Los alimentos producidos en Europa continúan siendo los más seguros
La Alianza por la Agricultura Sostenible – ALAS – celebra los resultados del Informe EFSA 2016 sobre residuos fitosanitarios en alimentos, que demuestran una vez más, la calidad de los alimentos que consumimos y el compromiso del sector agrario con la seguridad alimentaria.
Como en años anteriores el informe confirma el alto nivel de cumplimiento de los rigurosos estándares de seguridad en los alimentos europeos. El informe recientemente publicado contiene datos relativos a más de 84.000 muestras realizadas en los países de la UE, Noruega e Islandia y los resultados indican que el 96,2% de las muestras analizadas se encontraban dentro de los Límites Máximos de Residuos (LMRs) y un 50,7% de las cuales, libre de cualquier residuo cuantificable.
Como en años anteriores, también, el grado de cumplimiento ha sido mayor por parte de los productores europeos, con un 97,6% de muestras por debajo de los LMRs. En el caso de España, los resultados se encuentran en línea con los demás países analizados, ya que de las 2.300 muestras realizadas, el 96,8% se encontraban dentro de los LMRs.
Las conclusiones del informe, son una demostración de los estrictos controles a los que se someten los alimentos en la UE y que estos suponen una total garantía para la seguridad y la salud humana. En este sentido, los Límites Máximos de Residuos son un índice que indica el correcto uso de los productos fitosanitarios, es decir, su aplicación respetando las instrucciones que figuran en el etiquetado de los productos, tal y como fueron aprobados y autorizados. El informe demuestra, a su vez, que las buenas prácticas observadas por nuestros agricultores, en el manejo, aplicación y gestión de los productos fitosanitarios, son la mejor garantía de seguridad.
ALAS presentó hace unas semanas un decálogo de realidades y retos del panorama agrario español, entre los que figuraba garantizar la seguridad alimentaria de la producción agraria, y en este sentido afirmaba que la UE tiene uno de los estándares de seguridad alimentaria más altos del mundo, gracias al sólido conjunto de legislación vigente, tanto a nivel europeo como de los Estados Miembros, que permite que los consumidores dispongan de alimentos seguros y proporcionar altos niveles de bienestar a los ciudadanos.