Se aprueba el informe de la Estrategia de la Granja a la Mesa
El Pleno del Parlamento Europeo ha aprobado por 452 votos a favor, 170 en contra y 76 abstenciones su Informe sobre la Comunicación de la Comisario relativa a la Estrategia de la Granja a la Mesa.
El texto aprobado tiene una novedad con respecto al texto de las Comisiones de Agricultura y Medioambiente en septiembre pasado. La nueva enmienda aprobada en este Plenario hace referencia a la necesidad de tener en cuenta el Estudio de Impacto del Centro de Investigación de la Comisión Europea (JRC).
Este estudio indica que la implementación de esta estrategia puede tener consecuencias en el sector agrario europeo, vaticina una reducción de la producción agraria de la UE con una caída de rendimientos de hasta el 17% en algunas producciones y países, un aumento de precios a los consumidores de hasta el 45%, una bajada de exportaciones y un aumento de las importaciones.
A pesar de que este estudio de impacto indica que puede haber una reducción de emisiones de CO2, metano y nitrato, reconoce que, sin medidas de protección en frontera, y sin un cumplimiento de los mismos requisitos medioambientales a las importaciones de terceros países, más de la mitad de esa cantidad de emisiones se fugarían hacia terceros países por la deslocalización de la producción. Estas conclusiones coinciden con otros estudios de impacto realizados por la Universidad alemana de Kiel y la holandesa de Wageningen publicados durante las últimas semanas.
Cooperativas Agro-alimentarias de España lamenta un debate sobre este Informe del Parlamento Europeo sin contar con una evaluación de impacto, lo que ha limitado el calado y la construcción de un debate más realista que tenga en cuenta la reducción de la competitividad del sector de la UE.
El Informe realiza algunas propuestas que pondrían en peligro la soberanía alimentaria de la UE al depender de las importaciones de terceros países para alimentar a los europeos, pero también la viabilidad económica de los productores y sus cooperativas europeas.
En concreto, el Parlamento Europeo apoya los objetivos de reducción de pesticidas y fertilizantes propuestos por la Comisión Europea y pide que sean vinculantes, algo que podría ser nefasto para el sector ya que estos porcentajes de reducción son fijados políticamente sin tener en cuenta los datos científicos y las alternativas reales con las que cuenta el sector para poder adaptarse a dichas metas.
Sin embargo, hay otros aspectos que Cooperativas Agro-alimentarias de España valora del informe, como el trabajo realizado por los europarlamentarios españolas defendiendo las enmiendas en beneficio del sector de nuestro país.
En concreto, el Informe reconoce la importancia de las cooperativas agroalimentarias y las organizaciones de productores para hacer a los agricultores más resilientes en el mercado y avanzar hacia una mayor sostenibilidad económica. Destaca a las cooperativas como un instrumento esencial para aumentar el valor añadido de los productos de los agricultores, mejorar su peso en la cadena alimentaria y ofrecer servicios que no obtendrían de forma individual. También reconoce a la producción integrada como otra forma de producción sostenible medioambientalmente y no sólo la agricultura biológica que es la que la Comisión Europea contempla en esta Estrategia.
La agricultura y ganadería europea representan el 1% de las emisiones de CO2 a nivel mundial, han reducido sus emisiones desde 1990 un 20%, disminuyendo también las emisiones de nitratos un 18% y los antibióticos un 34% desde 2008, datos que fueron eliminados en la última versión de la Comunicación de la Estrategia Granja a la Mesa. Por lo tanto, la contribución del sector productor europeo no es sólo alimentar a los europeos, sino también luchar contra el cambio climático siendo el único sector económico que captura carbono.
Para Cooperativas Agro-alimentarias de España lograr una agricultura mundial más sostenible pasa por trabajar para que los países terceros adopten las prácticas y las reglas que los productores europeos implementan ya, en vez de imponer nuevas reglas y limitaciones que provocarán una bajada de producción y aumento de importaciones provocando una fuga de emisiones fuera de la UE.
Las medidas que pongan en marcha para implementar la Estrategia de la Granja a la Mesa deben ser un espejo para las importaciones de terceros países, de lo contrario habrá una deslocalización de la producción agraria hacia otros países, situación muy perjudicial para el sector productor y para los consumidores, cuya alimentación pasaría a depender de terceros países.
Nuestra Organización defiende un sistema alimentario europeo más sostenible desde el punto de vista medioambiental, económico y social. La pandemia ha demostrado la importancia de tener un sector agroalimentario europeo eficiente y no depender de las importaciones de terceros países.
Por ello implementar estas propuestas de la Estrategia de la Granja a la Mesa deben tener en cuenta los estudios de impacto, además de la vialidad económica y social del sector, para no poner en peligro el futuro de las zonas rurales y la alimentación de los europeos.