Envases: «Necesitamos objetivos más flexibles»
La política y la falta de análisis técnico está embarrando la negociación en el Parlamento europeo, en un Reglamento que tiene muchas derivadas puramente técnicas. Por ejemplo, no es admisible que se introduzcan objetivos de reutilización para determinados flujos de bebidas y que para otros desaparezcan o que se incremente en porcentajes de 10 a 20 la obligatoriedad de reutilización para unos flujos y que el desarrollo de estas medidas de tan grandísimo calado queden para actos delegados posteriores. El impacto en las tiendas está, así mismo, ausente.
Quieren objetivos voluntarios e incentivados. La obligatoriedad para todo punto de venta nos llevará al fracaso y a un gasto económico y social sin analizar en el marco de un modelo de distribución alimentaria de proximidad que ha demostrado su capacidad de resilencia, su capacidad de llevar al consumidor una alimentación variada, completa, segura y a precios competitivos y su compromiso medioambiental, social y económico con el entorno.