“Las soluciones biológicas ofrecen múltiples beneficios para los cultivos al aire libre”
Entrevista a Martin Koppert, Director Comercial Agricultura al Aire Libre de Koppert, quien analiza las diferentes soluciones biológicas y sostenibles para enfermedades y plagas que están ganando terreno en la agricultura.
En los últimos años, Koppert ha desarrollado una gama de soluciones biológicas para cultivos al aire libre y hemos conseguido una gran experiencia en varios continentes
“Hemos desarrollado soluciones biológicas para la horticultura durante 55 años. Hace once años, decidimos empezar a centrarnos también en los cultivos al aire libre, ya que es un área donde las soluciones sostenibles pueden marcar una gran diferencia”, explica Martin Koppert, Director Comercial de Agricultura al Aire Libre de Koppert. “Hemos conseguido una gran experiencia durante mucho tiempo con nuestra gama integral de soluciones biológicas para frutas y hortalizas en cultivos protegidos. Aliados con la naturaleza (Partners with Nature) es nuestra recompensa y lo que representamos”.
“Tras el desarrollo y la introducción de productos beneficiosos para el control natural de plagas y de abejorros que ayudan a una polinización óptima, ahora nos hemos centrado en desarrollar productos microbiológicos. Principalmente nematodos, bacterias y hongos, utilizados para abordar enfermedades y hacer cultivos más resilientes y productivos, incluso frente a hongos como Fusarium y Sclerotinia.
Desde el principio, vimos el potencial que estos microbiológicos podían ofrecer para los cultivos agrícolas. Son más fáciles de escalar, y para esta industria en particular, los grandes volúmenes son esenciales. Al principio, la tecnología todavía no era capaz de aplicarse exitosamente en estos productos a una gran escala, y por tanto no eran asequibles. Hoy en día, las cosas son diferentes y es mucho más fácil aplicar con éxito estas soluciones en el mercado. Como resultado, también estamos viendo un incremento en las oportunidades de introducir estos beneficios en cultivos al aire libre”, añade Martin Koppert.
Líderes en Brasil
Las primeras experiencias del uso de microorganismos a gran escala fueron en Brasil, el mercado agrícola más grande del mundo. “En Brasil, Koppert ha desarrollado un amplio porfolio de productos para los principales cultivos industriales, como soja, maíz y caña de azúcar. Este porfolio no solo incluye productos microbiológicos, sino también estimulantes de plantas y macroorganismos beneficiosos. Hemos desarrollado soluciones técnicas para aplicar estos productos a gran escala. Los drones han jugado un importante papel para ello”.
Estos esfuerzos están empezando a dar sus frutos. “Nos hemos convertido en el líder del mercado en Brasil. Nuestras soluciones sostenibles ahora se usan en más de cinco millones de hectáreas. Brasil fue la experiencia de aprendizaje perfecta para nosotros en términos de establecer un protocolo biológico sólido y económicamente beneficioso para cultivos a gran escala”.
Base sólida para el despliegue
Durante años hemos ganado una importante experiencia en el desarrollo y uso de soluciones sostenibles en la industria agrícola en otras partes del mundo, incluyendo varios países europeos. “Con esas bases de conocimiento y experiencia estamos listos para dar nuevos pasos. En términos específicos, esto significa un futuro despliegue de soluciones biológicas en Europa durante los próximos años. Ya hemos seleccionado una serie de cultivos objetivo para el desarrollo de soluciones completas: las uvas y las frutas, por ejemplo, son mercados importantes para Francia, mientras que los cítricos son esenciales en España”, explica Martin Koppert.
“Estamos constantemente en desarrollo. Nuestro departamento de investigación está desarrollando nuevos hongos capaces de combatir enfermedades de suelo con tanta eficacia como Trianum, basado en el hongo Trichoderma harzianum. Queda mucho por venir. Para nosotros, ¡el límite es el cielo!”, asegura Martin Koppert.
Trabajo conjunto
Los agricultores pueden empezar a usar los productos que tenemos disponibles como parte de un sistema integrado. En la mayoría de los casos, es improbable que un cambio completo a soluciones biológicas sea una opción inmediata, “pero estamos ansiosos por trabajar con las empresas para desarrollar y ampliar nuestra gama. Para ello, estaremos encantados de hablar contigo y saber a qué te enfrentas y qué es lo que necesitas. Junto con los agricultores, estamos estableciendo la integración de productos biológicos en las prácticas de cultivo existentes y buscando nuevas asociaciones. Ese es el paso más grande que daremos”, añade Martin.
Largo camino
Hay desafíos en el camino que hemos emprendido. En particular, el registro de nuevos productos biológicos es un cuello de botella. “Es un proceso que requiere mucho tiempo y que dificulta la introducción de soluciones existentes que ya están disponibles para comercializar. Como ejemplo, un proceso de registro europeo suele tardar entre siete y ocho años”, según Martin Koppert.
Objetivos concretos
Las empresas agrícolas ahora están listas para dar el paso hacia soluciones sostenibles, no solo porque el acceso a los pesticidas ahora está más restringido, sino por la creciente confianza en la eficacia de los productos biológicos. “Los agricultores pueden ver por sí mismos que los productos biológicos son mejores y más efectivos. Funcionan correctamente y como resultado se obtienen cultivos más sanos y resistentes, lo que se traduce en una mayor rentabilidad. En Koppert, queremos ayudar a los agricultores a reducir en gran medida el uso de pesticidas químicos y fortalecer sus plantas. Las soluciones biológicas ofrecen múltiples beneficios para alcanzar con éxito esos objetivos”.
El objetivo concreto de Koppert es reducir en una décima parte el uso de pesticidas químicos por parte de los clientes actuales y potenciales para 2030. “Entre otras cosas, esto ayudará a mejorar la biodiversidad y abordar el cambio climático. Y en este sentido, sabemos cómo poner en práctica nuestra misión: Koppert desea contribuir a mejorar la salud de las personas y del planeta y, en colaboración con la naturaleza, hacer que la agricultura sea más sana, segura y productiva. En conclusión, promovemos pequeños cambios que generan un gran impacto”, concluye Martin Koppert.