Los gastos corrientes medios en un invernadero aumentan de media un 13% esta campaña
A la subida de costes de producción de la anterior campaña, los agricultores tienen que seguir sumando en la presente nuevos incrementos en los gastos corrientes que tienen que asumir, lastrando su rentabilidad
José Esteban Ruiz, periodista agroalimentario
Los costes de producción siguen subiendo para los agricultores. Hoy les cuesta, por lo general producir más que ayer. Una tendencia que se nota en sus bolsillos y que les hace estar continuamente en alerta, replanteando estrategias. Planes que casi nunca salen pues, como es el caso que se produce en los invernaderos, un agricultor difícilmente puede reducir sus gastos corrientes y mantener el cultivo a flote.
El caso del cultivo bajo abrigo tiene sus peculiaridades. Los gastos son innegociables, salvo casos puntuales. Hoy, un productor de frutas y hortalizas en invernadero, en la provincia de Almería, está teniendo que pagar casi 9.000 euros más que en la última campaña, en una hectárea de superficie, según los datos analizados por la Asociación de Jóvenes Agricultores (ASAJA Almería). Esta subida, que se cuantifica actualmente (datos desde septiembre a diciembre de 2022), proyectando una estimación para una campaña completa, en comparación con los gastos corrientes que asumió de media (varía según producto) durante la última campaña, la 2021-2022, varía al alza en gastos cerca de un 13%.
Este porcentaje, como destacan en la organización agraria, “probablemente variará una vez finalice la campaña”. Sin embargo, la evolución de estos costes pone de manifiesto la tendencia iniciada hace dos campañas. No en vano, en la 2020-2021, el gasto corriente para una hectárea de invernadero ascendía a 62.676 euros de media, según los datos de ASAJA Almería. En el pasado ‘curso’ agrícola se alzó hasta los 68.969 euros. Y en la presente campaña hortofrutícola, con los valores a los que cotiza actualmente el grupo de insumos y servicios que integran esos gastos (mano de obra, semillas y plantones, agua, fertilizantes, control biológico, fitosanitarios, costes financieros, transporte, etc.), ascendería en la mencionada estimación a más de 77.800 euros.
El principal gasto corriente en una explotación invernada, que supone más del 50% del total, corresponde a la mano de obra. Un gasto que se prevé que, a lo largo de la campaña, como apunta Adoración Blanque, secretaria provincial de ASAJA Almería, vuelva a subir, y las cifras que se barajan hoy y el porcentaje en su incremento sobre la pasada campaña, “quedarán muy por debajo de las que cierren el ejercicio por la previsión del Gobierno de una nueva subida, tanto en el coste salarial como en el coste social”.
Como resalta la presidenta de la organización agraria almeriense, otro de los gastos corrientes que más está aumentando el coste global en el cultivo en invernadero, tiene como protagonista al grupo de fertilizantes. Su valor, desde hace más de un año, mantiene un aumento progresivo, con incrementos que superan el 50% en el gasto por hectárea. También los fitosanitarios que reflejan un aumento del 40%.
Similar evolución se aprecia en el desembolso que hacen los agricultores debido al consumo de energía eléctrica, que indirectamente está generando una mayor inversión en el agua que precisan las plantaciones hortofrutícolas.
Por su parte los gastos contabilizados en el apartado de amortizaciones, en los que se recogen insumos derivados del petróleo, como pro ejemplo los plásticos, también reflejan una subida, este año, por encima del 9%, sumando en la inversión de una campaña a otra casi 2.000 eros más en la casilla de gastos totales.
ASAJA Almería, también lleva a cabo un estudio detallado de los costes, tanto corrientes como amortizables, que se registran en un invernadero dependiendo del producto hortofrutícola que se cultiva. En este caso, destaca, por encima del resto, los gastos que asumen los gastos corrientes que asumen los productores de berenjena, que se elevan en la actual campaña por encima del 20%. ASAJA Almería señala que cultivar este producto genera al agricultor un gasto corriente por campaña y hectárea de 63.805 euros, que se eleva hasta los 71.721 euros si se contabilizan los gastos amortizables.
También destacan los incrementos que se registran en el cultivo de pepino, por encima del 15%; en el de tomate, que aumenta el gasto corriente en un 14,7%; o en la producción de pimiento, cuya subida del coste roza el 13%.
Las variaciones según productos van de los 3.000 euros que hoy cuesta más cultivar calabacín en una hectárea de invernadero, a los casi 10.000 que refleja el cultivo de tomate, según los datos de ASAJA Almería.
En ASAJA lamentan que este sobreesfuerzo que están haciendo los agricultores “solo pueda rentabilizarse con el precio de venta, que en muchos casos no está compensando, debido al descenso en términos productivos”, insistiendo en que “las medidas del Gobierno en apoyo al sector agrario, prácticamente dejan fuera a los productores de invernadero, a los que apenas ayuda en es incremento del coste de los fertilizantes y a los que además le retira incluso la ayuda de los 0,20 euros por el litro de gasóleo que necesitan para trasladar el género de la finca a la cooperativa o la empresa comercializadora”, explica Adoración Blanque.
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