¿Por qué la mandarina Leanri es diferente?
Hoy queremos destacar las principales características de Leanri, las cualidades excepcionales de esta mandarina, que la hacen única en el mercado y la diferencian de otras variedades tardías.
Una de las principales diferencias de la mandarina Leanri es su calibre, que la convierte en una opción atractiva tanto para productores como para consumidores finales que buscan una fruta de calidad.
Destaca grandiosamente por su capacidad de conservación, no solo mantiene su calidad en el árbol, sino también después de ser recolectada.
Aunque lo que realmente marca la diferencia es su carácter sostenible. Gracias a su resiliencia frente al cambio climático, Leanri requiere menos agua y fertilizantes, lo que no solo reduce su impacto ambiental, sino que también mejora la rentabilidad para los productores. Además, Leanri es bee-friendly, lo que la convierte en una opción muy apreciada por los consumidores. Al no inducir la formación de semillas por polinización cruzada, la fruta es más cómoda y agradable de consumir.
Además de ser la más grande por su calibre, su capacidad de conservación y su carácter sostenible, Leanri es la más grande por sus excelentes cualidades organolépticas. Leanri se distingue por su forma redonda, su piel lisa y su color naranja intenso. Es una mandarina muy aromática, con un sabor inigualable y una gran cantidad de zumo. Esta mandarina es un auténtico placer para el paladar: dulce, jugosa, y con el toque perfecto de acidez que la convierte en una experiencia única. Su sabor, perfectamente equilibrado, es lo que la convierte en una de las mandarinas más destacadas del mercado.
Recientemente, nos adentramos en los campos de Bagu, en Huelva, para entrevistar a Martín Traver Gual, Supervisor de Calidad en Campo, y Diego Claramonte Manrique, Técnico Agrícola. Nos corroboraron su calibre, su buen comer, su excepcional sabor, y confirmaron que esta variedad es absolutamente sostenible (aún más en esta zona) al requerir menos agua para su cultivo y destacando también por su alto rendimiento.
Los expertos coinciden en las bondades de Leanri: fácil pelado, de buen calibre, un sabor inigualable, un color que impresiona a simple vista y ausencia de semillas. “Desde la primera persona que la prueba, ya está convencida de sus características de sabor”, comenta Diego Claramonte Manrique, Además, Leanri “deja un sabor que incita a querer comer otra”, añade Martín Traver Gual.
Lejos de ser solo una mandarina de sabor excepcional, Leanri es un claro ejemplo de cómo la agricultura puede ser más sostenible, adaptable al cambio climático y rentable para los productores, demostrando que la calidad y la sostenibilidad van más que nunca de la mano.