Última hora: Colapso en la alimentación de granjas
Tras una semana de huelga salvaje convocada por la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías, y en la mayor parte del territorio español, la industria de la alimentación animal y la ganadería a la que sirve, ambos servicios legalmente esenciales, se encuentran al borde del colapso sin poder abastecerse de materias primas para elaborar alimentos para ganado ni hacer llegar ese alimento a la ganadería.
Aunque el Gobierno, por fin, reconoció el pasado jueves por la tarde la existencia de un grave problema y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han podido acompañar a los convoyes extraordinarios de aprovisionamiento que en distintos puntos de España ha organizado CESFAC y sus organizaciones territoriales (en coordinación con algunas administraciones autonómicas y el inestimable apoyo de la Guardia Civil), estos convoyes extraordinarios no están pudiendo desarrollar su actividad por la violencia y amenazas de los piquetes, lo que dificulta conseguir camiones suficientes.
En estos momentos se encuentra bloqueado por los huelguistas un convoy de 50 camiones en el puerto de Huelva que, de no poder suministrar materia prima hoy a las fábricas de Andalucía y Extremadura, partir de mañana no se podrá servir pienso a las explotaciones ganaderas de esas regiones. Los problemas son extensivos a otras comunidades autónomas como Castilla-La Mancha o Canarias, en este último caso, donde las navieras han reducido las frecuencias desde la península por falta de carga.
Nos encontramos, pues, no sólo con un gravísimo problema económico y de bienestar animal, sino con un riesgo inminente de salud pública al no poder alimentar animales en las granjas.
Por último, la mayor parte de las fábricas de todo el país se encuentran desabastecidas tanto de materias primas esenciales para el pienso como de todo tipo de micro ingredientes, minerales y vitaminas. El poco pienso que se puede hacer llegar a las explotaciones se ve afectado así en su composición.
El Gobierno ha de establecer obligatoriamente unos servicios mínimos obligatorios que permitan el funcionamiento de servicios esenciales como los de las granjas y el abastecimiento del sector agroalimentario y garantizar su cumplimiento con los medios a su alcance, así como tomar medidas para impedir la acción de los piquetes.