Andalucía avala la excelencia de la IGP Tomate La Cañada
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha participado en el acto de impulso de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Tomate La Cañada, única figura de protección para este producto en España y que engloba a cuatro grandes productoras de este núcleo almeriense.
Para Carmen Crespo, esta IGP es garantía de calidad, “con un producto al que, con gran esfuerzo e innovación hemos llevado al ‘top ten’ del tomate del mundo, pero detrás de él hay trabajo, innovación, hay estándares de sostenibilidad, cuidado en el envasado y numerosos aspectos que debemos hacer llegar a los consumidores”.
En este sentido, Carmen Crespo ha puesto de manifiesto las nuevas posibilidades de promoción que trae consigo una figura de calidad como es esta IGP, que permitirá posicionar aún más el tomate La Cañada en sus mercados de destino tradicionales y abrirse a nuevas oportunidades comerciales, al tiempo que se traslade a los consumidores “toda es apuesta por la ciencia, el trabajo, el esfuerzo y los recursos económicos para sacar adelante el mejor producto, que todo el mundo debe probar”.
La alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, ha trasladado en este acto el apoyo municipal para dotar al tomate de Almería, producto estrella de nuestro modelo agrícola, “de una marca o distinción que refleje sus características peculiares y el origen de las materias primas utilizadas para su cultivo, así como los diferentes sistemas de producción”.
En este sentido, ha reconocido que es “positivo distinguir y garantizar la autenticidad del tomate de Almería a través del etiquetado, e implantar para ello un sistema de control que inspire confianza al mercado”, ha abogado por “proteger” el tomate de Almería como una marca propia, proporcionando así al consumidor “información clara de sus propiedades diferenciales frente a otros productos similares. Distinguir y diferenciar al tomate de Almería aportará, a juicio de la alcaldesa, “un valor añadido que favorecerá la competitividad de las industrias agroalimentarias a través de la valorización de estos productos por parte del consumidor”.
Andalucía ha hecho de la calidad en sus productos una de sus banderas más destacadas, a través de un total de 68 figuras de protección, que hacen de nuestra comunidad la que cuenta con mayor número de productos amparados en Europa, con total apoyo por parte del Gobierno andaluz. Según la consejera, así lo demuestran las ayudas por valor de 1,8 millones de euros destinadas en 2023 para campañas de promoción, o el trabajo para hacer realidad la Especialidad Tradicional Garantizada (ETG) del Pulpo seco de Adra, y una figura de calidad para la fresa y los frutos rojos de Huelva.
Todo ello refuerza la propuesta de la Junta de Andalucía para que la Conferencia Andaluza de Denominaciones de Origen (CADO) consiga la vicepresidencia de la Asociación de las Regiones Europeas de los Productos de Origen (Arepo), que representa a estos territorios en la Unión Europea, “porque es el momento de dar el salto de calidad y cantidad en Europa de la mano de estas figuras y esa vicepresidencia nos permitirá trabajar por estas figuras de calidad andaluzas”, afirma la consejera.
El acto ha finalizado con la degustación de tomate de la IGP La Cañada por parte de todos los presentes, en el que se ha puesto de manifiesto la extraordinaria calidad de este producto, protagonista de una de las dos IGP del tomate en Europa, junto al Pomodoro di Pachino de Sicilia (Italia).
Pide a la UE una revisión de su concepto de alimentación y del sector agroganadero
Carmen Crespo ha pedido a las autoridades comunitarias un análisis profundo de la situación del sector agroganadero, “porque la alimentación no puede ser sólo sostenibilidad ambiental, sino que debe tener muy en cuenta la rentabilidad del agricultor, de las empresas y una sostenibilidad laboral”. En esta línea, ha remarcado la necesidad de que se vea a la agricultura “como un bosque, sumidero de CO2, que produce alimentos para toda Europa, pero para ello necesitamos que se entienda que este es un sector diferente, que necesita una rentabilidad y también una forma de empleo distinta”.
La consejera ha mostrado su comprensión a las peticiones de los agricultores en distintos puntos de la UE, “porque llevamos mucho tiempo diciendo que hay que poner normas de lo que son los acuerdos con terceros países, hay que respetar las producciones de la UE a través de cláusulas espejo que garanticen que lo que se importa de terceros países cumpla los mismos requisitos de sostenibilidad que nosotros, sino es así, estaremos creando consumidores de primera y de segunda dentro de la UE”.
Asimismo, ha remarcado que las prácticas de los agricultores españoles cumplen todos los estándares que marca la normativa comunitaria, “y, aún así, tenemos una huella hídrica 20 veces menor que cualquier otro país productor de la UE y cumplimos los requisitos estrictos de sostenibilidad certificados” por lo que considera que las críticas vertidas desde las movilizaciones agrarias en Francia son fruto del desconocimiento de la realidad.