Miles de olivareros reclaman un precio justo para un olivar vivo
Más de 40.000 olivareros convocados por las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA y las Cooperativas Agro-Alimentarias han colapsado este jueves las principales arterias de Madrid bajo el lema «Precios Justos para un Olivar Vivo». Con un grito unámime han reclamado medidas para lograr la sostenibilidad económica de un cultivo del que viven 250.000 familias en España y centenares de municipios.
Los olivareros aseguran que llevan “demasiado tiempo” con una “profunda crisis” de rentabilidad que ni siquiera les permite cubrir sus costes de producción. Los convocantes exigen una revisión urgente de las normas de regulación del mercado porque las actuales “no funcionan”. El secretario general de COAG, Miguel Blanco, ha denunciado que en la última campaña se haya quitado a los olivareros más de 1.000 millones de euros, debido a que «la industria envasadora especula con los precios por sus propios intereses, manipulando los precios y las cantidades sin un control por parte de la administración pública».
Las principales reivindicaciones del sector de olivar ya han sido puestas en conocimiento de las distintas administraciones regionales y estatales. Recogen un decálogo de medidas necesarias para reactivar los precios en el campo:
- Exigimos precios justos para un olivar vivo.
- Revisión completa del sistema de almacenamiento privado, con actualización inmediata de los precios de desencadenamiento que tengan en cuenta los costes de producción.
- Establecimiento de normas de autorregulación del mercado con carácter obligatorio para todo el sector.
- La PAC debe asegurar el mantenimiento del olivar y el relevo generacional.
- Medidas de apoyo para los olivares con mayores dificultades, cuyo papel socioeconómico, ambiental y paisajístico es fundamental para el mantenimiento de nuestros pueblos.
- Las políticas de lucha contra el despoblamiento deben tener en cuenta la capacidad del olivar rentable para fijar población.
- Perseguir las actuaciones que provocan una banalización del aceite de oliva y su utilización como producto reclamo. Promover un mejor conocimiento de las calidades del aceite de oliva por parte del consumidor.
- Legislar de manera clara y contundente para acabar con la venta a pérdidas. Perseguir actuaciones que vulneren las normas de competencia y mejorar la transparencia en la formación de precios del aceite.
- Apoyar la concentración y el asociacionismo para mejorar el valor añadido obtenido por los productores.
- Asegurar por parte de las administraciones la trazabilidad y la calidad del producto ofrecida por los productores y preservar el prestigio del aceite de oliva español reconocido sobradamente por su alta calidad a nivel mundial.