La industria cárnica resiste al impacto de la Covid-19
La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE) y la banca cooperativa Cajamar presentan los resultados de la quinta edición del “Barómetro de la industria cárnica española”, relativos al primer semestre de 2020 y las previsiones para el segundo de este mismo año.
El Barómetro, de carácter semestral, es un instrumento de medición de la industria, en el que se recoge el punto de vista de las propias empresas y aporta información objetiva y conocimiento sobre las tendencias del mercado cárnico, constituyéndose como el índice de confianza de la industria cárnica española.
El presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, ha expuesto que, “si bien el impacto de la crisis en la economía será enorme, el cárnico será uno de los sectores más destacados en la recuperación económica, gracias a las exportaciones, que no han dejado de crecer; al dinamismo y la profesionalización de la industria, que viene demostrando su capacidad de adaptación a las diferentes coyunturas que ha atravesado en las últimas décadas; así como a las medidas e inversiones que están promoviendo para mejorar su sostenibilidad”.
Situación económica del sector cárnico
El primer semestre del ejercicio 2020 ha estado marcado por la irrupción de la COVID-19, siendo el principal factor explicativo de la evolución de la industria cárnica. Pese a que el sector agroalimentario, considerado actividad esencial, no se vio obligado a detener su actividad cuando se decretó el Estado de Alarma, el cierre y las dificultades del canal Horeca, y los cambios en los hábitos de compra de los consumidores para adaptarse a la nueva realidad afectaron de forma directa al sector agroalimentario en general y a la industria cárnica en particular.
El presidente de ANICE, Alberto Jiménez, ha destacado que “la recuperación de la actividad económica, especialmente del canal Horeca, tan esencial para la economía del país, así como para la industria alimentaria y la cárnica, ha sido una de las cuestiones que más nos ha preocupado y en la que nos hemos implicado. Debemos trasladar a nuestras Administraciones la importancia de adoptar medidas extraordinarias de apoyo para el sector cárnico, así como la puesta en marcha de campañas de promoción de nuestros productos, tanto a nivel nacional como internacional. Incluso, fomentar el diálogo con los sectores económicos, para evitar que se adopten determinadas medidas, como aumentar la fiscalidad al consumo de determinados productos o el incremento IVA, que no harán más que complicar un poco más la difícil situación que ya tienen nuestras empresas”.
En este sentido, David Uclés, director del Servicio de Estudios de Cajamar, ha reflejado que el Índice de Sentimiento de la Industria Cárnica Española (ISICE) cae en el semestre de referencia, aunque este cambio no ha sido causado por las incertidumbres identificadas en oleadas anteriores, como las prácticas comerciales desleales o la desinformación en temas de nutrición y consumo de carne y sus derivados. En esta ocasión se debe a los efectos económicos y sociales, consecuencia de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. Y si bien casi el 75% de los encuestados opina que durante el primer semestre la situación económica del sector empeoró, se prevé una leve mejora para los próximos meses.