CESE: El comercio de proximidad contribuye a los objetivos de movilidad urbana sostenible
El Comité Económico y Social Europeo recoge en su reciente dictamen “Nuevo marco de movilidad urbana de la UE” la importancia del comercio de proximidad como un elemento que contribuye a lograr el equilibrio entre la protección del medio ambiente y la inclusividad de la movilidad urbana. En el apartado de observaciones específicas del dictamen, “el CESE llama la atención sobre el sector comercial minorista, que puede contribuir de manera significativa a la consecución de los objetivos de movilidad urbana, siempre que se tengan en cuenta los supuestos en que se basa el modelo de proximidad en el comercio al por menor, especialmente para los productos esenciales”.
Entre las propuestas del CESE que pueden afectar al comercio de proximidad -y concretamente al formato de supermercado- cabe mencionar la cuestión de la ordenación territorial, con la creación de planes de movilidad urbana y de logística urbana sostenibles. En este sentido, afirma Felipe Medina, consejero del CESE en el grupo de empresas y secretario general técnico de ASEDAS, “una de las principales características del supermercado de proximidad es que, dada su situación en el centro de los núcleos urbanos, no necesita de desarrollos urbanos adicionales y permite que casi el 90 por ciento de sus clientes pueda hacer una compra completa de alimentación a pie”.
Además, el uso del transporte público –uno de los principales temas que trata el dictamen- para ir al supermercado se ha incrementado en la última década del 3,2 al 5,8 por ciento en el caso de los clientes y, en el caso de los trabajadores, alcanza el 43,32 por ciento, según el informe del Institut Cerdà “Distribución comercial y movilidad sostenible” (2020).
En cuanto a la logística urbana, las empresas de supermercados trabajan en la reducción de emisiones –por ejemplo, se calcula que los vehículos de 10Tn de PMA –Peso Máximo Autorizado- o más son los más eficientes, ya que un cambio hacia vehículos más pequeños supondría un aumento de emisiones superior al 55 por ciento-. En lo que respecta a las entregas de comercio electrónico, la agrupación de las rutas, el uso de vehículos que usan energías limpias y limitan la contaminación acústica son importantes, junto con el esfuerzo de la administración por crear zonas de carga y descarga que permitan la convivencia con el tráfico peatonal.
“Estamos satisfechos de que, en un dictamen amplio sobre la movilidad urbana, el CESE se haya fijado en lo que el comercio de proximidad puede aportar al objetivo general de reducir emisiones sin que esto suponga un retroceso en materia de movilidad. Poner un surtido de alimentación completo, variado, seguro y a precios competitivos muy cerca de las casas de los consumidores es la función social que cumple el supermercado y esta cercanía tiene también una dimensión en cuanto a movilidad sostenible y saludable, que es necesario poner en valor a la hora de diseñar las ciudades del futuro”, dijo añadió Felipe Medina.