“El sector ha dado una respuesta única ante una situación sin precedentes”
Desde BASF quieren reconocer “el compromiso y el trabajo excepcional” de toda la cadena de valor agroalimentaria, capaz de adaptarse en un tiempo récord a una situación inédita para seguir alimentando al mundo.
Este 2020 que toca a su fin pasará a la historia por ser el año de la COVID-19, la pandemia que puso en jaque al mundo y que aún hoy combatimos. Más de nueve meses han pasado ya desde que el Gobierno de España decretase el estado de alarma, y desde entonces, no ha habido un solo día en el que faltasen frutas y hortalizas en la mesa de los consumidores europeos. Y esto solo ha sido posible gracias al “compromiso y el trabajo excepcional” de todo el sector hortofrutícola, afirma Francisco González, director general del negocio de semillas hortícolas de BASF en Iberia.
Desde el primer eslabón de la cadena de valor –la casa de semillas- hasta el último –el supermercado o las fruterías-, todo el sector ha realizado un esfuerzo encomiable para adaptarse en muy poco tiempo a una situación inédita, dando “una respuesta única ante una situación sin precedentes”. Las protestas de los agricultores por unos precios justos cesaron el 14 de marzo, tenían un cometido prioritario: alimentar a la ciudadanía. Y así lo hicieron.
Esa gran capacidad de adaptación ha evitado roturas de stock, a la par que se preservaba la seguridad y la salud de los empleados de cada uno de esos eslabones; algo que solo ha sido posible gracias al perfecto engranaje de la cadena, que “ha mostrado su robustez en tiempos difíciles”, afirma González.
Pero si los últimos meses han supuesto un reto para el sector, el futuro no es un desafío menor, y para afrontarlo, “ahora más que nunca, debemos estar unidos para innovar y mejorar los procesos, sobre todo teniendo en cuenta que el consumo de frutas y hortalizas está creciendo”.
La pandemia ha acelerado tendencias de consumo que ya se dejaban notar. La preocupación por la salud se ha convertido en la piedra angular de los consumidores, que son también más conscientes de la necesidad de cuidar el medio ambiente o exploran nuevos canales de compra como el online con mayor determinación. “La visión de futuro de BASF se ha reafirmado y nuestro compromiso con una alimentación sostenible y saludable es más fuerte si cabe”, comenta González, quien insiste en la importancia de “seguir aportando soluciones para toda la cadena de valor”.
Para ello, la colaboración con todos los players del negocio hortofrutícola continuará siendo clave, facilitando un flujo continuo de información que permita el desarrollo de soluciones personalizadas. “La tecnología y recursos de BASF nos permiten mejorar la calidad y diferenciación de nuestras soluciones, además de reducir los time-to-market”, una cuestión fundamental en un futuro cambiante y cargado de incertidumbre.
La única constante es el compromiso de todo un sector hortofrutícola que ha demostrado que “juntos somos más fuertes, y en BASF estamos orgullosos de formar parte de él”.