Andalucía pide un nuevo almacenamiento privado de aceite
La consejera de Agricultura, Carmen Crespo, ha explicado que el Consejo Andaluz del Olivar ha acordado instar al Ministerio de Agricultura a solicitar a Europa la activación de un nuevo almacenamiento privado de aceite.
La idea, es que se active «por más volumen, y prefijando el precio, para evitar la licitación y aplicar un sistema más operativo, ágil y transparente”, explicó Crespo.
El Covid-19 ha supuesto un nuevo revés para el olivar, que ya venía arrastrando las consecuencias de la crisis de los bajos precios y la imposición de aranceles por parte de EE UU, uno de los principales países destino de sus exportaciones.
Cierre canal Horeca
El cierre del canal Horeca se ha convertido en un nuevo hándicap para un sector que ha visto descender las ventas de aceite envasado al país norteamericano, donde han caído un 83% durante el primer trimestre de 2020, frente a la subida experimentada por competidores como Portugal, Grecia o Túnez.
“La falta de una diplomacia proactiva está lastrando las exportaciones y por ello reclamamos al ministerio una defensa férrea del sector para que Bruselas actúe inmediatamente ante una situación inasumible”, ha señalado.
Los datos provisionales a 31 de marzo que se han presentado hoy reflejan una desviación del 9,82% en el aforo de producción estimado por la consejería en octubre, casi 90.000 toneladas menos de las previstas.
Esta circunstancia, sumada al incremento en volumen de las exportaciones, permitirá reducir el enlace de la campaña. Así, la producción andaluza acumulada para la campaña 2019/20 se sitúa en 894.825 toneladas, mientras que el total nacional alcanza las 1,12 millones de toneladas.
Jaén, con 395.911 toneladas, y Córdoba, con 194.681 toneladas, son las provincias con mayor producción de aceite de oliva en lo que va de la campaña 2019/20. Ambas provincias superan en conjunto el 66% de la producción total andaluza y el 53% de la producción nacional.
Bajos precios del aceite
Para paliar la situación actual de bajos precios del sector, Crespo ha explicado que desde la Consejería “se van a poner en marcha medidas económicas específicas que pondrán en circulación alrededor 92 millones de euros para el olivar”.
Todo ello, a través de convocatorias de ayudas para jóvenes y para modernización de explotaciones, una nueva línea de modernización de industria, junto a la ampliación de otras, así como subvenciones a los grupos operativos del olivar y también a los consejos reguladores.
Reducción IRPF
La consejería, que ha defendido una reducción del IRPF con una rebaja del 100% para el olivar que no se ha atendido por parte el Gobierno de España, pondrá en marcha en octubre el instrumento financiero para otorgar liquidez a los productores andaluces y ha elevado en un 30% la subvención de la póliza para el olivar en la nueva convocatoria de seguros agrarios combinados, cuyo presupuesto también se ha ampliado en 2020.
Independientemente de todas estas medidas, los avances en la autorregulación de este sector estratégico para Andalucía son “urgentes” para hacer frente a la crisis de precios y mucho más cuando todo indica que se avecina una campaña grande. “Hemos planteado solicitar que en la OCM única se incluya el aceite de oliva, en concreto a través del artículo 167 del Reglamento de transición.
Este punto permite a los estados miembros crear normas de comercialización para regular la oferta con el fin de mejorar y estabilizar el funcionamiento del mercado común de los vinos, incluidas las uvas, los mostos y los vinos de los que procedan”, ha añadido.
La mosca del olivo
Por otro lado, la consejera ha transmitido durante la reunión el esfuerzo realizado por extender la implantación del modelo predictivo que anticipa la evolución de la plaga de la mosca del olivo (Bactrocera oleae) mediante la aplicación de técnicas de Inteligencia Artificial (IA) a las Agrupaciones de Producción Integrada de olivar (APIs) y Agrupaciones de Tratamientos Integrados en Agricultura (Atrias).
Ser trata de un modelo diseñado por una empresa especializada en Big Data y en colaboración con la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) y los datos aportados por técnicos de APIs y Atrias.