Las especialidades de tomate ganan terreno en Almería
La competencia feroz que soporta el campo en el mercado, reflejado en la progresiva y continuada pérdida de superficie en cultivo de tomate en las últimas campañas, está generando que agricultores y comercializadoras caminen hacia la diversificación con la apuesta por una gran variedad de tipos de esta fruta que destacan por su sabor, textura e incluso aspecto.
José Esteban Ruiz, periodista agroalimentario
En los últimos años algunos productores de tomate se han pasado a otros cultivos, como puede ser el calabacín, debido, principalmente a que para el agricultor de tomate es muy difícil encontrar un precio digno y más ahora con la subida general de costes.
No en vano, en algo más de un lustro el campo almeriense, principal productor de tomate bajo abrigo, ha mermado su superficie en cultivo, perdiendo alrededor de 2.500 hectáreas. En la pasada campaña hortofrutícola, según los datos recogidos en el Análisis de campaña de Cajamar, se cultivaron en esta tierra algo más de 8.400 hectáreas, una cifra que se redujo un 2,7%. El porcentaje es mayor si se atiende al volumen producido, que se situó en 739.363 toneladas, un 7,3 % menos que en el ejercicio justo anterior.
Los países competidores con distintas reglas del juego como puede ser Marruecos, explican desde la Cooperativa Agrícola San Isidro (CASI), un referente productor de tomate en Europa, “está afectando mucho al cultivo en la provincia”. Algunos productores, aseguran, “ven muy difícil hacer de este tipo de cultivo rentable”. No obstante, en la cooperativa tienen claro que “hay que diversificar” y en ello, sin perder de vista este producto hortofrutícola, están apostando por la introducción de especialidades con el objetivo, por un lado, lograr la rentabilidad en las explotaciones agrarias y el comercio; y por otro, dar respuesta a un consumidor más exigente. Así, la pérdida en el cultivo de tomate se está manifestado en nuevas hectáreas de otros cultivos, y en las dedicadas a dicha fruta, está aumentando el hueco reservado para variedades más especiales, como puede ser el rosa, asurcados, el Cherry, violáceos, etcétera, como apunta Isidoro Carricondo, técnico comercial de UNICA, entidad que, como el resto de cooperativas y comercializadoras hortofrutícolas está incrementando la presencia de especialidades. Una tendencia manifiesta en el campo almeriense en general.
Ahora mismo el mercado está muy receptivo a probar cosas nuevas. “El consumidor quiere probar distintas tipologías y sabores y la tendencia hacia una dieta saludable ofrece diferentes oportunidades a nuevas variedades”, destacan en CASI
Tomates grandes asurcados de tipología tradicional, los purpura con alto contenido en licopeno, rosas, asurcados, ahora mismo, “estamos en una fase donde el consumidor quiere probar y consumir una tipología para cada fin, dependerá del destino, la costumbre y muchos factores del propio mercado para fijar unas variedades en un sitio u otro”, analizan en la Cooperativa Agrícola San Isidro.
En este aspecto cada país y mercado es distinto, por ejemplo, Francia es muy receptiva a tipologías como el corazón de Buey, mientras que Polonia es un mercado donde el tomate Rosa tiene mucha demanda. En el mercado nacional, los asurcados en general son muy apreciados. Además, Carricondo apunta que, en el territorio nacional, se está viendo como el consumidor cada vez muestra más curiosidad por adquirir tomates que destaquen por su textura o sabor, apostando por otro tipo de tomate más especial.
En UNICA, un ejemplo de la diversificación y búsqueda de variedades que ofrezcan algo diferente al consumidor y a la vez sean rentables para el agricultor, es Nippo, un Cherry único en aspecto (parece una gominola), sabor y textura (explota en boca). En este caso, se está cuidando la línea desde el campo a destino de una manera especial. “Se confecciona en campo, en tarrinas de 200 gramos, para evitar que se produzca una sobre manipulación del producto y así cuidar al máximo la calidad que llega al consumidor”.
La competencia con otros países productores como Marruecos en el segmento de especialidades es mucho menor y eso hace que “nuestros productores se declinen hacia esta tendencia y puedan abrir un abanico que estaba muy concentrado”, señalan en CASI. No obstante, el lineal, añaden, “no puede permitirse introducir todas las referencias que quisiera y al final el mercado ordena de forma natural las tipologías más demandadas”.
¿Un techo?
Los denominados commodities se cultivan menos en Almería. No obstante, uno de ellos, el pera, ha crecido mucho en los últimos años. Está funcionando bien en origen destino al ser un tomate muy versátil. En la última campaña, sin embargo, comenta Isidoro Carricondo, se ha estabilizado su producción en cuanto a superficie dedicada a este tipo de tomate.
A pesar de la subida de los costes de producción, marco en el que hay que analizar la actual rentabilidad de las explotaciones agrarias, desde el sector aseguran que, tipos de tomate como el tomate rama o el suelto, que requieren un elevado empleo de mano de obra, están “resultando rentables esta campaña”, asegura el secretario provincial de COAG Almería, Andrés Góngora, coincidiendo con algunas de las cooperativas hortofrutícolas consultadas.
Esta situación, derivada del precio al que han cotizado en momentos de la campaña, podría estabilizar, según el dirigente agrario, la superficie en cultivo de commodities en Almería de cara a la próxima campaña. No en vano, se plantea Góngora la cuestión, sin encontrar aún una respuesta, si este aumento en el cultivo de especialidades de tomate de los últimos años, habría alcanzado su techo.