La superficie de frutos rojos se estabiliza
La superficie de fresa y el resto de frutos rojos (frambuesa, arándano y mora) se ha estabilizado en España y muestra de ello son los datos que presenta en la actual campaña.
Por Juan Herrera, periodista agroalimentario
Así, la fase de plantación en la provincia de Huelva (que supone el 97% de la superficie nacional) concluyó con algo más de 11.700 hectáreas para el ejercicio 2019/2020, lo que supone un incremento del 2% respecto a las 11.464 hectáreas de berries plantadas en la anualidad pasada.
En el caso concreto de la fresa, y según datos aportados por la Asociación de Productores y Exportadores de la Fresa de Huelva, Freshuelva, la superficie ha aumentado mínimamente, un escaso 2%. Así, en total, la superficie plantada de fresa ha pasado de las 6.095 hectáreas de la pasada campaña, a las 6.217 de la actual. En el caso del arándano también se ha estabilizado el incremento de superficie que ha marcado a este cultivo en los últimos años, con un crecimiento de apenas un 1%, con el que se pasa de 3.059 a 3.089 hectáreas plantadas en la provincia de Huelva. Aquí, hay que tener en cuenta que se trata de un arbusto que no inicia su producción comercial en el primer año de plantación, con lo cual, no todas las plantas entran en producción en la presente campaña.
La Frambuesa
Por su parte, la frambuesa vuelve a ser una importante apuesta para la presente campaña. Ya que, después del descenso del 3% de la superficie plantada en la pasada campaña, con 2.150 hectáreas, se ha experimentado un aumento del 7% más para este ejercicio, con un total de 2.300 hectáreas plantadas. La zona de la Costa Occidental es la generadora de dicho incremento, siendo además este el primer año con una variedad propia, en pequeña escala, de Huelva plantada en los campos onubenses y fruto de la investigación de Fresas Nuevos Materiales. Finalmente, la superficie de las moras vuelve a descender y para esta campaña se pasan de 160 a 145 hectáreas.
Con todo, estos datos evidencian que la apuesta por la diversificación de cultivos iniciada en campañas precedentes se ha consolidado de manera definitiva, garantizándose la presencia de los berries de Huelva en los mercados durante nueve meses al año prácticamente.
Caen los precios de la frambuesa
Una de las principales consecuencias del incremento de la producción de frambuesa ha sido, sin duda, el descenso de los precios en origen. De manera más concreta, y según el informe de seguimiento del sector de los frutos rojos, publicado por el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía, la mayor producción comercializada en noviembre y diciembre, con hasta un 50% más que el año anterior -entre la oferta de frambuesa originaria de Huelva y la de otros orígenes-, ha provocado que las cotizaciones percibidas por el agricultor hayan sido significativamente más bajos en esta campaña: hasta un 40% menor.
En el caso de la fresa, la campaña 2019/20 de fresa comenzó con normalidad, aunque con volúmenes superiores a los de la temporada pasada. La variedad de fresa más implantada una campaña más ha sido Fortuna, caracterizada por su precocidad y productividad. Además, su alto volumen de producción precoz es interesante por producirse en la época de la campaña en que más altos son los precios. No obstante, y al igual que la frambuesa, en el inicio de la campaña se percibió un descenso de los precios como consecuencia de que los mayores volúmenes recolectados presionaron a la baja las cotizaciones. Sin embargo, con el paso de las semanas los niveles de precios se estabilizaron y son calificados como normales por el propio sector.
La problemática del empleo
Otro de los aspectos que se ha vuelto a repetir en la campaña de frutos rojos actual tiene que ver con el empleo: “nadie” quiere trabajar en la campaña de la fresa onubense. Apenas un 2% de la oferta lanzada por el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) fue cubierta. Es decir, algo menos 200 personas en paro respondieron a la propuesta de trabajo, cifrada en 10.000 empleos y muy parecida a la campaña anterior.
No obstante, hay que tener en cuenta que la escasa respuesta se produce porque buena parte de los trabajadores que acuden a la campaña agrícola habitualmente tienen contrato todos los años con la empresa productora cuando llega la época de la recolección y no precisan acudir al SAE, motivo por lo que personas que figuran en las listas no atienden a la llamada de la convocatoria.
También tiene que ver la temporalidad del trabajo agrícola y el hecho de que haya personas que en el momento que obtienen otro tipo de empleo, suelen dejarlo. Con todo, la demanda mano de obra se ha vuelto a completar con la contratación en origen de Marruecos, prevista en unas 19.000 temporeras, un número similar al del pasado año, y de las cuales unas 15.000 serán repetidoras y el resto nuevas.
Berries onubenses en China y la India
El sector de los frutos rojos onubense tiene la vista puesta en Asia. Se trata de un mercado con enormes posibilidades y que cada vez muestra un mayor interés por estos productos. Ejemplos de ello son la India y China, países clave en la expansión de la fresa y el resto de berries españoles. Para ellos Freshuelva ya ha iniciado la tramitación de la documentación para solicitar al Gobierno español que acuerde con estos países de destino el inicio de un nuevo protocolo de exportación.
Actualmente, los países asiáticos representan en torno al 6% de la producción, y el objetivo principal pasa por afianzar su consolidación, así como buscar líneas de comercialización y apertura de nuevos mercados para estos frutos rojos.
Como ejemplo, el mercado de la fruta en la India se encuentra en pleno crecimiento como receptor de frutas y hortalizas españolas y comunitarias. No en vano, según datos del ICEX, en los últimos cinco años, las importaciones de fruta de la India han aumentado un 35%, con casi 3.500 millones de dólares.
Entre la documentación requerida para abrir un protocolo de exportación para estos frutos rojos, por ejemplo con la India, figuran el volumen de producción y de exportación. Además debe incluir una relación de empresas interesadas en exportar al país, así como cubrir los requisitos fitosanitarios que impone el país asiático, incluidas las licencias o los permisos, y acuerdos de importación que tenga con terceros países.