La uva cierra su campaña de 2018 con marcada por la excelente calidad, a pesar de las dificultades climatológicas
La DOP de la Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó hace balance de una campaña 2018 marcada por la excelente calidad alcanzada en sus siete variedades amparadas, a pesar de las dificultades climáticas a las que los productores han tenido que hacer frente.
Desde el Consejo Regulador han apostado por dirigirse a un consumidor comprometido y sensibilizado, capaz de valorar los atributos exclusivos que un producto con calidad diferenciada como esta uva garantiza como su origen, sabor, textura y control de calidad.
“Los consumidores nos demandan cada vez más nuestro producto y desean poder encontrarlo debidamente identificado en sus establecimientos habituales de compra, ya que solo de esa manera pueden estar seguros de consumir la auténtica Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó con todas las garantías”, señalan los responsables de la Denominación de Origen. Y esa mayor demanda se ha visto reflejada en los datos disponibles actualmente, con una producción inscrita de casi 58 millones de kg (un 4,4 % más que en 2017) y con 41 operadores inscritos y certificados (un 46 % más que los certificados en 2017). Esta producción se destina tanto al mercado nacional, como a la Unión Europea y terceros países como Canadá o Sudáfrica.
Desde el Consejo Regulador apuntan que, “aunque todavía no disponemos de los datos definitivos de producto comercializado con los distintivos de la DOP, estamos muy satisfechos por el aumento logrado en el número de operadores inscritos, porque es una señal de que nuestro producto está mejorando su posicionamiento en los mercados y su reconocimiento por parte de los consumidores”.
Asimismo, aseguran que “este aumento en el número de operadores certificados es un síntoma del buen hacer del sector, que vela en todo momento por mantener los estándares de calidad propios de un producto amparado por una Denominación de Origen Protegida”.
Del total de la producción inscrita en 2018, casi un 49 % corresponde a la variedad Aledo, que se lleva comercializando desde principios de noviembre y será la encarga de traer la suerte en la noche de fin de año.
Se estima que 2 de cada 3 uvas consumidas en Nochevieja procederán del Valle del Medio Vinalopó alicantino, lo que supone, aproximadamente, unos 2 millones de kg.
La producción acogida a la DOP es cultivada y acondicionada únicamente en el territorio amparado, que comprende los términos municipales alicantinos de Aspe, Novelda, Hondón de las Nieves, Hondón de los Frailes, Monforte del Cid, Agost y La Romana.
Además, las variedades de uva amparadas por la Denominación de Origen (un total de siete, todas ellas con semillas) cubren el período que va desde finales del mes de agosto, con las variedades más tempranas (Victoria e Ideal), pasando por el ecuador de la campaña con variedades como Red Globe, Doña María o Dominga, hasta la mitad del mes de enero con la variedad más tardía: Aledo, emblemática de la Navidad.