Adiós al desperdicio alimentario en España
El Congreso de los Diputados da ‘luz verde’ a la Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario en España.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, calificó la medida como una «excelente noticia», destacando su importancia para la sostenibilidad y la seguridad alimentaria.
Por Julia Álvarez García, periodista
El desperdicio de alimentos sigue siendo un reto global con graves consecuencias. Según datos del Ministerio de Agricultura, en 2023 los hogares españoles redujeron en un 13,2 % el desperdicio alimentario respecto a 2020, consolidando una tendencia a la baja. Además, el número de hogares que no desperdició ningún alimento aumentó un 4,4 % en comparación con 2022.
No obstante, la cifra global de desperdicio —incluyendo el ámbito doméstico, la restauración y la distribución— ascendió a 1.214,76 millones de kilos/litros en 2023, un 1,1 % más que el año anterior. De este total, 1.183,42 millones de kg/l correspondieron al desperdicio generado en los hogares.
Luis Planas advirtió que el desperdicio alimentario no solo constituye un problema grave, sino también un desafío ético con un alto impacto ambiental y económico. “El alimento más caro es el que acaba en el cubo de la basura”, afirmó durante su intervención.
La nueva ley introduce medidas para que las empresas de la cadena alimentaria desarrollen planes de prevención y prioricen la donación de productos en buen estado a organizaciones sociales. También fomenta el uso de alimentos para la elaboración de piensos o la producción de compostaje en lugar de su eliminación directa.
“El objetivo es claro: que ningún alimento apto para el consumo termine en la basura”, enfatizó Planas, recordando que el lema de las campañas impulsadas por el Gobierno en los últimos años ha sido Aquí no se tira nada.
La publicación de la ley en el Boletín Oficial del Estado (BOE) se espera en los próximos días. Con su entrada en vigor, España se sumará a otros países europeos que ya han implementado normativas similares para reducir el desperdicio y fomentar un modelo de producción y consumo más sostenible.