La fruta de hueso, embajadora de la profesionalidad agrícola de Extremadura
La fruticultura en Extremadura es un sector que ha ido creciendo en volumen y profesionalidad con los años hasta llegar al momento en el que nos encontramos, con grandes empresas conocidas tanto a nivel nacional como internacional por su calidad y profesionalidad.
Por Miguel Ángel Gómez, gerente de AFRUEX
A nivel regional no debemos olvidar el dato económico que indica que la fruta de hueso es la segunda en valor de exportación, estando presente en más de 40 países de cuatro continentes, siendo éste el mejor de los escaparates para dar a conocer nuestra región.
Otro aspecto muy importante que caracteriza a este sector en nuestra región es el empleo agrario que genera. Teniendo en cuenta que Extremadura es una región agrícola y ganadera, hay que valorar el gran esfuerzo e inversión que estas empresas dedicadas al cultivo de la fruta hacen día a día para mantenerse competitivas dentro de un mercado globalizado.
En líneas generales estamos hablando de mano de obra no especializada con lo que podemos hacernos una idea de la repercusión económica tan importante que el sector tiene para las poblaciones rurales extremeñas, lo que a su vez contribuye a la fijación de la población sin olvidar los beneficios que esto conlleva.
Si bien no hay que olvidar que cultivos como son los frutales requiere de labores durante todo el año, tales como podas, tratamientos, aclareos, por lo que a las contrataciones en campaña hay que añadir que aproximadamente un tercio de los contratos durante la campaña se mantienen durante todo el año para estas labores a las que nos referimos.
A parte de empleos directos, hay que valorar los empleos indirectos que se generan y mantienen en cierta medida gracias a la fruticultura como son las distintas empresas proveedoras de abonos, fitosanitarios, material para las distintas labores, combustibles, certificaciones, laboratorios, viveros, etc. Sin la existencia de este sector se reducirían considerablemente el número de las mismas.
De cara a un futuro no muy lejano, este sector con gran esfuerzo, como se ha dicho anteriormente, se emplea a fondo para estar a la vanguardia en cuanto a conocimiento y puesta en marcha de la última tecnología, para así satisfacer la demanda de los mercados, priorizando en todo momento la calidad y salubridad del producto.
El fruticultor es conocedor de los retos y dificultades, cada vez mayores, a los que se enfrenta y se tendrá que enfrentar en un mercado globalizado donde la competencia es cada vez mayor y donde hay que luchar por ofrecer la mayor calidad controlando en todo momento los costes de producción.
Estamos hablando de un sector muy concienciado con la salud del medio ambiente ya que de sus recursos dependen para subsistir, por ello es que se están realizando inversiones en eficiencia energética, ahorro de agua, reducción del uso de productos químicos, etc.
A nivel sectorial hay que valorar el reciente reconocimiento de AFRUEX como Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (AOPFH) y la creación hace unos años de la marca de garantía CIEX, en la que se está trabajando para convertirla en una IGP.