iniciativas innovadoras dirigidas a mejorar la cadena alimentaria y reducir el desperdicio alimentario. En materia de envases, está trabajando en un proyecto vinculado a utilizar materiales diferentes al plástico garantizando la conservación de los productos y todas sus cualidades organolépticas.