Comienza la siembra de algodón en Andalucía
En 2023 se cultivaron en Andalucía unas 51.654 ha de algodón, 35.060 en la provincia de Sevilla, 10.915 en Cádiz, 3.192 en Jaén, y 2.386 en Córdoba.
Según informa la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), en 2024 la superficie cultivada será algo inferior a la campaña pasada. Para esta campaña la previsión es alcanzar una superficie algo superior a la anterior, e inferior a la media de los últimos años.
El período en el que se concentran la mayoría de las siembras de algodón en nuestra comunidad suele ser el mes de abril. Durante la segunda quincena de marzo suelen sembrarse las primeras parcelas, en las zonas más adelantadas de la provincia de Sevilla, y las últimas se llevan a cabo como tarde a final de mayo.
Este año la campaña de siembra comienza marcada por las lluvias registradas entre los días 24 y 31 de marzo, que, aunque variables, han superado de forma más o menos amplia los 100 mm en las zonas algodoneras. Además, esos días de lluvia, en algunas localizaciones, han venido también acompañados por temperaturas algo más bajas del rango óptimo para la nascencia.
La siembra de este cultivo es muy delicada. La humedad y estructura del suelo en ese momento, así como las condiciones de humedad y temperatura ambiental en las primeras semanas de su desarrollo son factores clave. Es importante que el suelo tenga una humedad suficiente, y las temperaturas sean lo suficientemente elevadas. La temperatura del suelo idónea para la siembra está comprendida entre 14 y 16ºC. La lluvia tras la siembra es muy benificiosa pues puede ahorrar el riego de nascencia, y reservarlo para más adelante. Por otra parte, cuando se producen lluvias excesivamente fuertes, como en los episodios tormentosos, o cuando son muy abundantes, pueden afectar negativamente a la nascencia, con una baja germinación de las semillas y/o pérdida de plántulas.
En estos momentos la superficie sembrada es prácticamente nula en Cádiz, Córdoba y Jaén. Sin embargo en la provincia de Sevilla, aunque también es baja, hay zonas concretas del Bajo Guadalquivir en las que se sembró una superficie mayor justo los días previos a las lluvias de Semana Santa. En estas primeras siembras conviene estar muy atentos a la nascencia, que será más o menos adecuada según los factores meteorológicos comentados y también por un aspecto clave, que es el tipo de suelo de cada parcela, y como responde a las lluvias. Por ello en algunos casos la nascencia se verá resentida por las cuantiosas lluvias y en otros no.
Para los próximos días se espera que suban las temperaturas y esto será favorable para la nascencia de las parcelas sembradas. Por otro lado, en cuanto oree el terreno y se pueda, se irá generalizando la siembra aprovechando la humedad, y esperando que se registren nuevas lluvias a lo largo del mes de abril.
Desde el punto de vista fitosanitario, las primeras semanas hay que estar atentos a la posible caída de plántulas, que suele deberse a insectos de suelo, como gusanos de alambre (Agriotes spp.) y rosquillas o gusanos grises (Agrotis segetum), o bien a Rizoctonia (Rizoctonia solani). Para el control de insectos de suelo, principalmente gusanos de alambre, el tratamiento se realiza en el momento de la siembra, en función del historial de la parcela.
En conjunto, la estructura del suelo en el momento de la siembra, la meteorología, y los insectos de suelo y Rizoctonia, son los principales factores que pueden ocasionar una mala nascencia o caída de plántulas, que en caso de ser elevadas, pueden hacer necesaria la resiembra parcial o total de la parcela. De ahí la importancia de recorrer la parcela para comprobar que tenemos una densidad de plantas adecuada para un buen desarrollo posterior de la plantación.