La inestabilidad de los precios marca la campaña de patata
El sector de la patata en España continúa con la lucha para estabilizarse y salir del ciclo de declive en el que tradicionalmente se ha visto inmerso. Actualmente, el cultivo de este tubérculo está marcado por la caída de las cotizaciones, cuyo origen no se encuentra en un exceso de oferta.
Por Judit Cortés, periodista agroalimentaria.
La patata es uno de los cultivos alimenticios más importante del mundo en términos de consumo humano. Desde su llegada a Europa en el siglo XVI se ha convertido en un alimento fundamental en la dieta del hombre. Además, se emplea como planta forrajera, ya que suministra alimento para el sector de la ganadería y sirve de materia prima a la industria del almidón y el alcohol.
Aproximadamente 1.400 millones de personas consumen este cultivo regularmente (más de 50 kg al año). La producción total mundial del cultivo ya en 2016 sobrepasaba los 376 millones de toneladas, en una superficie que giraba en torno a los 20 millones de hectáreas (según los datos recogidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
La patata se cultiva en más de 100 países, en clima templado, tropical y subtropical. Sin embargo, generalmente está catalogado como un cultivo de clima templado, para cuya producción se estima un abanico de temperaturas cuyos límites se encuentran en temperaturas inferiores a 10° C y superiores a 30°, las cuales al sobrepasarse perjudicarían el correcto desarrollo del tubérculo. Para lograr una producción óptima las temperaturas han de oscilar entre los 18° a 20° C.
Centrándonos en Europa, todos los pronósticos para esta campaña estiman una cosecha con una media superior a los 55 millones de toneladas. Durante la mayor parte del siglo XX, Europa fue el primer productor mundial de patata del mundo, y, actualmente, siete países del continente (entre los que se encuentra España) se posicionan entre los diez primeros productores del planeta, lo que representa el consumo más grande del mundo (casi 90 kilogramos por persona al año), según datos de la FAO.
Consumo actual en España
Según los datos proporcionados por el Informe de Consumo Alimentario (2018), del presupuesto de los hogares españoles para alimentación y bebidas en el hogar, se dedica el 1,62% a la compra de patatas, alcanzando un gasto per cápita de 24,20€ por persona y año (+3,6% de evolución), y un consumo per cápita de 28,18 kg por persona y año, lo que supone una caída del 1,4% respecto al año anterior. Respecto, a las estimaciones de producción de la cosecha 2019 en el territorio nacional, estas indican, respecto a la anterior campaña, ascensos en la patata temprana (+24,4%) y en la de media estación (+2,9%), según el informe de los Avances de superficies y producciones de cultivos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Dentro del panorama nacional, el MAPA estima que la mayor comunidad productora en esta campaña será Castilla y León, la cual obtendrá una producción de patata que rondará las 810.212 toneladas. Dentro de esta comunidad, Valladolid se situará como el mayor productor con 218.210 toneladas.
El MAPA estima que la mayor comunidad productora de patata para esta campaña será Castilla y León
Castilla y León es la principal comunidad productora de patata de España. En este territorio se produce cerca de un millón de toneladas anualmente, con una superficie que gira en torno a las 20.000 hectáreas, y que aglutina el 40% de la producción española. Además, las características que presenta este territorio la sitúan como una región en posición de aumentar su liderazgo en este sector.
En segundo lugar, como productora nacional, las estimaciones posicionan a Galicia con 368.480 toneladas y Andalucía con 224.061 toneladas. Dentro de la comunidad andaluza destaca la producción principalmente de patata temprana, la cual ha salido del ciclo negativo que llevaba, se ha estabilizado y presenta un futuro bastante prometedor en España.
Precios
Según las estadísticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, desde enero de 2019 la cotización media más alta de la patata española se situó en 49,27 céntimos/ kg, una cantidad que se alcanzó en la semana 16 (del 15 al 21 de abril), cuando la recolección estaba marcada por las patatas extratempranas de Andalucía. Sin embargo, los últimos datos de precios medios de producción publicados por el MAPA y correspondientes a la semana 35, del 26 de agosto al 1 de septiembre, los sitúan en 23,04 cént./kg. Estas cifras contrastan con el precio medio de las patatas en 2018, el cual se fijó en 0,86 €/kg, con una variación positiva del 5,1%.
La necesidad de una Interprofesional
Ya en un segundo plano, el sector de la patata demanda la necesidad de la creación y aprobación de su Interprofesional; este órgano, ya constituido, pretendería acabar con la volatilidad de los precios y la incertidumbre sobre las rentas de los productores, y sería la voz oficial del sector.
La Interprofesional de la Patata se presenta así como un instrumento de autorregulación que permitiría conseguir la ansiada armonía entre productores y consumidores. Su objetivo es ejecutar actividades que busquen el beneficio de todos los eslabones de la cadena implicados en el sector a través de dos ramas profesionales: la productora (que aún está pendiente de conseguir el apoyo de los agricultores) y la de la transformación y comercialización (que cuenta con el respaldo exigido).