“Ahora quiero con ilusión dedicarme al cultivo”
Con el relevo generacional de fondo, Juan Garrido Navarro y Cristina Garrido Berenguel, hablan, entre ilusión y desasosiegos, de la situación del campo en la producción intensiva de hortícolas.
Por José Esteban Ruiz Álvarez, periodista agroalimentario .
Juan Garrido Navarro es un agricultor de Almería, cultiva en la zona de Cabo de Gata y lleva dedicándose a esta profesión toda su vida. Desde pequeño a la vera de su padre. Más tarde, ya tomando el relevo familiar, comenzó su andadura en solitario. Hoy en día, tras más de 40 años ligado a la producción intensiva de frutas y hortalizas, es todo un especialista en cultivo de tomate, de variedades que son muy apreciadas en el mercado, tales como Raf, o ahora Ambrosía, rosa o barbastro.
Desde hace una década, en el barco en el que navega su empresa familiar, Tomdoca Almería, se encuentra su hija Cristina Garrido Berenguel, una joven, preparada, con estudios universitarios de empresariales, que paso a paso, firme pero con la rémora del temor que supone tomar el relevo de su padre en un momento en el que ella misma califica como “incierto” para la actividad agraria al considerar que “está sometida a muchas presiones debido a las exigencias cada vez más rigurosas a las que la someten los poderes públicos”.
A esta joven que apunta a seguir los pasos de su padre le hace mucha ilusión ser la siguiente generación en la familia dedicada al cultivo de hortícolas bajo abrigo. Pero no es ajena a las controversias que suscita la actualidad en el campo, con una rentabilidad puesta en entredicho por la subida de los costes de producción y un mercado en el que las cotizaciones fluctúan más de los que los productores desean.
“Aún no se lo había comentado a mi padre”, dice Cristina, “pero mi intención y deseo es aprender a ser agricultora, a formarme para poder dirigir el cultivo en un futuro”, confiesa Cristina Navarro Berenguel ante la sorpresa de Juan Garrido Navarro, al que se le atisba una media sonrisa entre el orgullo y la preocupación. Y es que, hasta el momento sus tareas se ciñen a la comercialización del producto y confección del mismo, sin tener ninguna función en la finca.
“Me enorgullece mucho ver el producto como sale del almacén, y ahora quiero con ilusión entregarme también en campo. Es algo que significa mucho para mi y quiero que mi padre me enseñe todo lo que sabe y que pueda convertirme en una agricultora buena como él lo es”.
Ambos entienden que se desarrollan diferentes políticas públicas dirigidas a reforzar el relevo en el campo. Sin embargo, comparten que “desde la Unión Europea no se está defendiendo a su sector agrario y por tanto desmotiva a los jóvenes a continuar con la actividad familiar, por una parte, y por otra a emprender en la producción de alimentos”.
Padre e hija, con cierta indignación, recuerdan cómo se ha alabado la labor de los agricultores y ganaderos en momentos como la crisis sanitaria derivada de la pandemia producida por la Covid-19, pero cómo después todo queda en el olvido, y se “atosiga con políticas cada vez más restrictivas que ahogan a los productores”.
Los profesionales son garantes para alimentar a una población, cada vez mayor y con más necesidad de productos saludables. “Deben los políticos de entender nuestra función dentro de la sociedad y defender al sector agroalimentario como merece”.
Uno de los factores que “no ayuda” a mirar el horizonte con tranquilidad es la “competencia desleal” que soporta este sector, alentado “por acuerdos y normativas que establecen reglas desiguales para ‘jugar’ en un mercado globalizado”. En este sentido, “no entendemos que sea voz pópuli que competimos en el mercado en condiciones desfavorables frente a terceros países que exportan sus frutas y hortalizas a la Unión Europea y se siga promocionando por la clase política esta desigualdad”.
A pesar de todos los inconvenientes, el haber nacido en el campo, vivir desde que nació en el invernadero, hace que Cristina encuentre motivación a ligar su futuro al cultivo de las frutas y hortalizas. Así, asume nuevos retos en el asociacionismo agrario y rema a favor de la igualdad de género en el sector agroalimentario, abogando por una mayor visibilidad de la mujer como empresaria del campo.
Reportaje publicado en la revista ECA Fruits ED. 24