Las lluvias y la falta de materias eficaces arrasan más del 80% de las cebollas valencianas
Mientras que para cultivos como las cebollas, los temporales y la falta de materias activas está condicionando la producción en la Comunitat Valenciana, para otros cultivos, por el momento, sí están siendo beneficiosas las lluvias.
Los temporales de lluvias que se están sucediendo en prácticamente la totalidad del territorio valenciano durante este mes de marzo impacta de manera destacada a las producciones de cebollas. Estos daños climáticos, unidos a la falta de materias eficaces para combatir el hongo del mildiu, provocan una merma superior al 80% de la cosecha de cebolla, que se traducen en unas pérdidas económicas de 7’5 millones de euros solo en la comarca de l’Horta, según la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).
Vicente Sebastià, responsable de la sectorial de hortalizas de AVA-ASAJA, califica la situación como de “auténtico desastre, salvo dos o tres campos en L’Horta, el resto tendrá que labrarse sin recoger ni una sola cebolla”. No solo el temporal es el principal culpable; el mildiu, un hongo que afecta especialmente a este cultivo, carece de sustancias permitidas para hacerle frente. La prohibición de materias eficaces como el mancozeb provoca que los agricultores tengan que aplicarle un mayor número de tratamientos con unos sobrecostes valorados en 1’5 millones de euros. Sebastià advierte de que los fungicidas “ya no sirven, nos han retirado los que funcionaban. Es una situación desesperada, muchos agricultores están planteándose no volver a plantar cebollas”. Pese a que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dio la razón a la apelación presentada por el grupo de trabajo sobre el mancozeb de la UE, todavía no hay autorización oficial para usarlo. Por ello, AVA-ASAJA pide al Ministerio de Agricultura que autorice el mancozeb, así como otras soluciones fitosanitarias o biológicas de contrastada eficacia, con las que controlar las plagas y enfermedades. “No tiene sentido sacar leyes contra el desperdicio alimentario y al mismo tiempo quitar soluciones fitosanitarias que provocan desperdicio alimentario”, añade Sebastià.
Sí son beneficiosas para otros cultivos
Respecto a otros cultivos, las lluvias son beneficiosas para las patatas, alcachofas y otras hortalizas, si bien podrían tener un efecto negativo si en los próximos días las temperaturas subieran de manera drástica. En los cítricos, solo hay que lamentar daños puntuales en algunas variedades de naranjas y mandarinas que estaban maduras y a punto de ser recolectadas. Las precipitaciones permiten ahorrar en riegos, pero hay preocupación por posibles daños a causa del exceso de humedad en la floración. La ganadería y los cultivos de secano también reciben el agua con optimismo, sobre todo tras la dura sequía que afectó al sector hace un año.