El sistema de producción bajo invernadero en la provincia de Almería
Evangelina Medrano, Carmen García, Mª Cruz Sánchez-Guerrero y Pilar Lorenzo
IFAPA Centro la Mojonera (Almería)
La descripción de las importantes tendencias dirigidas al desarrollo tecnológico del sistema de producción hortícola protegido de Almería, podemos encontrarla a través de indicadores. Estos indicadores reflejan la consolidada revolución verde mediante el control biológico de plagas, la adopción generalizada de las diferentes certificaciones de calidad, un manejo del suelo respetuoso, un mayor nivel formativo de los profesionales del sector, un empleo generalizado de las analíticas de agua, suelo, foliares y fitopatológicas, y un fortalecimiento del asesoramiento técnico a las explotaciones entre las cuestiones más relevantes. La provincia de Almería dispone de un sistema productivo caracterizado por el empleo de estructuras de bajo coste que incorporan escasa tecnología y con reducido consumo de energía por lo que el microclima generado en su interior es muy dependiente del clima local.
De la caracterización de las explotaciones bajo invernadero realizada en la campaña 2012/13 (García, C. y col. 2016)1 se desprende la información que a continuación se presenta. En la actualidad la superficie invernada en la provincia de Almería es de 28.500 ha. La edad media del productor es de 44 años, con un nivel de estudios de EGB/ESO en más del 50% de los productores/as. Así mismo también han recibido algún tipo de formación especializada mediante la asistencia a cursos, jornadas y a través de Internet. La utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se ha extendido ampliamente, especialmente el uso del Smartphone, utilizado por el 65% de los productores como vía de acceso a la información agraria principalmente los temas relacionados con los precios y el clima. El nivel de asesoramiento técnico es muy alto, casi el 100%, especialmente asesorados por los técnicos de las comercializadoras y en segundo lugar, por los de los almacenes de suministros de productos agrarios.
En cuanto a las entidades comercializadoras, destacan las cooperativas con el 37%, las alhóndigas o corridas con un 39% y las sociedades agrarias de transformación con un 21%. En la actualidad el 79% de los productores certifican su producción en al menos una norma de calidad, siendo las más habituales la Norma Global-G.A.P. para Frutas y Hortalizas, seguida de la Norma UNE 155001 de Hortalizas para consumo en fresco, Producción Integrada y Agricultura Ecológica. El 89% de los productores llevan el cuaderno de explotación donde se recogen los tratamientos fitosanitarios realizados y los fertilizantes utilizados.
En relación con la superficie media de las explotaciones agrarias, la tendencia de la mayoría de los productores ha sido ir concentrando la superficie reduciendo el número de fincas. La superficie media de explotación se encuentra en 2,5 ha, prevaleciendo en el 84% el régimen de tenencia en propiedad. En los últimos años se ha observado un retroceso del sistema de cultivo en sustrato (lana de roca, perlita y fibra de coco) frente al cultivo en suelo que en la actualidad se sitúa en el 90% frente al 10% del cultivo en sustrato.
1García, M.C., Céspedes, A.J., Pérez-Parra, J.J., Lorenzo, P. (Eds.). 2016. El sistema productivo hortícola protegido en la provincia de Almería. SERVIFAPA-HORTICULTURA- Documentos Científico Técnicos. 180pp.
Estructuras y equipamientos
Alrededor del 50% de los invernaderos tienen una antigüedad entre 6 y 15 años, con una superficie media del invernadero de 8.587 m2 y se observa una tendencia constructiva de aumento en la superficie y la altura del invernadero que permite mejorar el clima interior y las técnicas de cultivo, como es el caso del tutorado a mayor altura de las plantas.
En cuanto a los materiales de construcción, la combinación más frecuente corresponde al tubo galvanizado en la estructura y el plástico incoloro tricapa de duración 3 años (800 galgas) en la cubierta. Un 16% de los invernaderos utiliza acolchado, siendo el más utilizado el plástico negro. Las mallas colocadas en las ventanas de los invernaderos permiten reducir la entrada de plagas y además limitar la presencia de virus en los cultivos. Su utilización es generalizada, alcanzando prácticamente el 100% de los invernaderos.
Siendo el agua un recurso escaso y a veces de mala calidad en Almería, la recogida de aguas pluviales permite disponer de ésta para los regadíos. En los últimos años, se ha incrementado la superficie y número de invernaderos que disponen de estructuras para este fin.
La totalidad de los invernaderos de la provincia de Almería disponen de ventanas laterales. En general, la automatización del cierre y apertura de las ventanas, tanto en laterales como cenitales, ha pasado desde un 1 % hasta valores en torno a un 15 % de los invernaderos. El empleo de mallas reduce la renovación de aire del invernadero, por lo que es necesario aumentar la superficie de ventilación y mejorar la eficiencia de las ventanas y su control automático.
Durante los ciclos productivos de primavera-verano las condiciones térmicas e higrométricas dentro de los invernaderos resultan estresantes y afectan negativamente al desarrollo de los cultivos, particularmente cuando las plantas son pequeñas con baja superficie foliar y por tanto tienen limitada capacidad de humidificar y refrigerar el ambiente. Se ha constatado un incremento en los últimos años de la incorporación de equipos de humidificación, alcanzando el 23% de la superficie de invernaderos.
La utilización del sombreado ha sido imprescindible en los invernaderos del mediterráneo que disponen generalmente de sistemas de ventilación natural poco eficientes. La mayoría de los productores optan por el encalado, consistente en pintar de blanco la cubierta exterior del plástico, como método de sombreado, con un 97 % tanto en número de invernaderos como en superficie, del cual solo un 1 % además utilizan malla de sombreo. El uso exclusivo de malla es muy limitado.
La zona de distribución de los invernaderos presenta un clima mediterráneo que se caracteriza por tener unos inviernos suaves, motivo por el cual la utilización de los sistemas de calefacción tiene una baja implantación (4,1 % de la superficie total de invernaderos). La mayor parte de los sistemas presentes son generadores de aire caliente, principalmente de combustión indirecta.
El nivel de tecnificación en la aplicación de riego y fertilizantes es muy elevado, en el 60% de las explotaciones se utiliza un controlador de riego donde la aplicación de agua y fertilizantes se realiza de forma automática.
Protección de los cultivos
En la actualidad, la horticultura protegida de Almería es un modelo de respeto ambiental como queda reflejado en los altos porcentajes que utilizan la producción integrada como método de cultivo y el incremento de las hectáreas en producción ecológica. No obstante, el control de las plagas y enfermedades sigue siendo considerado un problema de los más importantes.
El control de plagas se realiza de forma generalizada mediante control biológico mediante la introducción de enemigos naturales; la adopción de esta tecnología respetuosa con el medio ambiente se ha implementado gracias al apoyo de todos los actores que componen el sistema hortícola productivo de Almería. Un 70 % de los agricultores declaran haber llevado a cabo el control de plagas en alguno de sus cultivos mediante control biológico. El control de enfermedades se realiza fundamentalmente a través de medidas culturales (densidad de plantación, poda, ventilación…), del uso de cultivares con distinto grado de resistencia a las mismas y de productos fitosanitarios de baja toxicidad, descritos en diferentes protocolos de calidad.
La aparición de nuevas enfermedades, como ocurrió en 2014 con el Virus de Nueva Delhi, ToLCNDV, obliga a reajustar las estrategias de control utilizadas de forma integral y el personal productor y asesor, así como la industria auxiliar y la investigación responden con celeridad, manifestando de esta forma el dinamismo del sector, uno de sus distintivos.
La desinfección del suelo es una práctica cultural generalizada. Destaca la solarización, técnica respetuosa que aprovecha la energía de la radiación solar con el suelo cubierto por un fino plástico transparente, como la más utilizada, bien sea de forma pura, sólo aplicando agua, o mixta, esto es, en combinación con productos químicos. La biosolarización, con aplicación de materia orgánica, es una tendencia que se manifiesta en aumento.
En la actualidad ha irrumpido el control biológico por conservación, mediante plantas que albergan insectos auxiliares dentro del invernadero y la implantación de setos perimetrales por el exterior.
Diversificación de cultivos
Los cultivos habituales en los invernaderos de la provincia de Almería son tomate, pimiento, berenjena, calabacín, pepino, sandía, melón y judía verde. Estos cultivos ocupan alrededor de 30.000 hectáreas de instalaciones productivas. Estadísticamente, en torno a un tercio está dedicado a tomate, otro tercio a pimiento y otro a los cultivos restantes. A pesar del cultivo de múltiples tipologías y aún un mayor número de variedades, se recomienda, en pro de la diversidad y de la sostenibilidad del sistema, aumentar el número de especies y familias botánicas en nuestro ámbito de cultivo.
En su línea de diversificación de cultivos, IFAPA ha trabajado y continúa haciéndolo en diferentes especies de frutos rojos, fresa, pepino dulce, pitaya, maracuyá, etc., viéndose reflejada esta experimentación en un incipiente número de hectáreas cuyos frutos son diferentes a los clásicos obtenidos en nuestros invernaderos.
IFAPA acomete nuevos retos a través, entre otros, de la participación en proyectos europeos, destacando en el ámbito de los invernaderos la eliminación, sustitución o reemplazo de residuos inorgánicos de la cadena productiva (proyecto ReinWaste), la transferencia de soluciones integrales y respetuosas para la buena salud del suelo (proyecto Best for Soil) y el estudio de alternativas sostenibles al uso del cobre (proyecto Organic Plus)
Ya hemos entrado en nuevos retos como son el análisis aplicado de bigdata o la robótica, sin olvidar nunca el capital humano; es imprescindible contar con emprendedores que cultiven nuestras hortalizas, estando, en nuestro sistema hortícola protegido, más de la mitad del relevo generacional asegurado.