Se prevé una cosecha más corta pero de gran calidad en el Marco de Jerez
Desde el pasado 17 de agosto, se viene desarrollando la vendimia en el Marco de Jerez, marcada por las condiciones meteorológicas y bajo las previsiones de una cosecha más corta pero de gran calidad. Así, y aprovechando los momentos de tregua que ha venido dando el viento de Levante, los primeros lagares comenzaron por esa fecha a molturar la uva para la producción de vinos amparados por las denominaciones de origen.
Como siempre, la vendimia viene condicionada por las circunstancias meteorológicas registradas durante los últimos meses, si bien este año hay que destacar lo inusual de las mismas: un año relativamente seco, con cantidades en general por debajo de los 500 litros por metro cuadrado (lo habitual es que se superen los 600), y ello a pesar de las lluvias torrenciales que afectaron a esta zona produtora el pasado mes de mayo.
Por otra parte, los vientos de levante han sido la tónica durante buena parte del mes de julio y toda la primera quincena de agosto. Como es sabido, el levante –viento que procede del interior, cálido y seco– tiene una incidencia directa sobre la maduración de la uva, pero también sobre su peso, al contribuir a la disminución de la cantidad de agua que contiene el fruto.
La menor pluviosidad de esta campaña, unida a los persistentes vientos de levante del verano, determinarán una cosecha significativamente inferior pero de excelente calidad
No obstante, y desde el punto de vista sanitario, tras los episodios de Mildiu que afectaron gravemente a algunos viñedos próximos a la costa tras las lluvias de primavera, el predominio del viento de levante ha actuado, precisamente, como perfecto antídoto contra cualquier otro tipo de plagas o enfermedades de las habituales en el Marco. Como consecuencia de todo ello, las primeras uvas que han entrado en los lagares presentaban un aspecto muy sano, además de una graduación relativamente alta, por encima de 11,3º Baumé.
Por lo que respecta a las primeras estimaciones de producción, todo apunta a una cosecha significativamente inferior a la del año pasado. Hay que recordar que la de 2015 fue una vendimia muy abundante, con más de 76,4 millones de kilos recogidos y una media de producción por encima de 11.680 kilos por hectárea.
En términos de superficie en producción, ésta apenas ha sufrido modificación respecto de la vendimia anterior, con un total de aproximadamente 6.600 hectáreas dedicadas a la producción de uva con destino a los vinos y vinagres amparados por nuestras Denominaciones de Origen.