Planas: “Aumentar el contenido en carbono del suelo es un reto y una oportunidad”
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha remarcado que “aumentar el contenido en carbono del suelo es un reto y una oportunidad”. Ha añadido que los desafíos ambientales derivados del cambio climático requieren de soluciones eficaces que incentiven prácticas agrarias beneficiosas para el medio ambiente y que mejoren la rentabilidad.
Luis Planas ha participado, en Valencia, en la inauguración del II Encuentro Internacional Renowagro, un foro para el análisis de los recursos renovables para la sostenibilidad del sector agroalimentario, que durante los días 23 y 24 de noviembre va a centrar sus debates en los retos y oportunidades que ofrece la gestión sostenible de los suelos para la agricultura del siglo XXI y para la sociedad en general. Este es el primer viaje oficial de Luis Planas tras su confirmación como ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación para esta nueva Legislatura.
En las jornadas que se celebran bajo el título “Gestión sostenible de los suelos: Desafíos para la sociedad del siglo XXI”, el ministro ha valorado el esfuerzo conjunto de administraciones públicas, comunidad científica, las distintas iniciativas públicas y privadas, y el propio sector agrario para poder contar con suelos sanos que garanticen el futuro de la alimentación y del planeta. Un reto en el que “si trabajamos todos juntos, en la misma dirección, podremos dar respuesta a los grandes problemas para alcanzar un futuro positivo”. Según ha recalcado, la vinculación de la investigación, el desarrollo tecnológico y la producción agroalimentaria es fundamental para garantizar la salud de los suelos y la seguridad alimentaria.
Planas ha valorado la oportunidad de este encuentro, ya que España cuenta con un sector agroalimentario potente y diverso a escala mundial, cuya vitalidad supone un importante motor económico y elemento vertebrador del medio rural. De hecho, España es el cuarto país exportador de alimentos de la Unión Europea y el séptimo del mundo.
Para consolidar esta posición de liderazgo, el ministro ha apuntado la necesidad de lograr explotaciones más sostenibles desde el punto de vista ambiental, económico y social. A este respecto, ha asegurado que su principal objetivo como ministro es que esa transición hacia una producción más sostenible vaya acompañada de una mayor rentabilidad. En palabras del ministro, “los desafíos medioambientales no esperan y debemos ser capaces de resolverlos, para conseguir que la sostenibilidad sea rentable; porque si no es rentable, no será sostenible”.
El ministro considera que los desafíos ambientales derivados del cambio climático y de la pérdida de biodiversidad, que ya afectan a la agricultura y la ganadería, son un reto y requieren de soluciones rápidas y eficaces que incentiven prácticas beneficiosas para el medio ambiente y el clima, y que mejoren la rentabilidad de las explotaciones.
En concreto, España pierde unas 3,9 toneladas de suelo agrícola por hectárea y año debido a la erosión hídrica, cuando la media de la Unión Europea está en 2,5 toneladas (según el Joint Research Center). “Los problemas ambientales hay que resolverlos aquí y ahora” ha afirmado, porque un suelo sano es más productivo y a menor coste, ya que son menos vulnerables a la sequía y la erosión.
Para proteger la calidad de los suelos, ha recordado que el Gobierno aprobó en 2022 la Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación, en línea con la Estrategia de la Unión Europea para la Protección del Suelo. El principal objetivo de esta iniciativa es lograr unos suelos sanos, que mantengan su capacidad de proveer bienes y servicios a la sociedad.
El ministro ha apuntado que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación trabaja en el reto de facilitar a los agricultores una buena gestión de los suelos, que mejore los rendimientos y los servicios que prestan en la protección del medio ambiente. En este sentido, se ha referido al real decreto de nutrición sostenible de los suelos agrarios, como normativa básica que busca racionalizar las labores de fertilización y preservar y vigilar el estado de dichos suelos.
En el marco de la Política Agraria Común (PAC), ha incidido en la importancia de los ecorregímenes como herramienta que incentiva económicamente la adopción de prácticas agrarias y ganaderas más respetuosas con el medio ambiente. Y ha mencionado otras iniciativas, como la colaboración con la Asociación Española de Agricultura de Conservación; la colaboración española, junto a Francia y Alemania, en la iniciativa 4 por 1000; la participación en la Alianza Mundial por el Suelo de la FAO; o las inversiones de los fondos Next Generation en maquinaria más eficiente en el tratamiento de los suelos.
En el ámbito de la investigación, ha valorado el acuerdo firmado por el Ministerio con INIA–CSIC para establecer el Plan de seguimiento del impacto de las medidas de la PAC, que va a permitir analizar el contenido de carbono en un total de 16.000 parcelas agrarias en el periodo 2023-2029.