Cinco tendencias en el consumo de alimentos para 2022
Tras casi dos años de pandemia, el consumidor ha adquirido nuevos hábitos, tiene otras necesidades y prioriza de manera diferente a lo que lo hacía. El centro tecnológico AINIA ha identificado cinco tendencias en el consumo de alimentos que llevará a un 2022 lleno de oportunidades para que las empresas agroalimentarias puedan innovar en una amplia gama de categorías, e incluso generando nuevas.
Cuidado del planeta
El consumidor ya lleva unos cuantos años preocupándose por el medio ambiente. Es cierto que estos dos últimos años, se ha centrado en la salud a causa de la pandemia, pero de unos meses atrás, observamos que vuelve su interés por la sostenibilidad del planeta, con mayor fuerza, según Cristina Jodar, departamento de Investigación de Mercados de AINIA.
Cada vez hay más consumidores concienciados por la reducción del desperdicio alimentario, así como por un consumo de alimentos y bebidas más moderado. La glocalización también está ganando seguidores, empresas que piensan a nivel global, pero que actúan a nivel local.
“La preocupación por la falta de sostenibilidad de los sistemas de producción y consumo de alimentos en general, y en particular de los de origen animal, ha estimulado un sentido de urgencia a nivel mundial para, por ejemplo, conseguir desarrollar carnes de origen vegetal que atraigan a todos los consumidores y no sólo a ciertos segmentos como los vegetarianos o los flexitarianos”, apunta Cristina Jodar.
Los consumidores también están mostrando su preferencia por aquellas marcas que aporten soluciones innovadoras alineadas con los ODS: alimentación funcional y proteómica, fabricación cognitiva de alimentos y agricultura de precisión, entre otras.
Oportunidad en las plantas
Las plantas continúan siendo protagonistas en la innovación de nuevos alimentos: imitando a la carne, al pescado y a algunos productos lácteos, y creando nuevas bebidas como refrescos, batidos o zumos. Los consumidores las consideran muy saludables y siguen dándoles nuevas oportunidades para que continúen ocupando su espacio, según AINIA.
Buscando nuevas experiencias
Después del confinamiento, el consumidor busca productos con nuevos colores, aromas, sabores y texturas que les generen una experiencia diferente y enriquecedora. La causa es que está deseando disfrutar y sentirse bien con todo lo que le rodea.
Para Jodar, el consumidor necesita confiar en el producto que está consumiendo y que ofrece a los suyos. Si confía, lo recomendará y será el mejor prescriptor. Y es que sabemos que la toma de decisiones está influenciada por un complejo conjunto de emociones, sentimientos y actitudes. Identificar determinados comportamientos que no resultan evidentes, pero que explican conductas de las que no son conscientes es clave para generar oportunidades para la creación de nuevos productos.
Para ello, “se hace necesario comprender el consumo en sentido holístico y estudiar al consumidor desde todas las perspectivas. Gracias a las metodologías de procesos de cocreación, podemos profundizar en el conocimiento del consumidor con el empleo de técnicas no invasivas” apunta Cristina Jodar.
Fusión del On y Off
El consumidor es omnicanal y utiliza el canal que más le convenga, buscando experiencias que le permitan tomar sus decisiones. Puede buscar información online antes de realizar una compra en la tienda física, pero también se da a la inversa, el consumidor acude a la tienda física a informarse y a asesorarse, y finaliza la compra online buscando la mejor alternativa que cubra sus necesidades. De esta manera, según Jodar, el consumidor se siente satisfecho de haber realizado “su mejor compra”.
Con la omnicanalidad sólo existe una única estrategia de la marca centrada en el consumidor y en la que todos sus canales están integrados. Para la experta de AINIA, “la omnicanalidad será la solución para muchas empresas, de cara a hacer frente a los efectos ROPO (Research Online, Purchase Offline) y Showrooming, de tal manera que pueda ofrecer la experiencia completa al consumidor y no tenga que irse a marcas alternativas”.
“Necesitamos ofrecer espacios donde los consumidores puedan conectar, comprar, comer, tanto física como virtualmente. Estos espacios se pueden generar a través de los diferentes establecimientos de compra, restaurantes y marcas”, según Jodar.
Personalización de los alimentos
Por último, esta tendencia, que no es nueva, consigue cada año un mayor protagonismo. Ya no nos vale el mismo producto para todos los consumidores, es necesario diseñarlos acorde a sus gustos y necesidades.
“El mix entre tecnología e información, favorece a que sean los propios consumidores los que creen sus propios productos, pero si la tecnología para su desarrollo no está a su alcance, serán ellos mismos los que acudan a las empresas para que les desarrollen productos personalizados”, señala Jodar.
También desarrollarán sus planes de alimentación de manera individualizada para su salud, tanto física como mental a través de dietas saludables e “inteligentes”. Tendrán un mayor acceso a test biológicos, y con la tecnología de recopilación de datos les permitirán entender mejor sus necesidades. Una vez más, el conocimiento del comportamiento del consumidor se hace indispensable para las marcas.
En definitiva, se buscan productos alimenticios con formatos novedosos que permitan formulaciones a la carta, lo más adaptadas posible a las necesidades del usuario en cada momento.