ACES: “La estructura de la distribución garantiza la mejor oferta de productos en las mejores condiciones”
Entrevista a Aurelio Del Pino, presidente de Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados, ACES, en exclusiva para la revista ECAFRUITS.
Por Marga López, periodista agroalimentaria.
El presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, analiza en esta entrevista la situación de la distribución española en un contexto complicado marcado por la guerra de Ucrania y en pleno periodo postpandemia y cómo se ha adaptado a las nuevas necesidades del mercado y los consumidores. Profundiza también en la polémica sobre un hipotético impuesto a la distribución y en el Real Decreto de Envases que el Gobierno está ultimando.
Empecemos por un tema de máxima actualidad, como es la fijación de una cesta de la compra a un precio fijo. ¿Qué postura mantienen al respecto?
Creo que este tipo de planteamiento parte de una valoración no acertada del papel que está haciendo la distribución como elemento de facilitación de vida a los ciudadanos, y cualquier planteamiento que parta de la base de que no estamos siendo solidarios es erróneo desde el principio. Primero, porque la estructura competitiva de nuestro sector garantiza la mejor oferta de nuestros productos en las mejores condiciones de calidad, cantidad y precio; y, en segundo lugar, porque las empresas están haciendo un esfuerzo suplementario para atender a sus clientes con responsabilidad y solidaridad. La situación actual la estamos sufriendo más que nadie en los últimos meses: nuestros costes se han incrementado como consecuencia del crecimiento del precio de las materias primas y de la energía, y además debemos afrontar otros gastos que hay que gestionar desde las propias empresas, como los costes ambientales adicionales.
¿Podríamos decir que hay un desconocimiento sobre el funcionamiento de la distribución?
Nuestros proveedores saben, aprecian, reconocen y cuentan con nosotros para el desarrollo de su actividad. Nuestro sector, el de los supermercados, aunque parezca muy grande, solo es responsable del 12,5% de toda la producción hortofrutícola que se pone en el mercado, y es un error pensar que, con ese porcentaje, seamos los responsables de una situación global, cuando, además, nuestros estándares exigen unas condiciones de suministro, calidad de material, regularidad y surtido, que son fundamentales para nosotros y que tienen un reconocimiento del mercado.
La pandemia lo cambió todo, la relación de la distribución con sus proveedores también. ¿Qué queda de esa colaboración y de esa idea de trabajar en común?
El inicio de la pandemia, con la situación de confinamiento de los hogares y el estado de alarma, cambió muchas cosas dentro de esos hogares. En primer lugar, en la valoración del sector de la distribución, que salió muy reforzado en la percepción que tiene la población de él al garantizar el suministro de los alimentos. También fue muy importante el hecho de que nuestras empresas se abrieran a incorporar productos que estaban en situaciones muy complicadas por estar orientados al canal Horeca.
También ha cambiado el comportamiento del consumidor, el cual redescubrió su hogar, convirtió la cocina en un espacio de ocio y de experiencias, y comenzó a apreciar la alimentación. Por otro lado, el teletrabajo, que ha pasado de ser marginal a estar muy generalizado, ha generado cambios en las pautas de compra de los hogares; nuestras empresas han visto cómo determinadas secciones, fundamentalmente las destinadas a dar soluciones preparadas para poder comer en casa productos de IV y V gama, han crecido mucho. Ha habido un desarrollo derivado de la propia necesidad y muchas empresas ven una posibilidad de crecimiento en el mercado derivado del fenómeno de trabajo en casa mediante productos que incorporen los atributos de salud, placer y conveniencia.
¿Cómo ha cambiado la venta online de frutas y hortalizas?
Es destacable que, antes de la pandemia, la comercialización online estaba muy centrada en productos de alimentación seca, muy estandarizados y empaquetados, de fondo de despensa, como la leche, el agua o las conservas, y el confinamiento llevó consigo una cesta online de productos frescos, que hasta entonces tenía una especie de barrera psicológica en el consumidor que ya ha desaparecido.
No obstante, sigue siendo un porcentaje pequeño, ¿no?
La venta online sigue siendo minoritaria respecto a la normal, pero es complementaria. No obstante, nuestra apuesta fundamental sigue siendo la venta presencial pues entendemos tiene que ser el espacio fundamental donde el consumidor, en contacto con el producto y con el profesional, pueda tomar sus decisiones de compra, y donde además tengamos la oportunidad de incorporar nuevos productos en el surtido. En la venta online las decisiones están más automatizadas de acuerdo con criterios planificados.
Cada vez está calando más en el consumidor la idea de consumir productos locales, ¿cree que supondrá esto una vuelta a los productos de temporada, es decir, dejaremos de tener melón en invierno y naranjas en verano?
Aquí hay que jugar con dos elementos: el surtido permanente que el consumidor siempre demanda y potenciar la venta de proximidad y de temporada. La venta de productos frescos es un modo de diferenciación importante y, por tanto, su sección es cada vez más relevante en los supermercados, con productos diferenciados que llevan incorporados atributos de cercanía, de temporada o ecológicos. Entendemos que la venta de estos últimos va a tender a incrementarse como consecuencia de las propias decisiones de la Política Agraria Común y de la estrategia de la granja a la mesa; esta será una vía de crecimiento del mercado, si no de manera inminente por la situación de incertidumbre económica que estamos atravesando, sí en un periodo a medio-largo plazo. En casi todas las categorías hay ya productos derivados de la agricultura ecológica, y en frutas y hortalizas también ocurre.
Por último, y en relación con la nueva Ley de Envases, ¿está preparado el conjunto del sector agroalimentario?
A nosotros nos preocupa mucho el proyecto de Real Decreto de Envases. Ya tenemos una Ley de residuos y suelos contaminados que, en su tramitación parlamentaria en el Congreso, introdujo algunas limitaciones desde nuestro punto de vista no suficientemente ponderadas y al final se nos impusieron unas obligaciones de venta a granel sin justificar. Con relación al Real Decreto de Envases, en primer lugar, se incluyen limitaciones para productos envasados independientemente del material en el que estén envasados, cerrando la puerta al desarrollo de nuevos materiales de envases de productos. No solo se prohíbe el plástico, se prohíben envases para frutas y hortalizas de menos de un kilo y medio, y habrá envases que sean sostenibles con el producto y que además sirvan para preservarlos y para garantizar la seguridad alimentaria. El envase también es una herramienta de comunicación con el consumidor para poderle explicar qué lleva incorporado el producto.
En los productos ecológicos, la cuestión es mucho más preocupante porque la venta de productos ecológicos en establecimientos en los que también se vendan convencionales, para que se puedan vender a granel ambos, se necesitan una serie de autorizaciones y certificaciones específicas que en muchas ocasiones supone un proceso lento, muy difícil y costoso, por lo cual los productos ecológicos no tienen más remedio que venderse envasados.
¿Cuándo se estima que se aprobará el Real Decreto?
Probablemente antes de final de año. Nosotros lo único que queremos es que distorsione lo mínimo posible a nuestros proveedores porque dependemos de ellos. La distribución acabará haciendo lo que le diga la ley, pero no queremos que perjudique a nuestros proveedores y les impida facilitarnos soluciones que, además, al consumidor le gustan y las acepta.
¿Hay margen en la ley para que se tengan en cuenta vuestras peticiones?
Haremos todo lo posible para tratar de explicar los problemas que vemos desde el sector de la forma más clara y transparente para que se tengan en cuenta. A partir de ahí, el resultado será el que decida el Gobierno.