El aguacate, no es oro todo lo que reluce
El aguacate en España, ¿vive su momento dorado o ya pasó? El consumo sí que parece no tener fin, pero tras este apunte se esconde un sector en crecimiento a nivel productivo, con precios preocupantes a la baja, y limitaciones en el uso de agua.
Por Marga López Polo, periodista agroalimentaria (@MargaLopez77)
Según el último Informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) sobre la superficie cultivada en España, los cultivos leñosos como el aguacate y mango son los que crecen en detrimento de las tierras de barbecho.
Llevamos ya muchos años hablando de este boom de los tropicales en España, y parece que ese auge no tiene freno. Siguen siendo cultivos de éxito, lo que no significa que estén exentos de dificultades en su producción y comercialización, con importantes retos por delante, pero encierran algo que los siguen haciendo atractivos para agricultores, comercializadores, distribución y por supuesto, consumidores. Veamos por qué.
Un consumo imparable
Al amparo de la comida saludable, el aguacate es el producto estrella. De hecho, es el que más presencia tiene en las redes sociales. No hay plato trending topic que no lo incluya, e influencers que no lo desayunen.
Y es que su consumo va ligado a una generación, a un estilo de vida deseado por todos y a una tendencia, que la pandemia agudizó, de buscar una alimentación más saludable.
En España hay 5.285 Has. que son plantaciones jóvenes y 730 Has. de primer año, que entrarán en los próximos años en producción
El consumo en España ronda el 1,5 kg por persona y año, acercándose a lo que se registra en países con más tradición como es Francia, donde se sitúa en 1,8 kg/per/año.
Un ejemplo del crecimiento del consumo lo facilita la Organización Mundial del Aguacate (WAO, por sus siglas en inglés): en 2020 se consumieron en la UE y Reino Unido más de 700 millones de kilos de aguacate, lo que supone un incremento del 23% con respecto a 2019.
Estos datos, que confirman que el consumidor tanto a nivel europeo como español demanda este producto, son uno de los mayores atractivos para producir, comercializar y exponer en los lineales nuestros reconocidos aguacates de España.
¿Un cultivo rentable?
La eterna pregunta, ¿es un cultivo más rentable que otros? Responder es complicado con los tiempos que corren, con el aumento diario de los costes de producción. Por ello, nosotros nos vamos a remitir a los datos de exportación y su valor económico hechos públicos con FEPEX. La rentabilidad dependerá de la gestión de cada explotación, del poder de negociación en la venta, y del volumen de producción que se ponga en el mercado.
En 2021, España exportó 139.924 Tn de aguacate (de las cuales 116.769 Tn fueron de producción nacional). Esta cifra supone un 30,76% más que en 2017. En cuanto a su valor económico, las exportaciones en 2021 generaron un valor de 390.629.567 €, frente a las 304.157.759 € de 2017 (+ 28.43%).
Crecen en volumen y valor, pero ¿qué pasa con el precio medio que percibe el agricultor? Según el Observatorio de Precios de la Junta de Andalucía, en la campaña 2017/2018, el agricultor recibió 2,89 €/kg de aguacate, mientras que en la campaña 2021/2022, esta cifra bajó hasta los 2,16 €/kg (2,75€/kg en la campaña 20/21).
Aquí empezamos a ver que ese oro verde del que tanto se habla, empieza a tornar oscuro su futuro. Hay consumo, sí, exportamos más sí, pero ¿qué recibe el agricultor?
A esta cuestión del precio, se le suma otros problemas y que cada día preocupan más al sector tropical, especialmente al andaluz: la falta de agua. En muchas zonas es por la sequía que vivimos, pero en otras como puede ser la costa de Granada, es por la falta de canalizaciones de las presas de Béznar – Rules que les permitirían abastecer sus acuíferos y dejar de regar con agua salinizada, con los daños que eso está ya ocasionando a los cultivos.
Auge de la superficie
Una mayor demanda, precios en una tendencia a la baja preocupante, y una superficie que continúa en crecimiento y con importantes hectáreas hoy de cultivos jóvenes que en un plazo de dos o tres años entrarán en producción.
Según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivo de España (Esyrce), publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2021 la superficie de aguacate en España fue de 20.370 hectáreas, lo que supone un 7,57% más que en 2020. De esta extensión, 16.139 Has están en Andalucía (+8,2%), 2.835 Has. en la Comunitat Valenciana (+21,3%) y Canarias, con 1.387 Has (+28,2%).
Dentro de estas 20.370 Has., 5.285 Has. son plantación joven y 730 Has. de primer año, ambos grupos sin producción aún, por lo que el incremento de las producciones en los próximos años será importante.
Un dato significativo es que, de la superficie de plantación joven y de primer año, en la Comunitat Valenciana hay más de 2.090 Has, frente a las 713 Has actuales en producción, lo que nos hace ver la clara apuesta en esta región por este cultivo.
El reto de la Comunitat Valenciana
Con un sector citrícola en continua crisis, el kaki que ya pasó su momento de gloria, el productor valenciano mira hacia el aguacate como tabla de salvación. Pero no es oro todo lo que reluce, a pesar de los buenos años que han vivido hasta ahora.
La producción crece y su oportunidad comercial pasa por poner en valor una variedad relegada en otras zonas de producción: Lamb Hass. Según Mariano Condomina, vicepresidente de ASOPROA (Asociación de Productores de Aguacate) esta variedad tiene una ventana comercial en primavera, cuando está finalizando la producción de Hass de Andalucía, y aún no ha llegado el producto de importación. “El problema que tenemos es cuando la producción andaluza se retrasa y comienza a llegar HASS de Perú. La distribución olvida la producción nacional de Lamb Hass y apuesta por el producto peruano. Por ello le pedimos que priorice la producción nacional o al menos que permita la convivencia de los dos orígenes, identificándolas como tal y que sea el consumidor quien decida”.
“Es un bulo que un árbol de aguacate necesite más agua que otros cultivos. Es igual que un cítrico”
Esto es precisamente lo que ha ocurrido en la campaña 2021/22, donde el aguacate valenciano ha tenido dificultades en su comercialización.
El agua, un eterno problema
La sequía ya parece un mal endémico en nuestro país, y los cultivos tropicales no se escapan de sus efectos. Pero a diferencia de lo que la opinión pública pueda pensar, no son más exigentes que otros cultivos. Condomina es tajante al respecto: es un bulo que un árbol de aguacate necesite más agua que otros cultivos. Es igual que un cítrico, incluso puedo decir que cuando son plantas jóvenes, se riegan incluso menos.
A pesar de eso, el agua sí es un factor limitante en su desarrollo y expansión. En Andalucía, este cultivo crece en otras zonas como Huelva y Cádiz, quizás con menos dificultades que la costa de Málaga y Granada, donde es paradójico que teniendo las presas de Béznar y Rules al 70% de su capacidad, los agricultores como Francisco García, de Almuñécar y productor de aguacate, mango y chirimoya, están regando con aguas salinizadas por el bajo nivel del acuífero del Río Verde. Ellos reclaman ya de forma urgente las obras de canalización de ambas presas que permitirían dar un respiro a este sector.
¿Oro verde?
No se si el sector del aguacate es el nuevo oro verde, lo que sí sabemos es que detrás de esas fotos de influencers con aguacates en sus desayunos, hay un duro trabajo de muchos agricultores, productores, empresas auxiliares que trabajan, investigan y se movilizan para que uno de los pocos cultivos que aún son rentables en nuestro país, no termine agonizando.
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