Postcosecha de melón y sandía: consejos para su mantenimiento
La recolección del melón y la sandía en España se concentra en los meses de julio, agosto y septiembre; sin embargo, tras este periodo sigue habiendo una gran demanda, por lo que poder mantener el fruto en perfectas condiciones para poder comercializarlo cuando ya no hay producción directa de campo se convierte en una necesidad.
Para asegurar la máxima calidad con la que llega la fruta al consumidor final hay que tener presente que tan importante es tratarla cuando está en el campo como seguir un correcto proceso poscosecha. De este modo, se evitarán carencias de sustancias en el producto cuando está madurando, se reducirá el riesgo de sufrir plagas durante el cultivo y se mejorará su calidad, prolongando su vida comercial y asegurando un buen mantenimiento que satisfaga la demanda de los consumidores durante unos meses más.
Enfermedades y problemas en la postcosecha de melón y sandía
Tras la recolección de la cosecha de melón y sandía pueden aparecer distintos problemas como son alteraciones fisiológicas, alteraciones fúngicas o enfermedades causadas por bacterias.
- Alteraciones fisiológicas:
- Causadas por la climatología. Pueden ser propiciadas por el sol, como las quemaduras, o por el frío durante su almacenamiento.
- Fruto hueco debido a desequilibrios hídricos o al uso de fitohormonas.
- Rajado por desequilibrios hídricos durante la fase de formación del fruto.
- Vitrescencia causada una vez madurado el fruto.
- Alteraciones fúngicas:
- Fusarium cucurbitae: En los melones que han sufrido golpes y magulladuras la corteza se pone blanda y acuosa, con lesión en forma de cráter redondo y poco profundo. El micelio del hongo es blanco o rosado y se extiende en forma de pequeños pinceles.
- Colletotrichum lagenarium: La enfermedad que causa se conoce como antracnosis o niebla. Los frutos afectados presentan manchas redondas agrietadas primero de color pardo y posteriormente negro, cubiertos de puntos rosados.
- Phytophthora sp: Este hongo produce manchas en la corteza, ligeramente hundidas y de borde rojizo. La corteza acaba arrugándose y el melón se aplana bajo su propio peso.
- Cladosporium cucumerinum: Suele aparecer durante el transporte y almacenamiento de los frutos, a veces con especial virulencia. Produce unas manchas pequeñas, cóncavas y oscuras.
- Rhizopus nigricans: Produce una podredumbre acuosa y de rápida extensión a temperaturas medianamente frías. La pulpa se reblandece y desprende un olor ligeramente agrio.
- Botrytis cinerea: Conocido como ‘moho gris’, crece incluso a bajas Temperaturas y humedad ambiente.
- Bacterias:
- Erwinia aroideae: también conocida como ‘podredumbre blanda bacteriana’, se caracteriza por el hundimiento de la corteza y exudado posterior. Suele presentarse en frutos lesionados con recolecciones lluviosas y cálidas.
- Pseudomonas lacrimans: aparecen manchas con aspecto acuoso que posteriormente se tornan de color marrón oscuro.
Soluciones de Decco para la postcosecha de melón y sandía
El uso de distintos productos pueden ayudar a mejorar la naturaleza y prolongar la vida poscosecha, además de combatir las deficiencias durante su cultivo. Por ejemplo, la utilización de fertilizantes foliares como Deccoshield Melón y Sandía durante su crecimiento ayuda a corregir deficiencias de sustancias como el calcio.
Concretamente, Deccoshield Melón y Sandía es un fertilizante foliar indicado para la corrección de deficiencias de calcio en estos dos cultivos. Este producto forma una fina película de partículas sobre la planta, lo que le permite una mejor absorción del mismo. Además, el calcio induce resistencia mecánica en la planta frente a factores abióticos y actúa como osmoprotector y protector frente a la exposición solar, evitando quemaduras.
Por otro lado, si lo que se busca es un tratamiento que alargue la vida comercial de los frutos en postcosecha, en Decco Ibérica disponen de una serie de soluciones específicas, entre las que destacan las siguientes por su efectividad:
- Naturcover Melón: Consiste en un recubrimiento comestible que se aplica sobre la superficie de los melones para mantener un aspecto fresco durante la comercialización y retrasar la aparición de síntomas de senescencia. Entre sus ventajas resaltan la reducción de pérdida de peso, un aspecto natural de la fruta, alargamiento de la vida comercial, retraso de la aparición de los signos de senescencia de la piel, así como retraso de la maduración.
- Citrashine Melón: Tratamiento postcosecha en forma de cera que se aplica sobre la superficie de los melones para mejorar su aspecto y evitar pérdidas de peso y envejecimiento. Presenta una cobertura homogénea de la piel de los melones, buenas propiedades de secado y aporta un brillo excelente. Entre sus ventajas se encuentran la reducción de la pérdida de peso, el alto brillo, el aumento de la vida comercial del fruto y la buena calidad en conservación.
- Deccozil S-7: Tratamiento fungicida para uso en postcosecha contra hongos causantes de podrido en melón. Destaca por ser un fungicida antiesporulante contra Penicillium spp, eficaz también contra Diplodia y Phomopsis. Está formulado con Imazalil sulfato al 7’5% y se puede aplicar mediante disolución acuosa o por pulverización directa sobre la fruta.
Gracias a la aplicación de estos productos es mucho más sencillo conseguir la calidad deseada de los frutos, previniendo posibles efectos negativos tanto durante la cosecha como a posteriori en el periodo post-recolección. Todo ello posibilitará cubrir la demanda del mercado sin ningún tipo de contratiempo.
Fuente: Decco
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