ASAJA-ALMERÍA exige en el III Congreso Ibérico Agropecuario que en el centro de las políticas europeas se sitúe al agricultor
En la ciudad de Santarém (Portugal), ha tenido lugar el III Congreso Ibérico Agropecuario organizado por la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) y Agricultores de Portugal (CAP).
La presidenta de ASAJA-ALMERÍA, Adoración Blanque, como representante nacional de hortícolas de la organización agraria ha participado en este encuentro internacional, poniendo sobre la mesa las principales demandas que los agricultores le hacen a la Unión Europea, partiendo de la necesidad de un cambio de rumbo de las Políticas Verdes asumidas en Bruselas en los últimos años. “Tenemos que hacer una reflexión, como productores que somos tenemos la responsabilidad de generar alimentos. Las políticas agrarias europeas deben tener, obligatoriamente, desde su inicio a los agricultores y ganaderos como los principales protagonistas”.
“Si Europa quiere proteger su agricultura y ganadería, no va por el buen camino”, ha asegurado en el III Congreso Ibérico Agropecuario la presidenta durante su intervención. La Organización Agraria ha puesto en valor que los productores son los primeros que cuidan la naturaleza y, por tanto, “los primeros ecologistas”. Pero, “no podemos obviar que necesitan herramientas para cultivar y las políticas europeas nos están dejando sin alternativas para seguir produciendo alimentos en la cantidad y calidad que necesitan los consumidores”. Sin embargo, las exigencias no se reflejan por igual a las producciones que llegan a la Unión Europea desde Terceros Países, en las que “se hace la vista gorda” generando un escenario en el que “nuestros productores están en desventaja, ya que no pueden competir en el mercado en idénticas condiciones”.
Este congreso celebrado en Santarém, en esta pasada edición, en el marco de la feria internacional AgroGlobal, tiene su origen en la vinculación existente entre estas dos organizaciones, ASAJA y CAP, las más representativas en sus países de origen, quienes decidieron organizar este congreso por la similitud que tiene la agricultura y la ganadería en ambos países, uniendo fuerzas para exponer los problemas comunes y con ello exigir unas soluciones conjuntas a los órganos de gobierno europeos.
En el debate generado ha quedado de manifiesto que la Unión Europea, en cuanto a políticas medioambientales no avanza acorde a los interesas del sector agrario. No en vano, entre las conclusiones de los profesionales participantes se ha mencionado el hecho de que la UE ha elevado su ambición medioambiental a la vez que ha incrementado sus importaciones agroalimentarias de países terceros. “La UE no ha reconocido la importancia del sector agroalimentario” y ello, como europeos, “nos cuesta entenderlo”. Para luchar contra el cambio climático se necesita incrementar las inversiones en agua y regadío, que es precisamente, lo contrario que marcan las directrices europeas.
Uno de los temas abordados se ha referido a las limitaciones impuestas por la UE a los fabricantes de productos fitosanitarios, su desarrollo y crecimiento tecnológico. Sobre esta cuestión, Adoración Blanque ha comentado que “hacer más con menos, nos resulta difícil”. Progresivamente, “encontramos menos alternativas, aunque la tecnología nos ayuda y es el camino, estos desarrollos necesitan tiempo e inversiones”.
Los agricultores hacen su trabajo, se han adaptado y reinventado, para buscar soluciones viables para seguir produciendo. “En Almería se ha apostado, desde hace casi dos décadas, por la lucha y el control biológico, implementando una agricultura sostenible, y necesitan que la UE siga apoyándolos en este camino, no que los frene con políticas restrictivas”. La actividad, “no olvidemos que tiene que ser rentable, y, por tanto, ligada a esa sostenibilidad medioambiental, debe ir emparejada la sostenibilidad económica, una premisa que, en la Unión Europea, como institución, no se tiene muy en cuenta”. Solo la rentabilidad genera “inversiones y desarrollo”, ha apostillado laa presidenta.
Otro de los puntos abordados en el III Congreso Ibérico Agropecuario hizo referencia a la pandemia derivada de la covid-19, así como los efectos que está teniendo la Guerra en Ucrania. “Desde la pandemia se nos ha olvidado la importancia de mantener la producciones agrícolas, y con la Guerra de Ucrania se ha puesto de manifiesto esta dejadez e hipocresía por parte de la UE”. No tiene sentido, ha explicado la presidenta de ASAJA-ALMERÍA, que “importemos alimentos tratados en países terceros con productos que en Europa están prohibidos. Los consumidores europeos “tienen que estar dispuestos a pagar el incremento del coste que tiene la aplicación de las restricciones de la UE en el tratamiento de productos agroalimentarios”.