Estrategias de Agrobío para el control de pulgón y la agricultura biológica
La agricultura está en evolución constante y los desafíos a los que los agricultores y técnicos del sector tienen que enfrentarse para cumplir las exigencias de calidad de los mercados son cada vez mayores.
Se cultiva todo el año, la superficie de ecológico sigue en aumento, la aparición de nuevas plagas y virosis junto con el hecho de que algunas plagas que se consideraban secundarias como araña roja y pulgón están sobrepasando los umbrales económicos de daño hacen importante una reflexión sobre qué podemos hacer para afrontar estos desafíos con las herramientas disponibles: control biológico en todos los ciclos y cultivos, biodiversidad funcional y medidas agroecológicas.
Tras varios años trabajando en proyectos europeos de investigación Agrobío ha desarrollado estrategias innovadoras con protocolos eficaces. Actualmente el manejo de la biodiversidad es fundamental, sobre todo para los cultivos orgánicos tanto de hortícolas y frutos rojos en invernadero como de frutales y cítricos al aire libre.
Esta campaña de primavera, en los cultivos de sandía el pulgón ha sido la plaga más difícil de controlar, no sólo en cultivos ecológicos sino también en convencionales. No se trata de una nueva plaga, es el pulgón Aphis gossypii, sólo que cada vez es más difícil su control curativo sin planificar una estrategia que frene su desarrollo cuando las condiciones ambientales le favorecen.
Es necesario utilizar herramientas basadas en el control preventivo de esta y otras especies de pulgón que afectan a los cultivos, y que algunos agricultores y técnicos llevamos implementando años en con buenos resultados.
Los setos en el exterior de los invernaderos ejercen de barrera frente a las plagas y favorecen la llegada de enemigos naturales. En el interior, plantar islas de biodiversidad ofrecen recursos a los depredadores y parasitoides para que puedan sobrevivir cuando las condiciones no son las ideales, como la ausencia de presas, altas temperaturas, bajas humedades, etc. Y sembrar líneas de cereal inoculados con pulgones huésped permiten el establecimiento precoz de diversas especies de parasitoides y depredadores, pudiendo realizar sueltas tempranas de Aphidius colemani, matricariae o incluso de MIXcontrol, una mezcla de avispillas auxiliares.
Además de utilizar parasitoides, es fundamental contar con la ayuda de los depredadores, como crisopas, sírfidos y aphidoletes (APHIDOcontrol). No limitarnos a sueltas curativas de Aphidius e incorporar los auxiliares arriba mencionados, es la base para crear una biodiversidad funcional que pueda enfrentar el desafío que supone el control de las diferentes especies de pulgones que afectan a nuestros cultivos.
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