El sector citrícola europeo reclama la revisión urgente del acuerdo con Sudáfrica
Los principales representantes del sector citrícola de España, Italia, Francia y Portugal han consensuado, durante el Grupo de Contacto de Cítricos celebrado de manera telemática, una posición común para solicitar a los respectivos Ministerios de Agricultura de los citados Estados miembro que defiendan en el seno de la Comisión Europea y el Parlamento Europeo la puesta en marcha de una investigación exhaustiva y objetiva ante la revisión del acuerdo comercial suscrito con Sudáfrica.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), que ha participado como miembro de ASAJA, ha defendido la necesidad de acometer esta investigación comunitaria tras trasladar a este foro citrícola su estudio sobre el impacto del mencionado tratado.
AVA-ASAJA advierte de que las importaciones de cítricos sudafricanos a la UE se han incrementado un 30% respecto de la media de las cinco últimas campañas.
En naranjas, alcanzan el 50% del millón de toneladas extracomunitarias y en pequeños cítricos, durante 2020 superaron las 180.000 toneladas (36% del total importado). Asimismo, el potencial productivo de Sudáfrica está teniendo un crecimiento exponencial: durante el periodo 2012-17 plantó más de 10 millones de plantas de variedades tardías de pequeños cítricos y más de 4 millones de plantas de naranjas tardías.
El acuerdo con Sudáfrica, cambiado de forma radical
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, aseguró que “la situación del sector citrícola en 2016, cuando se firmó el acuerdo con Sudáfrica, ha cambiado de forma radical, por las mayores ventajas comerciales y fitosanitarias que dispone este país tercero. Bruselas ha fomentado una escandalosa sustitución de nuestras variedades tempranas y extratempranas de pequeños cítricos (oronules, Marisol, arrufatina…) y de naranjas tempranas (navelina). Ya está sucediendo en España pero en pocos años alcanzará a Italia y al resto de países productores. Además del daño comercial, la UE ha elevado a niveles intolerables el riesgo de entrada de plagas y enfermedades, como la mancha negra o la falsa polilla, esta última debido a la no obligación de realizar un tratamiento en frío durante el transporte de los envíos citrícolas sudafricanos”.
Por ello, Aguado considera que “la Comisión y el Parlamento Europeos tienen muchos argumentos para iniciar una investigación y establecer medidas correctoras a fin de garantizar que este acuerdo comercial, como debería ocurrir en todos los firmados con países terceros, se limita a complementar la producción europea y no a sustituirla, cumpliendo en todo momento una reciprocidad en materia fitosanitaria, laboral, social y medioambiental que evite la competencia desleal y la entrada de plagas y enfermedades que pueden poner en peligro nuestros cultivos”.