Mercabarna inaugura el Foodback
Mercabarna ha inaugurado el Foodback, el nuevo centro de aprovechamiento alimentario de Mercabarna, en las instalaciones del polígono alimentario.
Al acto han asistido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la consellera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya, Teresa Jordà; la regidora de Comercio y Mercados del Ayuntamiento de Barcelona y presidenta de Mercabarna, Montserrat Ballarín; el presidente del Banco de Alimentos de Barcelona, Lluís Fatjó-Vilas; la directora del Área de Relaciones con Entidades Sociales de la Fundación “la Caixa”, Joana Prats; el director de Planificación y Estrategia de Mercasa, Agustín García-Cabo y los representantes del resto de entidades que colaboran en el proyecto (Formació i Treball Empresa d’Inserció SLU; ASSOCOME-Asociación de Empresas Mayoristas de Mercabarna, Càritas Diocesana de Barcelona, Cruz Roja de Cataluña y Alimenta).
El Foodback es un proyecto pionero de bio economía circular que tiene como objetivo incrementar el aprovechamiento de frutas y hortalizas no comercializables, pero que son aptos para el consumo humano. El proyecto, que es posible gracias a la colaboración e implicación de 10 entidades y de las casi 600 empresas ubicadas en Mercabarna, pretende multiplicar por 2,5 el aprovechamiento alimentario en Mercabarna en 5 años, pasando de las 1.000-1.500 toneladas de productos recuperados actualmente a las 3.000-4.000 toneladas. El Foodback es uno de los legados del proyecto Barcelona Capital Mundial de la Alimentación Sostenible, al igual que otros que están siendo presentados durante el 2022.
Ada Colau ha afirmado que el Foodback es un proyecto colaborativo que garantiza que los alimentos saludables lleguen a las personas que más lo necesitan. “Responde -ha dicho la alcaldesa- a la lucha contra la crisis climática y al derecho a la alimentación y la justicia social. Cabe destacar el espíritu solidario y la sensibilidad de las empresas de Mercabarna en el aprovechamiento alimenticio a lo largo de estos últimos años”.
Teresa Jordà ha subrayado durante su intervención la necesidad de reducir el desperdicio alimentario. La consellera ha destacado la importancia de priorizar un modelo circular donde reciclar y reaprovechar sean el elemento clave y donde la prevención sea el objetivo a alcanzar.
“Que podamos contar con proyectos como el Foodback, y que hagamos eco desde las administraciones” ha afirmado la consellera.
Montserrat Ballarín ha dicho que “este es un equipamiento pionero, de bioeconomía circular, que nos hace estar al frente en materia de sostenibilidad y lucha contra el desperdicio”, pero ha recordado que “ojalá el Foodback no tuviese que ser necesario, porque significaría que cada alimento producido se consume y que toda la ciudadanía tiene acceso a una alimentación sana, variades y equilibrada. Pero creo sinceramente que estamos en el camino correcto: el de la sostenibilidad, la responsabilidad social y el respeto por nuestro entorno”.
Lluís Fatjó-Vilas ha manifestado que el “Foodback es un claro ejemplo de buena práctica de colaboración entre entidades de carácter social, empresas públicas y privadas, así como de instituciones públicas, para impulsar un proyecto pionero de aprovechamiento de alimentos, evitando su destrucción, y de potenciar la creación de lugares de trabajo de inserción laboral”.
Joana Prats ha declarado “La inserción laboral y la lucha contra la pobreza son dos de los ejes principales de la acción de la Fundación “la Caixa”, con el objetivo de construir una sociedad más justa y apoyar a los que más lo necesitan. Por ello es tan importante para nosotros apoyar proyectos como Foodback, que demuestra el impacto social que se puede conseguir a través de la suma de esfuerzos”.
El Foodback es el equipamiento clave en el nuevo sistema de gestión de materia orgánica de Mercabarna, donde se hace la selección de frutas y hortalizas excedentarias aportades por las empresas mayoristas del gran mercado para darles una segunda vida. Después de este cribado, el producto aprovechable para el consumo humano se distribuye a entidades sociales de toda Cataluña para que llegue a las personas que más lo necesiten. Paralelamente a la distribución directa de las frutas y hortalizas, desde el Foodback se impulsarán iniciativas de transformación de los alimentos para aprovechar al máximo los excedentes, como por ejemplo la elaboración de comidas para comedores sociales.
Este centro de aprovechamiento alimentario responde a uno de los objetivos estratégicos del gran mercado, la lucha contra el desperdicio alimentario. Mercabarna trabaja para el aprovechamiento alimentario desde hace 20 años, desde que en 2002 cedió un almacén al Banco de Alimentos de Barcelona dentro del recinto, para que los mayoristas pudiesen entregar los alimentos excedentarios. En los últimos años, después de un proceso de selección, en este almacén, ya se recuperaban unas 1.500 toneladas que se repartían entre personas vulnerables, a través de entidades sociales.
Ahora, con el Foodback se pretende ampliar el aprovechamiento alimentario y distribuir los alimentos sobrantes entre muchas más persones vulnerables.
La colaboración entre 10 entidades y 600 empresas lo hacen posible
El Foodback está gestionado por Mercabarna junto a actores de la Economía Social como la Fundación Banco de Alimentos de Barcelona y Formació i Treball Empresa d’Inserció SLU, y cuenta con la colaboración de Assocome (Asociación de Empresas de Mercabarna), Càritas Diocesana de Barcelona, Cruz Roja de Cataluña, el programa Alimenta impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona, el departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya y la Fundación “la Caixa”.
Por un lado, Formació i Treball es la responsable de implementar la inserción sociolaboral de personas en situación de vulnerabilidad que hacen la selección de las frutas y hortalizas aportadas por los empresarios de Mercabarna, separando las que son aptas para el consumo humano y las que irán para materia orgánica. Por otro lado, la Fundación Banco de Alimentos de Barcelona es quien actúa de coordinador general de la instalación y también quien organiza la distribución de los alimentos seleccionados entre todas las entidades sociales.
Sin duda, es un proyecto pionero, ejemplo de la suma de esfuerzos y alianzas públicos y privados (ODS 17), que contribuye con la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles.
Claves para multiplicar para 2,5 el aprovechamiento alimentario
Se estima que el desperdicio alimentario es la segunda fuente de emisiones del sistema alimentario y, por lo tanto, es la causa de un tercio de las emisiones provocadas por nuestra alimentación. Por tanto, cualquier estrategia para hacer frente al cambio climático desde el sistema alimentario tiene que incluir medidas para reducir el desperdicio.
El Foodback ocupa un almacén de nueva construcción de 900 m2 situado al lado del Punto Verde de Mercabarna, hace que facilite la gestión de los residuos a los empresarios mayoristas del Mercado.
Los factores fundamentales que harán multiplicar por 2,5 el aprovechamiento alimentario son los siguientes:
– La recepción centralizada de productos destinados tanto al Foodback como al Punto Verde, porque permite que personal de Mercabarna formado para esta tarea decida qué alimentos pueden ser aprovechables para el consumo humano y, por lo tanto, tienen que ir al Foodback, y cuáles van directamente al Punto Verde para ser revalorizados como compostaje.
– La profesionalización del personal del Foodback permite poder asumir la recepción de los quilogramos anuales de alimentos previstos y distribuir, en 5 años, unas 3.000-4.000 toneladas en estado óptimo, después del proceso de selección efectuado.
– Además del Banco de Alimentos, la participación de Caritas, Cruz Roja y el programa Alimenta impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona permiten hacer llegar los alimentos aprovechados a muchas más personas vulnerables.
– La suma de esfuerzos entre sector público, privado y entidades Socials permite llevar a cabo el proyecto y financiarlo.
Inversión y Presupuesto
La inversión, realizada por Mercabarna, ha sido de 1 millón de euros: 800.000€ en la construcción del edificio y el resto de las adaptaciones diversas de la nave y la cámara frigorífica. El Ayuntamiento de Barcelona se ha hecho cargo de algunas de estas inversiones (mobiliario, básculas, balanzas para las mesas de selección…).
El presupuesto anual de gestos de explotación se ha calculado en casi 400.000 euros, entre el personal involucrado en la recepción, la selección y la distribución de los productos; los vehículos, los consumos; las iniciativas de transformación de los alimentos; amortizaciones, etc. Estos gastos serán asumidos por la Fundación “la Caixa”, el departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya y Mercabarna.
Estudio: Mercabarna disminuye el desperdicio 6.400 toneladas en 5 años
En septiembre de 2020 Mercabarna creó la Cátedra UPC–Mercabarna para luchar contra el desperdicio alimentario. Una de las tareas iniciales de la Cátedra ha sido la actualización del estudio de 2015 encargado por Mercabarna a la Universidad Autónoma de Barcelona, Spora Synergies y la
Plataforma Aprofitem els Aliments (PAA). Este estudio estimó que el desperdicio alimentario en Mercabarna representaba un 0,5% sobre el total de alimentos que entraban al gran mercado.
El estudio de la Cátedra UPC-Mercabarna, realizado durante la segunda mitad de 2021, ha calculado el desperdicio que se produce en el polígono alimentario actualmente en un 0,14%. Por tanto, en 5 años (2016-2021) Mercabarna ha conseguido reducir el desperdicio un 69%, pasando de las 9.400 toneladas del año 2021. Una disminución muy importante si tenemos en cuenta que el gran mercado comercializa unos 2.300.000 millones de toneladas de alimentos al año.
Las razones por las cuales Mercabarna ha conseguido reducir el desperdicio alimentario son las siguientes: la refrigeración de los puntos de venta de los 7 pabellones del Mercado Central de Frutas y Hortalizas que han hecho que no se malmetan tantos alimentos, sobre todo en verano; la mejor gestión de los stocks por parte de las empresas mayoristas; las campañas de sensibilización llevadas a cabo por Mercabarna, dentro de su recinto, y la buena respuesta de los empresarios del polígono alimentario, que han ido aumentando las aportaciones de alimentos excedentarios al almacén del Banco de Alimentos situado en Mercabarna.
El objetivo de Mercabarna es seguir luchando por un desperdicio Zero, ya que Mercabarna trabaja de forma conjunta con las empresas situadas en su recinto porque estos excedentes se reducen al máximo posible.
A parte, es necesario seguir trabajando en el ámbito del desperdicio en políticas más integrales enfocadas en la prevención y en la necesaria transformación del sistema alimentario hacia modelos más sostenibles que desperdicien menos en todos los puntos de la cadena. Porque el desperdicio, más allá de las malas prácticas, es un problema estructural relacionado con un sistema alimentario globalizado.