Ence apuesta por el orujillo para la generación de energía sostenible
Ence tiene como uno de los ejes de su estrategia energética el crecimiento en generación de energía renovable con biomasa.
La compañía apuesta por colaborar significativamente en la evolución del modelo energético nacional hacia un sistema de suministro eléctrico sostenible, estable y con un gran potencial de crecimiento en España.
La biomasa es una de las mejores alternativas a los combustibles fósiles por las múltiples ventajas sociales y ambientales que conlleva. Es, del mismo modo, la única tecnología renovable gestionable, junto a la hidráulica, capaz de producir energía con recursos renovables garantizando la estabilidad del suministro eléctrico al no depender de factores meteorológicos.
Las plantas de energía de Ence emplean distintas variedades de biomasa, entre las que se encuentra el orujillo, resto de origen agrícola, procedente del olivo, para la producción de energía. Este es un material cuya gestión es compleja y supone un importante reto ambiental, por lo que la solución que ofrece Ence para su valorización ha sido muy bien acogida por el sector como respuesta a dicho reto. A lo largo del 2020, Ence ha movilizado para su aprovechamiento energético cerca de 370.000 toneladas de orujillo.
Ence está comprometida con la sostenibilidad de la biomasa a través de un decálogo impulsado y autoimpuesto por la propia compañía. Una iniciativa pionera, lanzada en 2017, a través de la cual la compañía puede garantizar que la biomasa que emplea es efectivamente sostenible. En este mismo sentido, este año Ence ha sido la primera compañía europea en certificar la sostenibilidad de su biomasa mediante el esquema de verificación Sure.
Hay que destacar que la tecnología para producir energía eléctrica con biomasa se basa en un proceso productivo en el que la práctica totalidad de los restos empleados se envían a valorización en otros usos y procesos, manteniéndose dentro de un ciclo de economía circular.
A estas ventajas ambientales se une que la biomasa es un recurso renovable, local y especialmente abundante en España. Los restos de biomasa que Ence utiliza en su proceso se producen como resultado de las actividades agrícolas y forestales, que son sectores muy importantes para la dinamización económica y el empleo en las áreas rurales. Colabora así en revertir el despoblamiento -fijando población en la “España Vaciada”-, evitar las quemas incontroladas y disminuir el riesgo de incendios.
Generar energía con biomasa reduce la dependencia nacional de los combustibles fósiles, más caros y con mayor impacto ambiental. Es, por tanto, una tecnología importante para lograr la necesaria descarbonización del modelo energético español, y un sector clave para que esa transición sea justa gracias a las ventajas sociales que implica su desarrollo.
Con el convencimiento de aportar a la sociedad un servicio esencial y de colaborar en el cumplimiento de los retos nacionales en la Agenda 2030, Ence genera electricidad renovable en ocho plantas de producción independientes: tres en Huelva, dos en la provincia de Ciudad Real, una en Córdoba, una en Mérida y una en Jaén. Son plantas de generación que se alimentan de biomasa de origen agroforestal, y en el caso de una de las plantas de Puertollano, de energía solar. En total, 266 MW de generación de energía renovable independiente a los que se añaden 112 MW derivados del proceso de producción de celulosa en sus biofábricas de Navia y Pontevedra, con los que estas dos instalaciones se autoabastecen de energía renovable.