La pitaya; retos y oportunidades para el mercado de los tropicales
Las importaciones de la UE de frutas tropicales y exóticas se han doblado en la última década. Este sector está ganando cada vez más terreno en los lineales de los supermercados españoles, incorporándose cada vez más a nuestros hábitos de consumo y llegando a más sectores de la población. ¿Pero, en qué situación se encuentra la pitaya?
Por; Bárbara Aguayo Martínez, periodista agroalimentaria/ @BarbaraAguayoM3
La pitaya se ha hecho hueco entre algunas personas interesadas por la salud y la nutrición y, poco a poco, parece que va cobrando importancia en nuestros hábitos de consumo. Debido a la buena acogida de los productos exóticos por parte de los consumidores y su gran rentabilidad, cada vez son más los productores y comerciantes que apuestan por la pitaya, conocida también como la fruta del dragón.
La pitaya en Andalucía
En España la demanda supera hoy en día la oferta existente, lo que conduce a la necesidad de importar esta fruta, principalmente de Centroamérica. Sin embargo, en estos últimos años, el interés por este cultivo ha aumentado considerablemente, llevando a muchos productores, sobre todo canarios y andaluces a apostar por esta fruta ya que las condiciones de suelo y clima de estas zonas suponen un escenario ideal para este cultivo.
Esta fruta se está adaptando con excelentes resultados en Andalucía donde se cultivan alrededor de una veintena de hectáreas. Hasta el momento se cultiva en las provincias de Huelva, Córdoba, Málaga, Sevilla y Almería.
Retos de futuro
La pitaya es una planta que requiere calor, pero no en exceso. Al ser familia del cactus no necesita tanta agua y se adapta bien a la sequía, por lo que es una gran alternativa al cultivo tradicional en España.
Teniendo en cuenta la gran preocupación actual por la optimización del agua y el desafío que esto supone para los cultivos, una de los mayores ventajas de este cultivo es el ahorro de agua que supone.