Especial Tropicales: los reyes de Europa con la mejor calidad
Por Josep Sanchís.
El clima mediterráneo subtropical que se da en las costas de Málaga y Granada y único en todo el continente europeo, con temperaturas medias muy suaves en torno a los 20o que no bajan normalmente tampoco de los 0 grados durante más de dos horas seguidas y con una alta humedad, hacen que la Axarquía malagueña y la Costa Tropical granadina sean los paraísos de la fruta tropical en España y ofrezcan una amplia gama de formas, sabores y colores.
En este informe nos vamos a centrar en el reino tropical que conforman el aguacate, el mango, la chirimoya y el níspero que representan en total -junto a otras como por ejemplo la papaya- unas 25.000 has cultivadas en España y un 4% del total de las frutas. Son una alternativa a las actividades agrícolas más tradicionales y el crecimiento experimentado en los últimos años ha servido para abastecer los mercados europeos, pues no existe ningún otro país en Europa más que Israel y algo Italia con producciones de este tipo.
Decir fruta tropical o subtropical en España es asociarla inmediatamente a Andalucía. Prácticamente la mayor parte de la producción se sitúa, excepto una pequeña parte existente en Canarias y la Comunidad Valenciana, en la comunidad andaluza. Gracias a las condiciones climáticas que gozan esas zonas se convierten en idóneas para producir este tipo de cultivos con demanda creciente en el carro de la compra y representan el 100% de la cosecha en Europa.
Han pasado así de ser frutas exóticas a convertirse en productos cada vez más habituales de la cesta de la compra de los españoles y del resto de europeos. Esa cercanía a los mercados comunitarios frente a las importaciones de terceros países, sobre todo de Sudamérica con largos viajes por medio, permite a la producción española exponer la fruta a un mayor tiempo de maduración en el árbol y lograr así unos frutos de más calidad.
Producciones principales en España
El aguacate es el cultivo más extendido con 11.812 hectáreas cultivadas en España, según datos del pasado año del Ministerio de Agricultura, de las que 9.763 se encuentran en Andalucía (la mayoría en Málaga) y 1.607 en Canarias. La producción actual ronda las 93.000 Tn. España es líder en la Unión Europea como productor de aguacate, pero no tanto ya en ventas. El aumento del consumo ha hecho que si hace unos años se copaba el 40% del total de aguacate que llegaba a la UE, los datos actuales indican que ahora no llega al 15%.
La segunda producción más relevante es el mango con 4.440 has, de las cuales 3.970 están en Andalucía, con una producción que es un poco superior a las 28.000 toneladas. Su calendario de producción y recolección posibilita que sólo encuentre competencia en los mercados de los mangos de Brasil. La tercera fruta en importancia es la chirimoya que tiene una superficie cultivada de unas 3.000 hectáreas, prácticamente todas en Andalucía y concentradas casi en más del 90% en la Costa Tropical granadina. Su producción anual es de unas 44.000 toneladas. España es líder mundial en la producción de chirimoya y representa el 80% de la misma. Por último, tenemos el níspero, con una superficie de 2.425 hectáreas, y la producción se reparte al 50% entre Andalucía y la Comunitat Valenciana. La cosecha del pasado año ascendió a más de 28.000 toneladas.
Las frutas tropicales han pasado de ser consideradas exóticas a formar parte habitual de la cesta de la compra.
Situación del mercado
El comercio mundial de las importaciones de frutas tropicales tiene como principales destinos EEUU y la Unión Europea. En el caso del aguacate, por ejemplo, Europa se sitúa en segunda posición, importando el 38% del comercio mundial, siendo sus principales proveedores extracomunitarios Perú, Sudáfrica, Israel y Chile, aunque el principal productor mundial es México, al igual que sucede con el mango.
Precisamente el mango es uno de los cultivos al aire libre más rentable que existe y pocos pueden dar el beneficio que se logra con él. El del aguacate es superior, pero produce tres veces menos. Las exportaciones de mango se sitúan en torno a las 16.000 toneladas, manteniendo una tendencia creciente en la medida que entran en producción nuevas explotaciones. Sus principales destinos son Francia, Portugal, Alemania, Países Bajos y Reino Unido. En mango, Europa es el principal destino del comercio mundial (36%), y sus principales proveedores son Brasil y Perú.
Al contrario que los otros dos, la mayor parte de la producción de chirimoya se destina al mercado nacional para consumo en fresco. Es una fruta algo delicada que se puede estropear de forma rápida y fuera de nuestras fronteras no se acaba de entender un producto con tantas pepitas y un poco complicado de comer.
Problemas y retos de futuro
El desarrollo del sector de los subtropicales dependerá en parte de su propia capacidad para afrontar importantes retos relacionados con su estructura productiva y comercial.
La actual estructura productiva del sector de los subtropicales está caracterizada por su marcado carácter minifundista -el 45% de la superficie tiene menos de 5 hec
táreas-, lo que provoca problemas de rentabilidad de las mismas a pesar de tratarse de cultivos mejor remunerados que otros, pues un productor puede recibir de media 1,60 € por kg de aguacate y 1,30 por kg de mango, mientras que los que cultivan cítricos de variedades tradicionales pueden estar recibiendo una media de entre 0,20 a 0,30 €/kg.
En un mundo tan globalizado como el que vivimos la correcta identificación y diferenciación de un producto es caudal. Por ello desde la Asociación Española de Tropicales; que agrupa a más de 250 productores, se pretende diferenciar las producciones con la obtención de una Denominación de Origen Protegida. Sólo la chirimoya posee un Consejo Regulador D.O.P. ‘Chirimoya de la Costa Tropical de Granada-Málaga’ que defiende y protege un producto único y es la única fruta amparada con una marca de calidad en Andalucía.
Otro factor limitante de cara al futuro es la falta de agua que impide que haya más plantaciones, pese a que el ritmo de la demanda crece un 20% cada año y los precios de las frutas tropicales un 7%. La productividad en España es baja porque se riega con la mitad de agua, unas 6 toneladas de fruta por hectárea, mientras por ejemplo en Israel se hace con entre 12 y 14 toneladas.
Se habla de que en la costa occidental granadina y la oriental malagueña hay más de 10.000 hectáreas en las que podrían plantarse aguacates, circunstancia que permitiría duplicar la cosecha actual, pero es imposible por la escasez de agua. El sector ha propuesto la construcción de micropresas que eviten que el excedente de lluvias se vierta al mar o tuberías para conducir el líquido a depósitos donde quede almacenado, incluso sufragando parte de los gastos de esas inversiones.
La falta de agua impide que haya más plantaciones para duplicar la cosecha cuya demanda crece sin parar.
Durante un tiempo se investigó la opción de plantar aguacates en invernadero, pero la idea se ha desechado por sus costes inasumibles ya que el árbol es muy frondoso y su entrada en producción muy lenta. Sí que está funcionando el mango en invernadero y sobre todo la papaya, un cultivo tropical bastante rentable también. Su árbol es de vida corta -de 18 a 36 meses- pero muy productivo en ese tiempo. Las frutas pueden alcanzar un peso de 500 gramos de promedio y el agricultor puede llegar a cobrar hasta 3 € por kilo en caso de ser ecológica con destino a la exportación.
En este sentido, las producciones ecológicas de tropicales han crecido en Andalucía casi un 50 por ciento en los últimos cinco años, con la provincia de Málaga a la cabeza al concentrar el 70% de este tipo de producción (aguacate principalmente). El precio de las frutas tropicales ecológicas suele ser un 30% superior al de las convencionales. Los mercados europeos demandan cada vez más frutas bio.