La IGP del Ajo Morado homenajea a las mujeres rurales en Fuentelespino de Haro con una jornada intergeneracional
La IGP Ajo Morado de Las Pedroñeras rinde homenaje a las mujeres de nuestros pueblos con una jornada intergeneracional, con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, que se conmemora cada 15 de octubre,
Rindiendo homenaje a las mujeres que con su esfuerzo incansable en el campo, en el hogar y en sus negocios han contribuido a construir la comarca que conocemos, la IGP Ajo Morado de Las Pedroñeras lo celebró con un evento en la residencia de Fuentelespino de Haro (Cuenca) dedicado a ellas; las mujeres que durante su juventud trabajaron arduamente y siguen siendo pilares fundamentales de la sociedad rural.
La jornada se llevó a cabo en la residencia de la localidad, una de las iniciativas clave de desarrollo impulsadas por el Ayuntamiento, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los mayores del municipio y ser un motor económico y social. Esta residencia ha contribuido de manera significativa a la creación de empleo y al cuidado de los mayores, quienes representan un porcentaje elevado, además de vínculo esencial con el pasado y las tradiciones rurales de la zona.
Durante la cita, además de la presencia de nuestro embajador, el chef Daniel Ojero, del establecimiento Grotte del Huécar (Cuenca), se realizaron diversas actividades que permitieron a las residentes conectarse con sus raíces y revivir algunos momentos de su pasado. Daniel Ojero compartió historias sobre el cultivo del Ajo Morado, un producto que forma parte esencial de la gastronomía y economía local. Las mujeres también participaron activamente en la degustación de tapas creadas especialmente para la ocasión, en las que el Ajo Morado fue el ingrediente estrella.
El evento no solo sirvió como un homenaje, sino también como un espacio para promover el intercambio intergeneracional. Los asistentes pudieron compartir experiencias y conocimientos, creando un vínculo entre generaciones que refuerza la continuidad de las tradiciones.
Una celebración que fue posible gracias a la colaboración de Afammer, federación que trabaja por la visibilidad e igualdad de oportunidades de las mujeres rurales, con Yolanda al frente, quien gestionó la organización. Agradecimiento también al apoyo económico de la Diputación Provincial de Cuenca, cuyo compromiso con las iniciativas locales ha permitido que eventos como este se hagan realidad. Su financiación es fundamental para seguir impulsando actividades que visibilicen la labor de las mujeres rurales y promuevan su reconocimiento.
La celebración del Día de la Mujer Rural no solo es una oportunidad para reconocer el esfuerzo y la dedicación de estas mujeres, sino también para recordarnos la importancia de seguir apoyando y visibilizando su labor en el mundo rural. Históricamente, estas mujeres rurales han sido el motor silencioso que ha sostenido tanto la economía agrícola como los hogares. Su esfuerzo ha permitido mantener vivas las tradiciones y la cultura
rural, al mismo tiempo que han sido protagonistas en la educación y transmisión de valores a las nuevas generaciones. Hoy en día, su trabajo sigue siendo crucial para la sostenibilidad de los pueblos y la preservación de su identidad.