Sembradoras Gil presenta la abonadora localizadora ‘Fertifruit’
Desde hace unos años los cultivos leñosos están en auge, y van ganando hectáreas frente al cereal. Este gran crecimiento ha provocado que algunas de las labores realizadas para el cuidado y el desarrollo del árbol no estén totalmente mecanizadas.
El principal propósito de Sembradoras Gil es buscar la satisfacción de sus clientes y poder darles soluciones y facilidades en los problemas a los que se enfrentan día a día. Para conseguirlo, la empresa cuenta con un equipo trabajando constantemente en la innovación y el desarrollo, probando y testando los nuevos productos antes de lanzarlos al mercado.
La entidad es consciente de que la fertilización es uno de los pilares más importantes para la obtención de unos buenos resultados, y hasta ahora dicha labor se realiza de forma muy heterogénea dependiendo del lugar, el cultivo, el agricultor y la
morfología del terreno. Tal y como se lleva a cabo en muchos puntos de España, el abonado supone unos costes muy altos de mano de obra, abono y tiempo, pues en la mayoría de las ocasiones se está realizando de una forma inadecuada, desperdiciando así mucho fertilizante, con todos los gastos de tiempo y personal que esto conlleva.
Hasta ahora, el alto precio de algunos productos, como el aceite y la almendra, ha hecho que estos sobrecostes no fuesen una prioridad, pero poco a poco se hace más necesario buscar la máxima rentabilidad con los menores gastos posibles.
Por estas razones, Sembradoras Gil quiere ofrecer solución a este problema: reducir estos costes a la vez que mejorar y facilitar la labor de abonado. Para ello, han patentado y lanzado al mercado su nueva abonadora localizadora ‘Fertifruit’.
Características
Esta nueva maquinaria permite adaptarse tanto a plantaciones extensivas como intensivas gracias a sus brazos extensibles de hasta 10 metros. Además, deposita el abono en la cantidad y localización deseado por el agricultor, sin desperdiciarlo entre árboles o en medio de la calle, y así evitar la alimentación de malas hierbas, la contaminación de aguas subterráneas y, sobre todo, el ahorro en costes y tiempo.
Su funcionamiento consiste en detectar el árbol y depositar el abono en el lugar y la cantidad seleccionada por el agricultor. Todo de una forma automatizada y con la última tecnología, buscando siempre la máxima comodidad para el agricultor a la vez que la máxima eficacia. La precisión de esta máquina hace, asimismo, que se pueda utilizar en todo tipo y edades de plantación.
En definitiva, es una máquina totalmente revolucionaria y que será el futuro en el mundo de la fertilización de este tipo de cultivos.