Sembradoras a la vanguardia en autonomía, precisión y tecnología
El sector de la maquinaria agrícola está viviendo un interesante impulso, gracias a aspectos clave como la tecnificación, automatización y la digitalización. Las sembradoras son un ejemplo claro en este proceso imparable de innovación.
Por Carmen Egea Santiago, periodista agroalimentaria
En términos generales, y según los datos del MAPA, en agosto de 2024, se inscribieron un total de 2.398 máquinas nuevas, entre automotrices, arrastradas o suspendidas y remolques en el ROMA. Una evolución mensual que refleja un aumento del 17,7% en 2024 con respecto al mismo período del año anterior.
En lo que se refiere a exportaciones, durante los últimos 3 años, la maquinaria agrícola española, ha mantenido un claro aumento con un crecimiento del 13,10% entre 2021 y 2022. Según fuentes consultadas de AGRAGEX, mientras que “2023 fue un año difícil para las exportaciones, en el que muchos sectores tuvieron una caída, este sector consiguió aumentar sus exportaciones en un 3,93%”. Para el ejercicio actual, tan solo hasta el mes de agosto, comparado con años anteriores durante este periodo, nos posicionamos un 1,57% por encima de lo exportado en el mismo periodo de 2023. Esto nos hace prever que “si el último cuatrimestre del año mantiene esta tendencia, este sector registraría un crecimiento progresivo durante los últimos 4 años”.
Las exportaciones del sector de componentes, también experimentaron un crecimiento del 16,73% de 2021 a 2022, para luego disminuir un 12,16% en 2023. Según las mismas fuentes, “esta tendencia negativa se ha prolongado hasta agosto de 2024, mostrando una caída del 12,90% en el mismo periodo del ejercicio anterior”. Así que, a diferencia de la maquinaria agrícola, no se prevé que el sector de componentes pueda darle la vuelta a la situación para poner fin a la caída de sus exportaciones, al menos durante lo que queda de 2024.
Con cifras sobre la mesa, el sector de la maquinaria agrícola exporta alrededor de los 300 millones de euros en los últimos 3 años, mientras que los componentes tienen una cifra más pequeña, con cerca de los 150 millones de euros en los últimos años. Los mercados más importantes son Francia, Portugal e Italia en el caso de la maquinaria agrícola y Francia, Alemania y Portugal en el caso de los componentes agrícolas.
Las sembradoras suben su nivel tecnológico con ISOBUS
Actualmente, “la digitalización y la robótica han conseguido aumentar la precisión y el ahorro de inputs en las labores agrícolas, haciéndolas más sostenibles”, como avanza Julio Gil Castro, gerente de Sembradoras Gil. Y concretamente si nos referimos a las sembradoras, “el autoguiado, el sistema ISOBUS con dosis variable y el corte por tramos, facilitan el trabajo y ahorran tiempo al usuario”, siendo unos de los avances más importantes.
Coincide con esta afirmación, Jordi Badiola, director de Producto Siembra y Laboreo, para implementos Kubota, para quien “la entrada en el mercado de ISOBUS y la digitalización, han permitido dosis de siembra variable, en función mapas de prescripción; control de secciones; optimización de dosis de siembra, basado en datos acumulados; información por satélite e integración”. Asimismo, añade que la tendencia es “analizar, sobre la marcha, las dificultades que la sembradora se encuentra en el suelo, adaptar profundidad y presión de siembra, en función de las necesidades reales del campo. Para lo que cabe mencionar la sembradora Kubota PP GEOFORCE, con la que “se consiguen mejoras del rendimiento del cultivo de hasta un 10%”.
Unos avances que se pueden visibilizar en la capacidad de disponer de máquinas 100% autónomas trabajando en el campo, “que aseguran trazabilidad, alta eficiencia y rendimiento”. Por ello, “la implementación de sistemas para corte de secciones, dosificación variable en base a mapas de prescripción y sistemas de conteo de semillas” supone un plus, concluye Sergio Grau Boix, director comercial de AGGROUP. Estos avancen permiten que “el operador con configuraciones cada vez más sencillas, sea capaz de gestionar programaciones tanto en dosificación variable como en automatización de maniobras en los diferentes implementos”. Además supone una importante revolución “el sistema de trasmisión remota de mapas de prescripción y tareas directamente desde la oficina de ingeniería agrícola tanto a los tractores como a los implementos”.
Tendencias de mercado
Los usuarios, cada vez más formados, exigen equipos cada día más grandes, dotados con sistemas de alta tecnología. Algo que para AGGROUP no ha pasado desapercibido, encontrándose entre su público a los “nuevos jóvenes agricultores que pasan a desempeñar labores de empresas de servicios agrícolas”. Es por ello que entre las novedades de su gama de sembradoras menciona “los sistemas de siembra directa, mínino laboreo y combinados convencionales tanto de Sky Agriculture como Alpego, que aportan la última tecnología del sector a la siembra profesional”.
El mercado “tiende claramente a la renovación del parque de maquinaria, favoreciendo la incorporación de sistemas tecnológicos cada vez más sofisticados”. Algo que Andrés Grande Melgosa, responsable de producto en MASCHIO GASPARDO, considera muy positivo, “pero que debido a la situación económica del sector, puede verse ralentizado”.
Sin embargo, para él está claro que el sector está inmerso en un cambio “motivado por la falta de relevo generacional y el aumento de los costes de producción”, lo que hace que “cada vez haya menos empresas en el campo, pero más grandes y que realizan muchos trabajos a terceros”. MASCHIO GASPARDO, busca por ello dar respuesta a las necesidades de cada explotación independientemente del tamaño con una gama de producto muy amplia. Así, la tendencia en los últimos años “está permitiendo introducir equipos más grandes y tecnológicamente más punteros, con mayor aceptación entre las medianas y grandes empresas”. Aunque éste es un aspecto que está muy ligado a la disponibilidad de subvenciones económicas.
Es indudable que se está produciendo un avance constante en los productos, debido a que el agricultor más profesional demanda más metros, más capacidad y más autonomía para aumentar su productividad, añade Gil Castro. En cuestión de tendencias, Kubota tiene claro que éstas no son uniformes, ya que cada país o zona europea tiene tendencias distintas. Así es evidente cómo en España, “hay mucha vinculación de la digitalización en siembra directa”, pero en otros países lo hacen como el cultivo intermedio a integrar en la siembra. Como proveedor de máquinas de alto rendimiento y de capacidad de trabajo, su objetivo es “ser el proveedor principal o primario para conseguir cuota de mercado en este sector”.
Así, asegura “se centra en el sector empresas de servicios y explotaciones medias – grandes”, señalando Badiola, que “el tamaño de explotación media no es el mismo de hace 15 años”, detectándose una evolución de las fincas medias, de lo que antaño era una finca familiar de 100 hectáreas, ahora es de 300 hectáreas o más; con capacidad para optimizar su rentabilidad, haciendo que la capacidad de trabajo de las sembradoras requiera mayor rendimiento”.
Un aspecto puede estar vinculado a un relevo generacional, “donde quien trabaja la tierra es el joven de la familia”, aunque el cabeza de familia siga estando. En el sector del contratista, también observan que cada vez son mayores. Antes hacían lo suyo y lo de los vecinos, pero ahora no. Necesitan rentabilizar sus máquinas en 5 años. Luego dichas máquinas sí pueden ir a parar a manos de explotaciones familiares.
Digitalización, automatización y confort
Si hay un punto de equilibrio entre la digitalización, el confort y la tecnología, esa es la automatización. Para Jordi Badiola, “la máquina debe analizar la situación real del campo y reaccionar de forma automática, para que los ajustes necesarios no obliguen al agricultor a bajar de la cabina”. Para ello, “se preprograma o se vincula la dosificación de la máquina a análisis de la imagen, mapas de prescripción de siembra”.
Andrés Grande Melgosa, responsable de producto en MASCHIO GASPARDO, destaca a su vez que “tecnología y confort van de la mano”, permitiéndonos “la automatización de procesos reducir la carga de tareas a desempeñar por el operador o el gestor agrícola a la hora de realizar cualquier labor”. Por eso, “durante el trabajo en campo, la incorporación de nuevas tecnologías reduce considerablemente la necesidad de que el operador realice ajustes repetidamente en el equipo empleado”.
La digitalización, en la labor de gestión agrícola, “permite controlar de manera mucho más eficiente las tareas realizadas y la gestión de la flota sin necesidad de evidenciar físicamente lo que sucede”. Grande Melgosa, asegura que “la introducción de los primeros vehículos autónomos autopropulsados , permitirán en un futuro próximo la digitalización completa del sector primario y la no dependencia del factor humano para algunos trabajos directos en el campo”.
En lo que a sembradoras se refiere, destaca “la incorporación de nuevas tecnologías que permiten dosificar de forma extremadamente precisa, sin exceder cantidades necesarias para minimizar costes y reducir impacto ambiental, así como la capacidad de realizar trabajos pre escritos que minimizan solapes y optimizan la aplicación en campo”.
Entre las grandes novedades de su gama de sembradoras, está la introducción de sembradoras de cereal neumáticas combinadas OPERA con protocolo de comunicación ISOBUS, que ofrece la posibilidad de realizar aplicación multiproducto y desempeñar todas las funciones de Agricultura de Precisión. Además del nuevo software de control ISOBUS en plantadoras de alta velocidad CHRONO, que permite controlar secciones y realizar dosificación variable en cada elemento y 3 tipos de producto diferente (Semilla, Fertilizante y Microgranulado). Ahora su próximo reto se centra en la introdución de vehículos autopropulsados y autónomos a nivel de maquinaria global y crecer y asentarse en gamas de producto como abonado y pulverización en el mercado nacional.
Es por ello que la digitalización, el confort, la automatización y la tecnología, son términos que van estrechamente ligados, puesto que el objetivo no es otro que lograr una mayor rentabilidad, buscando el mayor confort y menor esfuerzo poder aumentar la productividad. Como objetivo fundamental de facilitar las tareas y las labores la automatización y la tecnología, vienen a dar respuesta también a una realidad recurrente en el sector agro: la falta de personal para realizar tareas como la recolección. Sin embargo, a esta tendencia tecnológica, se le suma un problema en el servicio de postventa, como señala Gil Castro, “la falta de personal cualificado para atender los problemas técnicos”. Un nicho de mercado al que sin duda las empresas de maquinaria y de industria auxiliar seguirán valorando, puesto que el gran cambio en el mundo rural, sigue siento la evidente disminución del número de agricultores, a lo que la maquinaria tecnológicamente más avanzada viene a dar respuesta, con mayor autonomía, funcionalidades, tecnología y rendimiento.
Reportaje publicado en la revista ECA Agri ED. 12