Sostenibilidad y economía circular, ejes de la industria europea de procesamiento de subproductos animales
El Hotel Fairmont Rey Juan Carlos I ha acogido el Congreso anual que organiza EFPRA y que reúne a los principales actores que desarrollan su actividad en la industria de procesamiento de harinas y grasas animales. Durante el congreso, el director técnico EFPRA, Martin Alm, ha transmitido un mensaje de confianza a sus miembros: «Que estén orgullosos de hacer lo que hacen y que salgan a contar su historia de éxito.
Durante decenas, incluso cientos de años, el rendering de subproductos, ha sido el negocio de reciclaje más antiguo». Martin Alm ha animado al sector a dedicar recursos para contrastar su actividad de manera científica: «Tenemos que hablar de sostenibilidad, pero debemos hacerlo refrendándolo con números y tratando de compararnos con otros sectores, para saber si somos igual de sostenibles o incluso más sostenibles», ha destacado.
A la inauguración del congreso también ha acudido el nuevo presidente de EFPRA, Sjors Beerendonk, que sustituye en el cargo a Niels Leth Nielsen, y que se ha referido a los retos de futuro del sector como oportunidades: «Crece la población mundial y, a su vez, crece la demanda de carne y proteína animal. Como industria, tenemos un rol importante que jugar, que es el de cuidar el proceso obtención de subproductos animales. Por otro lado, tenemos que comunicar a la sociedad que nuestra piedra angular es la economía circular. Junto a la sostenibilidad, van a ser los términos clave a largo plazo«, ha destacado Beerendonk, que ha vaticinado una década próspera para la industria a la que representa.
Por su parte David Codina, presidente ANAGRASA, ha afirmado que el principal reto al que se enfrenta el sector en España es el de poder exportar a países terceros. «Después de superar el cierre de exportaciones tras la crisis de las vacas locas, se abre la oportunidad de exportar. Necesitamos el apoyo de la administración española para poder hacerlo. Nuestros colegas europeos van un poco más avanzados que nosotros a ese respecto, a nosotros nos cuesta algo más», ha espetado.
Simposio técnico
Durante la primera jornada del Congreso se ha celebrado un simposio técnico en el que se han dado a conocer distintos estudios e iniciativas de interés para el sector de los Subproductos de Origen Animal No Destinados al Consumo Humano (SANDACH). Entre estas iniciativas, el Instituto Global de ACV de la alimentación (GFLI), una base de datos pública que servirá para medir el impacto de las emisiones de la cadena de productos relacionados con la ganadería. Según Sebastian Csaki, asesor ejecutivo de la Federación Internacional de la Industria de Piensos (IFIF), «esta herramienta de carácter global y avalada por la FAO servirá para conocer de manera metodológica en qué puntos hay más impactos sobre la huella ambiental, para así poderlos reducir». Por su parte Chris Thornton, responsable de la Plataforma Europea de Fósforo Sostenible (ESPP), ha abordado las políticas de economía circular de nutrientes en la Unión Europea, centrándose en las oportunidades y retos regulatorios para SANDACH en fertilizantes: «La enmienda relativa a los subproductos animales aún tiene que debatirse por lo que desconocemos, por ejemplo, qué productos en base a cenizas van a poder usarse como fertilizantes. Por otro lado, ya hay empresas haciendo ensayos en los que sustituyen la fósforo por ceniza, con resultados similares».
En el simposio técnico también ha participado la científica Carolina Probst, del Instituto Friedrich-Loeffler, que ha detallado el papel de los cadáveres de jabalí en la epidemiología de la Peste Porcina Africana (PPA), una enfermedad que tiene en vilo a la cabaña ganadera europea y cuya propagación es difusa: «Los restos de cadáveres pueden ser infecciosos de PPA incluso un mes después de haber fallecido el animal», ha advertido esta investigadora. La jornada ha finalizado con la intervención de otro investigador, Marinus van Krimpen, en este caso de la Universidad de Wageningen, que ha presentado un estudio que demuestra que las proteínas animales transformadas (DAP) pueden reemplazar a la harina de soja en las dietas de engorde de pollos. «Hay que tener en cuenta que la demanda de proteína animal se va a duplicar de aquí a 2050 y que, según la FAO, sólo resta un 5% de tierra arable por utilizar. Por otro lado, el valor nutricional de dietas PAP1 y PAP2 tienen rendimientos similares al de las dietas en base a harina de soja», ha detallado.