Consumo quiere introducir el etiquetado Nutriscore en 2021
Nutriscore es un sistema de etiquetado frontal y voluntario para fomentar una dieta saludable, y sobre el que ya está trabajando el Ministerio de Consumo.
El Ministerio de Consumo ha comenzado ya a trabajar en un real decreto que confía culminar a finales de este año para que en el primer cuatrimestre de 2021 pueda estar ya en marcha el “Nutriscore”, un sistema de etiquetado frontal y voluntario para fomentar una dieta saludable.
Se trata de una de los “limitaciones” de Nustriscore, un sistema de etiquetado frontal sobre la calidad nutricional de los alimentos en el que ya venía trabajando anteriormente la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) que permitirá, por ejemplo, diferenciar en gramos y no en raciones.
Basado en un sistema de colores, este etiquetado exige incluir la cantidad de calorías, grasas, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal que lleva un producto por cada 100 gramos o mililitros.
Nutriscore y los hábitos saludables
Desde el Gobierno de momento solo pueden incentivar que “todas las empresas se vayan acogiendo” a él, y “dada la concienciación de la población” y las medidas que piensa emprender el Ministerio que dirige “conseguiremos que las inmensa totalidad de las empresas lo estén implantando en 2021”.
En marcha ya en otros países
Y, ya que España se estará sumando a países como Francia, que ya lo tiene implantado, o Alemania y Bélgica, que han anunciado que lo van a hacer, “es probable que esto ayude a que más temprano que tarde podamos disponer de un sistema de obligatorio cumplimiento para todas las empresas y eso tiene que ver con la correlación de fuerzas.
Una de las líneas fundamentales de la actuación de este departamento es proteger la salud alimentaria a través del consumo saludable, más aún cuando los altos indicadores de obesidad y malnutrición son “desoladores” en la población infantil de las familias con las rentas más bajas.
Por ello, ha insistido en que uno de los instrumentos para combatir esta realidad será promover buenos hábitos con el “diseño de un sistema de incentivos que hagan que sean mas atractivos los productos saludables porque son más baratos y menos atractivos los poco saludables porque son más caros”.
Además, el ministro de Consumo ha avanzado un “refuerzo” del Código PAOS de autorregulación de la publicidad para los alimentos y bebidas dirigidos a menores de edad.
“Nos hemos dado cuenta de que no estaba funcionando adecuadamente la publicidad que reciben los menores de hasta 12 años”, ha reconocido Garzón, quien ha recordado que los códigos de autorregulación son voluntarios, pero el Ejecutivo tiene “la prerrogativa de poder actuar en preservación de la salud del menor”; no obstante, ha confiado en que “la totalidad” de la industria alimentaria respalde la medida.
Luchar contra el despilfarro alimentario -en la UE se desperdician 88 toneladas, 173 kilos de media por persona-, la obsolescencia programada o regular la publicidad para que los juguetes no sean sexistas, así como continuar adelante con el real decreto de publicidad del juego, son otras de las preocupaciones que tratará de atajar al frente de este departamento.